lunes, 30 de septiembre de 2013

EL ENGAÑO DEL COLESTEROL

Contrariamente de los que siempre hemos escuchado, los niveles de colesterol en sangre tienen muy poca relación con las enfermedades coronarias. Esto es casi imposible de creer, pero es la verdad. Pero como el paradigma del colesterol es un dogma, prácticamente una religión, la gran mentira se ha arraigado profundamente en el subconsciente de las personas.
No sabemos qué es lo que causa las enfermedades del corazón. Lo que sabemos es qué no causa las enfermedades del corazón. El colesterol no las causa.
Los médicos han aprendido acerca del colesterol de la misma forma que nosotros: a través de los medios de comunicación, periódicos, revistas, televisión y a través de diversos diarios médicos. Pero no conocen todos los casos.
Hemos sido abrumados con una oleada de exageraciones, de verdades a medias, distorsiones e incluso interpretaciones incorrectas de los hechos. Quedan pocas personas a las cuales no se les haya lavado el cerebro completamente.
La Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre (NBLBI, por sus siglas en inglés) y sus investigadores médicos, reciben cientos de millones de dólares de donación y controlan toda la investigación sobre enfermedades coronarias y la información que se entrega al público. ¡La "verdad" no es debatible!
La posición de la AHA y de la NHLBI es la siguiente: la gran epidemia de las enfermedades coronarias (EC) durante los primeros 60 años del siglo XX, fue causada por un incremento en la dieta de grasa saturada y colesterol. Esta postura está muy alejada de la verdad, y la alianza de la NHLBI y la AHA nunca han publicado ningún dato que apoye remotamente esta posición o afirmación.
Hay una asociación muy débil entre los niveles de colesterol en sangre y las enfermedades coronarias.
Se nos enseñó temerle al colesterol. ¿Qué es? ¿Cuál es su función?
El colesterol es un cristal de alcohol sólido conocido como esteroide. Está en cada célula del cuerpo y es absolutamente necesario para nuestra salud. El cuerpo contiene cerca de 141 gramos de colesterol y únicamente el 7% circula en la sangre.
El colesterol es un componente de las membranas celulares y regula el intercambio de nutrientes y desechos. El colesterol ayuda en el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso, y actúa como un conductor de los impulsos nerviosos.
Es un componente en los ácidos de la bilis que promueven la digestión de los alimentos. Sin el colesterol, las grasas complejas, las vitaminas A, D, E, y K, las cuales son únicamente solubles en grasas, no podrían ser absorbidas.
El colesterol es una sustancia necesaria en la elaboración de las hormonas adrenales, sexuales y de la pituitaria. El colesterol, una sustancia necesaria en la piel, se convierte en vitamina D con los rayos del sol y crea una barrera que previene que el agua y otros fluidos entren al cuerpo a través de la piel.
El colesterol se fabrica principalmente en el hígado y en la pared intestinal, pero también se sintetiza en cada célula del cuerpo excepto en el tejido nervioso. El cuerpo elabora entre 1.000 a 2.000 miligramos de colesterol diariamente.
Si usted no consume colesterol, el cuerpo incrementa su producción. En otras palabras, su nivel de colesterol permanece casi constante aunque lo consuma o no.
Los medios de comunicación han hecho énfasis en dos lipoproteínas específicas. El HDL (lipoproteínas de alta densidad) es el buen colesterol porque recoge el exceso de colesterol de las células y lo remueve de la sangre.
El LDL (lipoproteínas de baja densidad) es el colesterol malo porque se dice que deposita el colesterol en las arterias causando aterosclerosis. A pesar de lo que usted ha leído, todo esto es especulación.
La genética determina los niveles de colesterol en la persona
Los niveles de colesterol en sangre se incrementan con lanicotina, el estrés, dolor, miedo, embarazo, falta de ejercicio, drogas como las hormonas masculinas y femeninas, tranquilizantes, cortisona, vitaminas A y D, diuréticos y alcohol. Varias enfermedades afectan los niveles del colesterol, como el hipotiroidismo, la hepatitis, enfermedades del riñón y las obstrucciones en la vesícula biliar.
Los niveles de colesterol en sangre cambian durante las estaciones. Una medición no puede verdaderamente representar el nivel promedio en sangre de una persona. Los instrumentos para medir el colesterol en los laboratorios u hospitales son notoriamente inexactos, sin embargo, miles de millones de dólares se gastan cada año en los exámenes de colesterol.
Y lo peor de todo es que, para la gran mayoría de las personas, hacer dieta tiene un efecto muy pequeño en los niveles de colesterol en sangre.