miércoles, 18 de noviembre de 2009

DIETA DURANTE LA LACTANCIA

En la lactancia, de la misma forma que en el embarazo la mujer necesita una cantidad y una calidad de alimentos superiores a los habituales, debido al esfuerzo metabólico que implica amamantar al bebé con la leche materna, la cual es esencialmente el alimento completo que cubrirá las necesidades nutricionales del recién nacido.
El tipo de alimentación y el estado nutricional de la madre influirán en la cantidad y composición de la leche producida. Por lo regular, puedes llegar a producir de1 a 1.5 litros al día de leche, lo que representa unos 50 g de grasas y unos 100 g de lactosa diarios, que se sintetizan a partir de la glucosa materna. Por lo que deberás alimentarte de forma variada y equilibrada, con una dieta rica en energía, lípidos, proteínas y vitaminas con el fin de cubrir adecuadamente tus necesidades y las de tu bebé.
Asimismo, la pérdida de fosfato cálcico es de 2 a 3 g, cantidad mucho mayor que el aporte que proporciona una alimentación normal diaria. Como mujer lactante necesitas de 2 750 a 3000 kcl al día, si llevas a cabo una actividad física normal. Un bajo consumo de calorías disminuye el volumen de leche a los 2 meses posparto.
Las proteínas
Tu necesidad de proteínas durante la lactancia es la más estricta, ya que ellas satisfacen aproximadamente el 18% de la necesidad energética, para ello puedes consumir lácteos, carne, pescado y legumbres. Cabe mencionar, que las proteínas animales son superiores a las vegetales, especialmente el huevo entero y la leche, algo menos las carnes, de ahí que todas las dietas vegetarianas sean inadecuadas durante la lactancia. Aunque, los productos de origen animal se deben consumir con moderación.

Los carbohidratos
Se aconseja que por lo menos un 50% de las calorías sean aportadas por los hidratos de carbono, cuya función principal es ser una fuente de energía fácilmente utilizable. La madre que lacta necesita de 10 a 12 g al día de carbohidratos por kilogramo de peso. Incluso si se reciben suficientes calorías, la falta de hidratos de carbono perjudica el metabolismo de grasas y proteínas. Se recomienda el consumo de carbohidratos de absorción lenta, presentes en el pan integral, pastas, legumbres, papas y arroz.

Las grasas
Las grasas deben representar el 20 al 35% de las calorías de la dieta de la madre lactante. Además de actuar como fuente de energía, los lípidos sirven de vehículo de las vitaminas liposolubles, como A, D, E y K.

Calcio
La alimentación de la mujer lactante debe ser muy rica en calcio: se aconsejan 1,200 mg diarios. Consume alimentos ricos en calcio como la leche y sus derivados, sardinas, pescado, cereales de cocción rápida, espinacas, escarola, acelgas, col y frutos secos. También puedes complementar la ingesta de calcio mediante un suplemento multivitamínico como VITAFORT, que además contiene vitamina D, que interviene en la metabolización del calcio en el organismo con ayuda de los rayos ultravioleta de la luz solar.

Hierro
Aunque el componente principal de la leche materna no es el hierro tus necesidades de este mineral aumentan desde el embarazo hasta la lactancia, por lo que es muy importante que mantengas buenos niveles de este elemento, porque de padecer una carencia puedes estar en riesgo de sufrir anemia posparto así como tu bebé anemia del lactante.

Sin embargo, estos requerimientos no pueden cubrirse solamente con la dieta ordinaria, a pesar de que de forma equilibrada podría contener entre el 10 y el 40 mg diarios de hierro, gran parte no se absorbe; por consiguiente se recomienda administrar un suplemento vitamínico que aporte 30 mg al día, como VITAFORT que contiene también otras vitaminas y minerales como vitamina A, ácido fólico, cinc, calcio, vitamina D, vitaminas del complejo B, vitamina C, vitamina E y niacina, que te apoyarán en el gasto de energético que implica la lactancia.

Agua
Es muy importante la buena hidratación cuando estás amamantando, para lo cual deberás consumir un mínimo de dos litros de agua al día.

También debes considerar que hay alimentos que pueden dar mal sabor a la leche, tales como alcachofas, ajos y cebollas entre otros, para que a tu bebé no le caiga de extraño ese sabor y rechace la alimentación del pecho materno, que es el alimento ideal y más completo que le puedes proporcionar en sus primeros seis meses de vida. De la misma manera que durante el embarazo evita el tabaco, alcohol, la cafeína y las bebidas gaseosas azucaradas.

Consulta a tu médico, para que revise tu peso y te indique el plan alimenticio más adecuado para ti, así como el uso de Vitaminas y Minerales mientras amamantes a tu bebé.

EL HIERRO EN EL EMBARAZO


El hierro es un mineral presente y muy necesario en nuestra sangre, forma parte de la molécula de hemoglobina y es esencial para la formación de glóbulos rojos, cuyo objetivo es transportar el oxígeno hacia los diferentes tejidos del cuerpo.

Lo podemos obtener de fuentes naturales tales como:

Alimentos de origen animal
•Carnes rojas
•Vísceras
•Huevos
Vegetales
•Betabel
•Col
•Brócoli
•Vegetales de hoja verde oscura
•Plátano
•Frijol
•Lentejas
•Habas
•Garbanzos


La deficiencia de hierro puede producir anemia. Una reserva disminuida de este mineral se presenta cuando aumenta su necesidad, como durante la gestación o la lactancia en la mujer. La aparición de anemias es considerada uno de los problemas más comunes del embarazo.

La incidencia de este padecimiento varía del 20 al 80% de las gestantes y se cree que, por lo menos, la mitad de casos de anemia durante el embarazo es el resultado de la deficiencia de hierro, lo que la ha convertido en un problema de salud mundial, con un impacto muy importante en la muerte de madres y recién nacidos.

El hierro es necesario durante el embarazo para el desarrollo fetal y de la placenta, así como para evitar complicaciones en el trabajo de parto e incluso para prevenir un parto pre-término y en el recién nacido previene el bajo peso al nacer y la presencia de afecciones en el desarrollo del sistema nervioso, lo que evitará que tenga riesgo de muerte perinatal.

Por eso se recomienda la administración de una dosis de 30 mg al día, la cual puede ser proporcionada por algún suplemento vitamínico oral, como VITAFORT, ya que la necesidad fisiológica de hierro en la gestación, en especial en el tercer trimestre, no puede ser suplida de forma exclusiva por la alimentación, aunque ésta tenga las características nutricionales adecuadas.

Es importante señalar que, no obstante, la causa más común de la anemia es la deficiencia de hierro, también puede ser causada por bajas reservas de ácido fólico y vitamina B12, elementos que también están presentes en la fórmula de VITAFORT, el suplemento vitamínico que XochitlNDC te ofrece para que disfrutes de tu embarazo sin mayores complicaciones.

Recuerda acudir a tus consultas médicas durante el embarazo y ante cualquier anomalía que puedas presentar.

LAS 7 ENFERMEDADES LABORALES MAS COMUNES


Las pérdidas económicas por enfermedades y lesiones ocupacionales representan, en America Latina, del 9 al 12% del Producto Interno Bruto (PIB), según un cálculo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que aparece en la investigación Estadísticas de Riesgos de Trabajo en el IMSS.


De los 43 millones de mexicanos que conforman la Población Económicamente Activa, sólo un 12% cuentan con seguridad social, informó la autora del estudio, Guadalupe Aguilar Madrid, directora de la Unidad de Investigación en Salud en el Trabajo, del Centro Médico Nacional Siglo XXI.


Se tienen identificadas unas 2,500 enfermedades del trabajo; las más frecuentes corresponden a cáncer atribuible a la exposición de sustancias peligrosas, enfermedades musculoesqueléticas y respiratorias.


El rendimiento de una persona se ve perjudicado "en muchos casos por malas posturas y equipos inadecuados. No existe conciencia sobre la importancia del mobiliario en su desempeño. Por ejemplo, si la pantalla de la computadora no se coloca a cierta altura y en forma adecuada aparece la fatiga visual. Algunas oficinas no están lo suficientes bien ventiladas, se recurre a un ventilador y eso ocasiona resequedad de las mucosas", puntualizó la especialista.


Según un estudio realizado por la comercializadora de material de oficina, Office Depot, en 1,000 empresas en Europa, uno de cada cinco empleados de oficina tiene problemas de salud laboral, siendo los más comunes dolores de espalda y contracturas. En México este panorama no es la excepción.


Mexicanos enfermos


Los trabajadores se enfrentan a enfermedades que deterioran su actividad laboral y salud, y tienen su origen en situaciones como la presión que viven y la mala ergonomía del lugar, dijo Aguilar.


No todas las enfermedades están legisladas: un ejemplo de ello es el caso del estrés, explica la médica


(El estrés) sólo está reconocido por la Ley Federal del Trabajo como un problema asociado a la profesión de pilotos. Y ¿acaso un periodista que debe cerrar su nota o un médico, no presentan esto?.


Aquí, algunos de los problemas de salud que más aquejan a los mexicanos en su trabajo (y bolsillo).


1. Dolor de espalda: Los dolores de hombros, cuello y cintura son de los más reportados. "El diseño deficiente del lugar de trabajo, desde el punto de vista ergonómico, se relaciona con esto. Es muy común tener sillas con respaldo inadecuado y escritorios muy pequeños". Los empleados pueden llegar a sufrir, por ejemplo, síndrome del túnel carpiano, causado por la flexión reiterada de la muñeca, que produce perdida de fuerza en las manos, dice la experta.


2. Fatiga visual: ¿Has sentido que tienes arena en los ojos, éstos se encuentran rojos y te arden? Son síntomas de la fatiga visual, otro de los trastornos comunes, causado por la continua lectura de documentos, las computadoras sin protectores visuales o mal colocadas (frente a una fuente de luz).


Tal vez este problema no represente días de incapacidad, pero en el bolsillo sí se afecta. Un oftalmólogo privado puede superar hasta los 700 pesos y el costo de un tratamiento para este problema podría ser mayor a los 300 pesos.


3. Agotamiento: La especialista del Centro Médico Siglo XXI indica que entre la gente de oficina, como administrativos, personal de telemarketing y servicio al público, puede aparecer el síndrome burnout (agotamiento profesional). Entre los síntomas están: fatiga, aburrimiento, frustración y, en general, un sentimiento de perder el interés en lo que se hace.


Estrés: Este padecimiento produce desde dolores de cabeza, reacciones en la piel (como dermatitis), úlceras estomacales y disminución de la satisfacción laboral.


El estrés forma parte de las enfermedades psicosociales, las cuales han aumentado debido a los ritmos exagerados de trabajo.


El estrés es algo normal, "ayuda a estar alerta", pero cuando ese problema se extiende por mucho tiempo y es difícil de controlar, aparece el disestrés, que propicia o empeora las enfermedades mencionadas.

Al menos un 30% de los empleados presenta este problema, según datos difundidos por la UNAM. Pese al panorama, en la Ley Federal del Trabajo no existe ninguna clasificación de enfermedad laboral derivada del estrés; la única que se reconoce legalmente es la neurosis, no así la hipertensión y los infartos, entre otras, detalla la especialista.

5. Cansancio: El Síndrome de la Fatiga Crónica (SFC) es un mal que puede disminuir hasta un 50% la productividad laboral, indica Miguel Zamora Olvera, del Hospital de Psiquiatría con Unidad de Medicina Familiar No. 10. Este padecimiento es una alteración de cansancio o agotamiento prolongado que no se alivia con el descanso, y cuyos síntomas son: pereza, insomnio, molestia muscular y fiebre, entre otros, explicó el médico.

El SFC afecta a 500,000 mexicanos, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social.

6. Obesidad: Representa una situación en aumento, sobre todo por los hábitos de sedentarismo. En muchos casos, las personas pasan largas horas sentados y eso incrementa la ingesta de comida chatarra. En los comedores de las empresas existe poca información respecto a cómo cuidar tu alimentación y las complicaciones que este padecimiento genera, afirmó Aguilar.

Este problema se registra en un 60 a 70% de la población mexicana trabajadora.

7. Malestares gastrointestinales

Después de varios meses de molestias en el estómago, como inflamación, estreñimiento y dolor abdominal, Cecilia Hernández, profesionista en comunicación, visitó al médico y al diagnóstico fue Síndrome de Intestino Irritable (SII), empeorado -en buena medida- por su estrés.

El Síndrome de Intestino Irritable es un ejemplo de enfermedad que afecta en el ámbito del trabajo por sus síntomas y es frecuente entre los 30 y 45 años, edad en que la persona está en plena etapa de productividad.

Las más perjudicadas son las mujeres, y repercute en un 15 a 20% en el ausentismo laboral.

Si bien el estrés no es el causante directo de este desorden intestinal, que sufre un 22% de la población mexicana, sí participa de manera muy directa con la acentuación de los malestares que provoca.

Una de las dificultades de esta enfermedad, es el diagnóstico. Se puede confundir con una colitis o hasta con un cáncer del colón, debido a que no se realiza un buen interrogatorio y, a veces, sólo se le hace gastar a la persona en una serie de estudios.

Debido a que a que las presiones en tu lugar de trabajo seguramente no disminuirán, los especialistas recomiendan darle la vuelta a estos padecimientos haciendo un cambio en tus propios hábitos: manteniendo una alimentación saludable, procurando buscar momentos para liberar el estrés, y haciendo ejercicio regularmente.