lunes, 8 de febrero de 2010


Alimentos como el arroz, el tomate, el aguacate, la miel, la patata, el pepino o el chocolate, además de aportar vitaminas e hidratos de carbono al organismo, son de gran utilidad en los tratamientos de belleza.

La miel
Por su propiedades emolientes, nutritivas, antisépticas e hidratantes, la miel era muy conocida y valorada por Cleopatra, que se aplicaba todos los días una fina capa sobre la piel para lucirla tersa y suave. En ocasiones también la mezclaba, a modo de mascarilla, con leche de burra y aceite de almendras. Este néctar, dulce y suave, repleto de vitaminas y minerales, posee propiedades antinflamatorias, antialérgicas y anticancerígenas, además de ser un nutriente para todo tipo de cutis.

La papa
Originaria de América, la patata es un potente antiinflamatorio y favorece el sistema nervioso. Resulta ideal para combatir las bolsas de los ojos y las ojeras. ¿El zumo de la patata cruda calma la piel quemada por el sol y es un excelente limpiador facial. Rayada, cura las quemaduras, y asada o cocida combate los incómodos granos del acné juvenil¿, cuenta Albert Ronald Morales en su libro "Frutoterapia y belleza".

El arroz
Sin proteínas, con pocas calorías y con mucho hidrato de carbono, el arroz, el cereal que más se consume en el mundo, resulta ideal para minimizar los problemas gastrointestinales y está recomendado para las personas hipertensas, con el colesterol alto o con enfermedades renales. En el mundo de la belleza está muy valorado por sus propiedades emolientes, capaces de calmar las irritaciones epidérmicas y las pieles más estresadas y de combatir los granos más rebeldes, y por su contenido en gama-orizanol, antioxidante cotizado en los tratamientos de antienvejecimiento. Su cáscara también es muy apreciada por ser un eficaz filtro solar.

El pepino
Rico en vitamina E y agua, el pepino resulta uno de los alimentos más eficaces para el cuidado y la hidratación de la piel. Triturado y aplicado sobre la dermis aporta suavidad y frescura. También posee efecto calmante tras una larga exposición solar. “Su zumo, depurativo y desintoxicante, evita la caída del cabello, previene las arrugas y mejora el acné y la artritis, además de ayudar a eliminar líquidos y las manchas del cutis. También es útil para aclarar las pecas y fortalecer el cabello y las uñas”, explica Albert Ronald. Aplicado en forma de rodajas sobre los párpados ayuda a activar la microcirculación y atenuar su hinchazón.

El cacao
El cacao, además de ser un delicioso bocado para el deleite de los más golosos, estimula las endorfirnas, hormonas responsables de generar la felicidad. Sus vitaminas A, B, C, D, E y K se encargan de reestructurar y fortalecer la piel, así como de activar la microcirculación y luchar contra el envejecimiento. Conscientes de sus propiedades, las firmas cosméticas incluyen los beneficios del chocolate en mascarillas y tratamientos hidratantes.

El aguacate
Originario de México, el aguacate posee una alta concentración de proteínas y vitaminas A, B, C, D, E y K, además de betacaroteno, lo que le otorga cualidades para la regeneración de la dermis y la hidratación del cabello. La pulpa del aguacate, mezclada con yogur natural, se convierte en una mascarilla ideal para nutrir las pieles más secas, mientras que, combinada con yema de huevo, equilibra y suaviza las dermis mixtas. Aplicada sobre el cabello lo hidrata y suaviza.

El tomate
Poseedor de vitaminas tan importantes como la A y la C, así como de la B1, B2, B5 y E, es una de las hortalizas que más se consumen en todo el mundo. Bajo en grasa y caloría, la mayoría de los médicos lo incluyen en las dietas para bajar de peso. También lo recomiendan para depurar el organismo, reducir el colesterol, aplacar el dolor artrítico, reforzar el sistema inmunitario, inducir el sueño y tonificar el sistema nervioso.

MIOMAS UTERINOS


Son tumores benignos, no cancerosos que crecen a expensas de la capa muscular del útero llamada miometrio. También son llamados leiomiomas, fibromas, fibroides o fibromiomas y son secundarios al crecimiento anormal de un grupo de células de la pared uterina. El útero está formado por tres capas: la interna que lo recubre se llama endometrio, y es la que se desprende durante la menstruación y en la que anidan los óvulos fecundados; la media se compone de músculo liso y es la que genera las contracciones durante el parto, y la más externa es una membrana serosa (provista de fluido transparente). En cada una de éstas pueden desarrollarse miomas; así, cuando se manifiestan en la parte interna reciben el nombre de submucosos, en la media son denominados intramurales y en la externa subserosos. Pueden crecer por efecto de los tratamientos de reemplazo hormonal que los ginecólogos prescriben para la menopausia y otras condiciones de la mujer. El tamaño suele variar, pueden ser muy pequeños o llegar a tener un tamaño que obligue al útero a abarcar toda la pelvis y la parte baja del abdomen. Pueden presentarse de forma independiente o en forma de racimos. Este problema es relativamente frecuente y se considera que más o menos una de tres mujeres ente los 35 y 55 años, tienen un mioma, que en otros términos, es un útero de tamaño más grande que el normal. El porqué unas mujeres desarrollan miomas y otras no, parece que depende de una predisposición genética y de tener un útero que es más sensible a la acción de los estrógenos. Entre las mujeres de mayor riesgo están las que tienen sobre peso u obesidad, ya que el exceso de grasa condiciona los niveles de estrógenos y con ello se favorece la aparición de los miomas.
Síntomas

• Llenura o gases abdominales
• Sangrado entre períodos o sangrado muy prolongado con períodos
• Aumento de la polaquiuria
• Sangrado menstrual abundante (menorragia), a veces con el paso de coágulos de sangre • Calambres pélvicos o dolor con los períodos • Sensación de llenura o presión en la parte baja del abdomen
• Dolor repentino e intenso debido a un mioma pediculado

• Dolor durante las relaciones sexuales

• Anemia ocasionada por la pérdida de sangre.
Cuando los miomas crecen mucho, y debido a la compresión que ocasionan, pueden ocasionar:

- Problemas urinarios con dificultad, incontinencia por la presión o dolor.
- Estreñimiento crónico.
- Hemorroides.
Los miomas ocupan una de las causas principales de infertilidad o esterilidad, así como de abortos espontáneos, motivo por el que se acude a consulta médica y se descubre el problema. Se desconoce la causa de los miomas en el útero. Sin embargo, como ya se decía anteriormente, el crecimiento de los miomas uterinos parece depender de la hormona estrógeno. En tanto una mujer esté menstruando, los miomas probablemente seguirán creciendo, por lo general de manera lenta. Al dejar de reglar, con el climaterio o menopausia, los miomas se reabsorben generalmente. Los miomas uterinos pueden ser tan diminutos que puede ser necesario un microscopio para observarlos. Sin embargo, también pueden crecer con un gran tamaño, pueden llenar todo el útero y pesar varias libras. Aunque es posible que sólo se desarrolle un mioma uterino, generalmente hay más de uno. Algunas veces, un mioma uterino cuelga de un tallo largo, que está adherido al exterior del útero y se denomina mioma pediculado.
Tratamiento en la medicina alópata
El tratamiento depende de diversos factores, como:
• Edad
• Salud general
• Gravedad de los síntomas
• Tipo de miomas
• Si está en embarazo
• Si desea tener hijos en el futuro

Algunas mujeres simplemente pueden necesitar exámenes pélvicos o ecografías de vez en cuando para vigilar el crecimiento del mioma.
La cirugía y los procedimientos empleados para tratar los miomas abarcan:
• Extirpación histeroscópica de los miomas: este procedimiento ambulatorio puede ser necesario para mujeres con miomas que crecen dentro de la cavidad uterina. En este procedimiento, se inserta una pequeña cámara e instrumentos a través del cuello uterino dentro del útero para retirar los miomas.
• Embolización de la arteria uterina: este procedimiento detiene el suministro de sangre al mioma, haciendo que muera y se encoja. Los efectos a largo plazo de este procedimiento aún se desconocen y la seguridad de un embarazo después de la intervención es una preocupación.

• Miomectomía: con esta cirugía se extirpan los miomas y, generalmente, es el procedimiento elegido para las mujeres que desean tener hijos, ya que por lo general se puede preservar la capacidad de procrear. Otra de las ventajas de la miomectomía es que controla el dolor o el sangrado excesivo que experimentan algunas mujeres afectadas por dichos miomas uterinos. Se pueden desarrollar más miomas después de la miomectomía.
• Histerectomía: esta cirugía invasiva puede ser una opción si los medicamentos no funcionan y otras cirugías y procedimientos no son una opción.
Tratamientos con plantas medicinales Para su tratamiento, los ginecólogos además de la cirugía tradicionalmente ofrecen hormonas sintéticas, del tipo progestágenos, que logran solo una mínima mejoría al mismo tiempo que producen numerosos efectos secundarios adversos, tales como: aumento de peso y de la tensión arterial, depresión, caída del cabello, infartos cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Las mujeres que no mejoran con esos tratamientos, que son la mayoría, son llevadas a quirófano para la extracción, bajo anestesia general, del tumor y en muchos casos del útero en su totalidad, por lo que nunca más podrán tener hijos. Estos agresivos tratamientos químicos y quirúrgicos pueden evitarse con la adecuada utilización de plantas medicinales que logran la disminución y, en muchos casos, la total desaparición de los miomas, sin causar efectos secundarios adversos y manteniendo la posibilidad de procreación. Complicaciones Los miomas pueden ocasionar esterilidad, y pueden provocar igualmente un parto prematuro. El dolor severo o el sangrado excesivo causado con miomas uterinos puede requerir una cirugía urgente. En raras ocasiones, se pueden presentar cambios cancerosos, los cuales generalmente ocurren después de la menopausia. Ingredientes 1 cucharada de uña de gato peruana (Uncaria tomentosa) 1 cucharada de hojas de té verde (Camellia sinensis) 1 cucharada de partes aéreas de onagra o linda tarde (Oenothera biennis) 1 cucharada de kalanchoe (Kalanchoe spp.) 1 cucharada de flores de árnica mexicana (Heterotheca inuloides) 1 cucharada de corteza de cuachalalate (Amphypteringium adstringens) ½ cucharada de damiana de California (Turnera diffusa var. aphrodisiaca) 3 cápsulas de vitamina E-500 1 litro de agua Utensilios 1 cuchara sopera de acero inoxidable 1 cuchillo de cocina 1 coladera de plástico 1 toallita de papel o tela para limpiar la mesa 1 papel filtro para cafetera 1 taza o tazón medidor de vidrio 1 pocillo o recipiente de peltre con tapa Forma de preparación 1. Trocear y desinfectar todas las plantas 2. Poner el pocillo con el agua, la uña de gato y el cuachalalate en la estufa 3. Al hervir, añadir las demás plantas, bajar la flama y tapar contando 10 minutos 4. Colar y entibiar Forma de empleo y dosificación Tomar una taza de la tisana con una cápsula de vitamina E antes de los alimentos por quince días seguidos y tres de descanso hasta ver resultados satisfactorios. Recomendaciones Eliminar o disminuir drásticamente de la dieta la sal, café, carnes rojas, refrescos, harinas blancas, el azúcar refinado, alimentos grasosos, mariscos y comidas procesadas así como sustancias irritantes como alcohol y chile. Disminuir los lácteos y sus derivados de la dieta debido a que estos desequilibran las hormonas femeninas. Garantizar un buen nivel de hierro, ácido fólico y vitamina B12 para no caer en la anemia. Precauciones o contraindicaciones La infusión herbal de este tratamiento no se puede consumir durante el embarazo o la lactancia. Consulte a su orientador herbolario o médico naturista. En caso de irritación o alguna otra molestia suspenderla inmediatamente.

LUPUS: TAN MALO COMO LO PINTAN?


El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) está considerada una enfermedad autoinmune cuya causa se desconoce y que produce lesiones en la piel y otros tejidos. Lupus significa lobo en latín y eritematoso quiere decir enrojecido. El nombre pretende definir pues a una enfermedad caracterizada por un enrojecimiento de la piel semejante a la que ocasionaría la mordedura de un lobo y que puede manifestarse en cualquier tejido del organismo (por esto último se dice que es sistémica). Básicamente es, pues, una enfermedad inflamatoria autoinmune. Es decir, que por alguna razón inexplicable el sistema inmunitario se "equivoca" y en lugar de combatir agentes agresores externos ataca a los propios tejidos.
Se trata, por otra parte, de una dolencia que se caracteriza además -como otras- por tener periodos de actividad -a los que se denomina brotes o crisis- y periodos de remisión, es decir, donde no se manifiesta.
Pues bien, el objetivo actual de la medicina no es sino el de prolongar al máximo posible los periodos de remisión ya que no puede hacer otra cosa mientras no se conozca qué provoca la enfermedad. En el caso de los enfoques naturales, sin embargo, se intenta también regenerar los tejidos dañados y lograr una remisión permanente.

A QUIÉN AFECTA
Aunque cualquier persona puede padecer el lupus, la mayoría de afectados son mujeres: siete de cada diez. En cuanto al comienzo de la enfermedad, hay que decir que se da con más frecuencia entre los 15 y los 30 años. También se habla de una posible condición hereditaria ya que es frecuente que varios miembros de una misma familia lo padezcan.
En cuanto a los brotes o crisis, parece haber varios factores desencadenantes: la exposición al sol y a los rayos ultravioletas, el estrés, algunos medicamentos, la infección por algún virus...
Se ha constatado también que algunas personas del mismo grupo familiar desarrollan otras enfermedades similares consideradas también de carácter autoinmune como la artritis, la esclerosis múltiple o la dermatitis. Lo que pareciera indicar que es posible que haya, efectivamente, algún elemento genético que provoque el desequilibrio del sistema de defensa del organismo.
Ahora bien, también se ha comprobado que algunas personas que conviven con los enfermos de lupus tienen una determinada variedad de anticuerpos contra los linfocitos y que ello se produce aunque no haya consanguinidad. De ahí que se entienda que podrían influir también en las enfermedades autoimunes factores medioambientales.

LA IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACIÓN NATURAL
Llegados a este punto debo empezar diciendo que a la medicina alopática le ha llevado demasiado tiempo comprender la enorme importancia de la alimentación en el buen funcionamiento del organismo y del sistema inmunológico, en particular; y que, aún así, los consejos de los facultativos son excesivamente tibios en ese sentido.
Por mi parte, consciente de su trascendencia, resaltaré la importancia de incluir una alimentación variada e integral que contenga abundantes frutas y verduras -preferiblemente crudas-, cereales, legumbres, frutos secos, algas, pescados de mar y aceites vírgenes de calidad. En cuanto a las carnes -rojas y blancas-, lácteos y huevos deben contener la menor cantidad de grasa posible y ser consumidos con moderación. Los embutidos, golosinas, edulcorantes, azúcar blanco o gaseosas deberían eliminarse totalmente de la dieta.

NUTRICIÓN ORTOMOLECULAR Y FITOTERAPIA
Otra de las claves para controlar la enfermedad y devolverle al paciente su calidad de vida es la complementación nutricional y el uso de hierbas medicinales. Y estos son los elementos más importantes que debería contener un tratamiento para combatir el lupus:

* Aceite de pescado.
Parece que todas las enfermedades autoinmunes detienen su proceso degenerativo si se toman dosis de 3 gramos de aceite de pescado durante tres semanas. Sólo este aspecto terapéutico de los ácidos grasos esenciales Omega 3 presentes en el aceite de pescado lo convierten en un recurso inestimable en el tratamiento. Existen estudios clínicos que demuestran la capacidad de estos nutrientes para lograr remisiones de la enfermedad.
He mencionado antes, además, la predisposición familiar -por razones genéticas o medioambientales- a padecer enfermedades autoinmunes. Pues bien, en mi opinión la carencia de ácidos grasos esenciales que conlleva la refinación de los aceites de mesa es el principal factor condicionante para despertar este tipo de patologías. Diré más: la carencia de ácidos grasos esenciales es, a mi juicio, el mayor problema de salud pública vinculado a la nutrición que existe en los países desarrollados. Por eso promover el consumo de aceites vírgenes, pescado y frutos oleaginosos podría marcar una diferencia históricamente significativa no sólo en la prevención de enfermedades autoinmunes sino también en otras de carácter epidémico como los trastornos cardiovasculares, el cáncer, la diabetes o el sida.
Por otra parte, cabe destacar la utilidad de los aceites de pescado en muchas condiciones asociadas al lupus como la nefritis, las alteraciones anímicas o la fatiga.

* Cartílago de tiburón.
Los mucopolisacáridos presentes en el cartílago de tiburón han demostrado ser importantes agentes inmunorreguladores. De ahí que una terapia adecuada que combine su ingesta con el aceite de pescado pueda incluso llegar a detener el proceso degenerativo.
Además, el cartílago de tiburón es muy útil para regenerar las articulaciones, habitualmente afectadas por esta enfermedad.

* Otras sustancias inmunorreguladoras de interés en el tratamiento del lupus son el Aceite de Prímula, la Morinda Citrifolia -Noni-, el Cetilmiristoleato, el Jengibre y el Metilsulfonilmetane (MSM). Una combinación inteligente de todas ellas reemplaza con ventajas y sin efectos secundarios el primitivo enfoque de los antiinflamatorios esteroides.

* Nutrientes inmunoestimulantes.
A diferencia de los antiinflamatorios esteroides utilizados generalmente, la naturaleza nos brinda sustancias antiinflamatorias que, inversamente a esas drogas, actúan como inmunoestimulantes. Se sabe que las crisis de las enfermedades autoinmunes aumentan tras una infección y los antiinflamatorios esteroides -tan utilizados para combatir la inflamación- tienen la desventaja de debilitar las defensas predisponiendo al paciente a nuevas infecciones dando además paso a un nefasto círculo vicioso.
Entre los inmunoestimulantes naturales que cabe recomendar para mantener al paciente alejado de cualquier infección destacan el Propóleo, la Uña de gato y el Zinc.

* Alimentos antioxidantes.
Los elementos antioxidantes no deberían faltar en la estrategia de salud de cualquier persona que desee mantener la vitalidad y, por tanto, mucho menos en la de quien padece una severa enfermedad.
Entre los antioxidantes convencionales se hallan las vitaminas A, C y E, el betacaroteno -provitamina A- y los minerales zinc, selenio y cobre así como -aunque menos conocidos- la coenzima Q10 y el ácido lipoico. En cuanto a las mejores hierbas antioxidantes para estos casos destacaría la corteza de pino marítimo y el extracto de semillas de uva, ambas con potencia antiinflamatoria adicional.
Cabe destacar que la nutrición antioxidante potencia sinérgicamente los efectos inmunoreguladores y antiinflamatorios de los elementos citados anteriormente.

LA NECESARIA DESINTOXICACIÓN
Es importante añadir que la autoinmunidad podría tener su origen en la toxicidad de nuestro terreno orgánico o que ese problema, al menos, agrave la situación. Y todos sabemos que si bien los intestinos deberían ser la alcantarilla del organismo lo cierto es que habitualmente son una verdadera cloaca. Una alimentación hipotóxica como la que antes hemos propuesto es, por tanto, una buena manera de mantenerlos saludables.
En cualquier caso, como en general se suelen encontrar tan contaminados no estaría de más hacerse una irrigación. Puede hacerla en casa con un irrigador de dos litros -se venden en farmacias- o, mejor aún, acudir a un profesional que realice un trabajo más profundo. Una hidroterapia de colon es muy saludable.
Como mantenimiento sería bueno tomar cada día una infusión de dos cucharadas de semillas de lino en ayunas; no sólo mantendrán nuestra regularidad intestinal sino que además nos aportarán otros nutrientes de interés. También podemos poblar nuestros intestinos con bacterias benéficas consumiendo jugo de chucrut o suplementos de acidóphilus.
Y como el hígado cumple un importante papel de apoyo en esta labor, estimulémoslo con infusiones de cardo mariano, alcachofa o boldo, o bien, tomando una o dos ampollas diarias de jugo de rábano picante.

LA CLAVE ESTÁ EN LAS EMOCIONES
Recuérdese en todo caso que, junto con las infecciones, el estrés emocional es el principal agente promotor de crisis. Por eso las herramientas de control psíquico para mantener en el enfermo una actitud adecuada son importantes y pueden llegar a marcar una significativa diferencia en su calidad de vida.
En ese sentido es bueno darse cuenta de que no existe el conflicto: somos el conflicto. Cuando nuestra experiencia asimila ese aprendizaje somos concientes de que toda esa energía que utilizamos focalizándonos en los problemas podríamos direccionarla con mucha más eficacia en la solución de los mismos. Una mente serena ayuda muchísimo a ser más eficientes en un modo de "bajo consumo de energía". Para ello podemos valernos de la constancia y de disciplinas como el yoga, la meditación, el tai chi o alguna actividad que nos recree y regocije el espíritu.
Es todo. Seguramente los lectores pensarán que no han encontrado en este texto la solución mágica para el problema del lupus pero puedo dar fe de que quienes se valen de los recursos aquí mencionados viven mucho mejor que quienes no lo hacen. Es más, si se animan a seguir estos consejos comenzarán a preguntarse después de un tiempo cuál es la razón por la que muchas personas no son informadas del valor de la medicina natural y sufren innecesariamente. Ojalá sean muchos los lectores y profesionales que se atrevan a ir más allá de las creencias establecidas y lo comprueben por sí mismos.

15 MANERAS DE SANEAR UN AMBIENTE VS LAS ALERGIAS


Quien sufre con las enfermedades alérgicas, en especial las respiratorias, debe tener estos cuidados simples en casa para evitar crisis y complicaciones.


1. Mantenga la casa siempre ventilada y limpia. Guarde la ropa y objetos en los armarios, haciendo la limpieza más fácil y rápida.
2. Use un paño húmedo para quitar el polvo antes que se disperse. Utilice máscara y guantes durante el proceso.

3. Prefiera un aspirador de polvo que tenga filtro Hepa (High Efficiency Particulate Arrestance). Reduce los elementos alérgenos transportados por el aire, capturando ácaros y otras partículas.

4. Nunca sacuda para retirar el polvo, porque sólo lo esparce.

5. Remueva los osos de felpa. Si no fuera posible, evite los felpudos, ya que acumulan menos polvo.

6. Forre almohadas y colchones con protectores herméticos de plástico o vinilo, que son impermeables a los alérgenos, porque contienen material fibroso, ideal para el crecimiento de los ácaros.

7. Lave la ropa de cama con agua muy caliente semanalmente.

8. Remueva velas del cuarto, especialmente las de esencias, que pueden liberar substancias irritantes o perjudiciales.

9. Cuando se bañe, abra una ventana con el objetivo de reducir la humedad. Los ácaros gustan de locales calientes y húmedos.

10. Evite cojines en su cama. Si los tuviera, lávelos semanalmente y guárdelos, de preferencia, lejos de la cama.

11. Elimine de la lista acolchados, cortinas y mantas de lana. Edredón es una buena apuesta. 12. Nada de animales peludos dentro de casa. Si eso no es posible, bañelos una vez por semana.

13. No utilice productos con olor fuerte, como removedores, desinfectantes e insecticidas, así como perfumes.

14. Ni piense en fumar y no permita que fumen dentro de casa.

15. Combata la humedad excesiva y focos de moho.