lunes, 18 de enero de 2010

HIJOS SANOS CON MEDICINA NATURAL


Nada hace más feliz a un padre que ver a su hijo con buena salud y feliz. Y es precisamente este sentimiento un arma de dos filos, pues muchas veces estas ganas de verlos bien puede causar confusión o estrés cuando el pequeño se ve asaltado por algún padecimiento o se encuentra deprimido o apático. Y, si la situación no mejora o, incluso, empeora, entonces el adulto puede llegar a sentir desesperación y ansiedad, emociones que muchas veces provocan la toma de decisiones no siempre convenientes, algunas de ellas incluso podrían, a la larga, hacer más daño que bien.

Cuando un pequeño se pone enfermo o es asediado por alguna emoción de desgano o apatía por periodos prolongados, se pueden tomar muchas decisiones respecto al asunto. Sin embargo, si se sabe qué es la enfermedad y las causas que pudiesen ocasionar emociones de desánimo en los pequeños, sin duda se podría valorar la situación desde una perspectiva mucho más amplia, y se podrían tomar decisiones mucho más acertadas para fomentar el bienestar de los hijos. Los padres deben tener muy presente que es la enfermedad, y cuales son las mejores alternativas para su curación completa.

¿Qué es la enfermedad?

Muy al contrario de lo que se cree, la enfermedad no es ningún mal, sino es la forma en que el cuerpo esta tratando de adaptarse a alguna circunstancia de desequilibrio en el cuerpo. El “mal” que se siente en una enfermedad, no es otra cosa que el esfuerzo que hace el cuerpo por depurar, equilibrar y tratar de mantener el cuerpo en el mejor estado cuando se han roto ciertas leyes naturales. Entonces hay dolor, fiebre, irritación, ardor, inflamación, etc. Todo esto es lo que tiene que hacer el cuerpo para recobrar su armonía natural.

Si uno trata de “combatir “ una enfermedad, lo que esta en realidad haciendo es combatir la capacidad del cuerpo para auto equilibrarse y recobrar su armonía natural. La enfermedad es la forma en que el cuerpo reacciona para combatir aquello que obstruye sus funciones vitales, y sus síntomas son, en realidad, la forma en que el organismo avisa que hay “algo” que no le permite funcionar a toda su capacidad.

Así pues, una enfermedad no se combate: se escucha, se observa y entonces se toma la decisión más adecuada para ayudar al cuerpo en su recuperación y el fortalecimiento de aquello que sea necesario para recobrar la armonía y salud.

¿Qué hacer en el caso de una enfermedad?

Cómo papás, es importante saber que hay muchas cosas prácticas y sencillas que se pueden hacer cuando el hijo padece alguna afección. No siempre se debe recurrir a medicamentos como jarabes, inyecciones, pastillas, etc., pues estos remedios alópatas tan sólo atacan los síntomas, sin considerar la raíz que pudiese ocasionar el problema. Este tipo de remedios lo que en verdad hacen es tratar de estimular o irritar al cuerpo artificialmente, así que el organismo se va acostumbrado poco a poco a recibir “ayuda” exterior, lo que a la larga provoca que el cuerpo (su sistema de defensas) se vuelva cada vez más “flojo” para auto curarse, defenderse y responder por si mismo.

Lo primero en el caso de cualquier síntoma o afección es, sin duda, tratar de ayudar al cuerpo a que se defienda sólo y a que recupere su equilibrio de la forma más natural posible. Y para esto, nada mejor que la medicina natural. Así que cuando notes algún síntoma en tu hijo, lo mejor es que sepas las bases de la medicina natural para ayudarlo, a medida que sea posible, a que se recupere por si sólo. Muchas veces (la mayoría de las veces) los síntomas o la enfermedad simplemente se empiezan a desvanecer con remedios naturales en verdad muy sencillos y efectivos.

La medicina Natural

Si en verdad quieres hacer a tu hijo muy resistente a toda afección, entonces tienes que empezar por ser un poco tolerante cuando este se ponga un poquitín “mal”, y comprender que su cuerpo se esta tratando de adaptar a alguna circunstancia de desequilibrio. Hay que comprender, además, que la medicina natural no es un remedio rápido, ya que este esta ayudando, y no forzando, al cuerpo a recuperar su equilibrio y bienestar. Así que se un poco paciente y veras como poco a poco resultados muy convincentes.

La base de la medicina natural esta en la dieta, las hierbas, las tisanas, la combinación adecuada de alimentos, los hábitos de cada día, los pensamientos y la actitud positiva que tenga ante la vida, la correcta respiración, la higiene, etc. Tu hijo puede sin duda beneficiarse de todo esto, sea cual sea su padecimiento o su estado anímico, en verdad lo puedes hacer muy fuerte en todo sentido.