lunes, 17 de agosto de 2009

FACTORES DE RIESGO DE CANCER

El cáncer es palabra corriente entre todos, más si hablamos en relación a la alimentación, pero existen aún muchos mitos alrededor de las causas que lo provocan.

Cada paciente de cáncer es especial, pero veamos a grandes rasgos los factores de riesgos comunes que se repiten en la mayoría de los casos:

  • El envejecimiento: si bien niños, adolescentes y adultos pueden sufrirlo, es común que pasados los 65 años la edad se convierta en un factor de riesgo.
  • El tabaco: las personas fumadoras son las más propensas a desarrollar algún tipo de cáncer, además de ser un hábito que se puede evitar.
  • Los rayos de Sol: la radiación ultravioleta, tanto del Sol como de las camas solares, provocan el envejecimiento prematuro de la piel y daños. Es recomendable exponerse al Sol de forma moderada y en horarios adecuados, después de las 17 hs o antes de las 11 hs.
  • La radiación ionizante: es la que provoca daños celulares y proviene de fuentes como los rayos X, la lluvia radioactiva, el gas radón o radioterapia en exceso, no en la dimensión que se usa para el tratamiento de cáncer.
  • Ciertos productos químicos y sustancias: la exposición constantes a asbesto, benceno, bencidina, cadmio, níquel y cloruro de vinilo en el trabajo puede causar cáncer.
  • Algunos virus y bacterias: se producen por la infección de Virus de Papiloma Humano, hepatitis B y C, leucemia, Virus de Epstein Barr, VIH, Helicobacter pylori y Herpesvirus humano 8.
  • Uso de terapia hormonal en la menopausia.
  • Antecedentes de cáncer en la familia: el riesgo de heredar las mutaciones de las células en los genes.
  • Exceso de alcohol, la ración adecuada es 1 copa por mujer al día y 2 copas en los hombres al día.
  • Dieta desiquilibrada, falta de actividad física y sobrepeso: cada vez más se comprueba que la dieta rica en grasas saturadas, comida basura y sedentarismo es una de la causas de aparición de cáncer más recurrente en la actualidad. Comer bien, variado y de calidad, acompañar la dieta con ejercicio y mantenerse en el peso adecuado son las herramientas que tenemos a nuestro alcance par evitar el cáncer

LOS TRIGLICERIDOS



Los triglicéridos son una forma de grasa que puede venir de los alimentos o fabricarse en el organismo y son utilizados por el cuerpo como fuente de energía.

Los niveles elevados de triglicéridos, se asocian a una dieta con alto contenido de grasa y pueden producir enfermedad coronaria (corazón), especialmente si la elevación de los triglicéridos se acompaña de niveles disminuidos de lipoproteínas de alta densidad “HDL”, llamado también “colesterol bueno”.

Los niveles normales de triglicéridos en sangre, varían con el sexo y la edad de la persona. Las mujeres tienen normalmente niveles mayores que el hombre y la mujer embarazada puede presentar los triglicéridos elevados. A mayor edad y mayor peso, los triglicéridos se pueden elevar también.

Los niveles normales son cifras menores de 200 mg/dl (miligramos por decilitro). Niveles de 200 a 400mg/dl son considerados en el limite superior o border line.

Niveles de 400 a 1000 mg/dl son considerados “elevados” y mas de 1000 mg/dl “muy elevados”. Los niveles elevados pueden estar asociados a enfermedad del hígado (cirrosis), hipotiroidismo (bajo funcionamiento de la tiroides), diabetes sin controlar, pancreatitis (infección del páncreas), enfermedad de los riñones y a una dieta baja en proteína y elevada en carbohidratos y grasas.

Niveles extremadamente bajos, menores de 10 mg/dl pueden estar asociados a mal nutrición, mal absorción de nutrientes por enfermedad del intestino delgado, hipertiroidismo y a una dieta totalmente sin grasa.

Las nuevas guías de la Fundación Nacional de Colesterol y Triglicéridos en USA, recomiendan tratar los niveles de triglicéridos elevados, aunque estén en su limite superior (200 a 400 mg/dl)

La Alimentación

Un consejo importante si usted tiene los triglicéridos elevados, es comer una dieta baja en grasa y alimentos con bajo índice glicémico. No elimine por completo las grasa de su comida, ya que el cuerpo necesita grasa de buena calidad como los ácidos grasos esenciales, para su metabolismo normal. Elimine las frituras, cocine la carne al vapor, asada o al horno y trate de evitar la repostería que contiene mantequilla, manteca y mucha azúcar.

El índice glicémico de los alimentos, mide la elevación de glucosa en sangre con las diferentes comidas (carbohidratos). A menor índice glicémico, menor elevación de la glucosa en sangre, menor elevación de la insulina que el cuerpo libera para disminuir la glucosa en sangre. La insulina elevada, produce la liberación de una mayor cantidad de triglicéridos a la sangre.

El índice glicémico es una medida arbitraria que se inicia con 100. Comidas que están en este rango o mayor, elevan la glusosa en sangre con mayor facilidad. Comidas en el rango de 70 son consideradas todavía como de elevado índice glicémico y algunas de ellas son: helados, papas (a excepción de la papa cruda y el camote), pan blanco, sandia.

Comidas en el rango “moderado” están entre 55 y 70 de índice glicémico y algunas de ellas son: casi todos las variedades de frijoles, vegetales cruciferos, cereales bajos en azúcar, toronja, manzana y tomates.

Otros consejos importantes para el paciente con los triglicéridos elevados es evitar las bebidas alcohólicas, que pueden elevar los triglicéridos y si esta pasada de peso, trate de perder peso y hacer ejercicio regular como la caminata, que le ayudará mucho a disminuir los niveles de triglicéridos

12 PRINCIPIOS PARA MEJORAR EL HIGADO


El hígado es el responsable de desintoxicar al organismo, actuando como laboratorio. Hacer algunos en su estilo de vida y alimentación puede ser la clave de su buen funcionamiento.

En gran medida la salud y vitalidad de un individuo está determinada por la salud y vitalidad del hígado. Es asombroso ver como el hígado, que es el responsable de la desintoxicación, sobrevive e intenta adaptarse al estilo de vida actual y a la cantidad de químicos tóxicos, presentes en medicamentos, alimentos y contaminantes ambientales en general.

El hígado tiene encomendadas más de 500 tareas de las cuales al menos 22 son vitales para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Por tanto su cuidado es esencial para el mantenimiento de nuestra salud. Cuando el hígado está cargado por exceso de trabajo (mala alimentación, sustancias tóxicas…) todo el organismo se resiente.

He aqui los 12 consejos principales

1. Escucha a tu cuerpo. No comas si no tienes hambre. En su lugar toma un zumo natural, una fruta, una pequeña ensalada o un vaso de agua. De la misma manera, no pases hambre si tienes apetito. Muchas personas planean sus horarios alimenticios en torno al reloj y así comerán por ejemplo a las 8:00am, a la 1:00pm y a las 7:00pm., llueva o truene, con apetito o sin él. Es mucho más saludable establecer tus horarios de comida alrededor de tu apetito y darle poca importancia al reloj. Si tienes la costumbre de comer en horarios regulares cuando no tienes hambre, tu hígado trabajará en exceso y básicamente sufrirá con excesivo ajetreo.

2. Bebe de 8 a 12 vasos diarios de agua mineral ya que ayuda a limpiar el hígado y los riñones y a perder peso. El cuerpo necesita pequeños y frecuentes sorbos de agua, de otra manera las células se encogen por deshidratación y sus membranas se secan. Las personas que no beben agua corren un riesgo mayor de contraer la enfermedad de Alzheimer. Evita grandes cantidades de líquidos durante las comidas.

3. Evita consumir grandes cantidades de azúcar, especialmente azúcar refinado, ya que el hígado lo convertirá en grasa y colesterol. La grasa puede ser causante de degeneración de los órganos o puede ser transportada a zonas tales como los muslos, glúteos y abdomen para su almacenamiento. Llegará un momento en el que los triglicéridos de la sangre serán demasiado elevados y esto está asociado con un incremento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Evita todos los edulcorantes artificiales ya que son tóxicos para el hígado y causan hipoglucemia y fatiga. Si necesitas comer algo dulce, toma fruta fresca, fruta escarchada, miel o melazas.

4. No te obsesiones midiendo las calorías. Si sigues los planes de comida y alimentos de la Dieta de Limpieza del Hígado, gradualmente tu hígado mejorará y en consecuencia, la pérdida de peso.
Es mucha más la gente que muere por comer por exceso que por defecto. Así que cojamos la costumbre de comer menos una vez que el apetito ha sido saciado.
Ignora la báscula del baño ya que el objetivo es limpiar el organismo y rejuvenecer todo el metabolismo, no solamente perder peso. La pérdida de peso vendrá de la mano con la mejora del funcionamiento del hígado. ¿Por qué preocuparse mirando lo rápido o lo lento que el cuerpo pierde peso?

5. Evita los alimentos a los que puedas ser alérgico o que sepas por experiencias pasadas que no te sientan bien. Mastica la comida lenta y concienzudamente, ya que la digestión empieza por la saliva cuando ésta se mezcla con los alimentos en la boca.
A medida que se envejece, la producción de ácido clorhídrico en el estómago es, a menudo, inadecuada para la eficiente digestión de las proteínas. Esto puede solucionarse bebiendo un vaso de agua que contenga una cucharadita de vinagre de sidra de manzana en todas las comidas (que contengan proteínas).

6. Presta atención a la buena higiene intestinal ya que el hígado debe filtrar y destruir cualquier bacteria y virus presentes en la comida.
Demasiados organismos dañinos, tales como la salmonera y la bacteria shigella, pueden dañarnos seriamente e incluso dañar permanentemente el hígado. Para reducir este riesgo, come alimentos que sean frescos, y evita el recalentamiento regular de los alimentos, ya que un buen caldo de cultivo para las bacterias son los alimentos cocinados, especialmente la carne. No calientes nunca la comida más de una vez. Y siempre lávate las manos antes de comer.
Muchos alimentos procesados y empaquetados están llenos de conservantes, y aún así contienen organismos dañinos en estado latente. Tan pronto como estos alimentos llegan al intestino los conservantes desaparecen y el virus empieza a crecer en el intestino. Evita especialmente las carnes en conserva.

7. No comas si te sientes tenso o ansioso ya que durante estos estados la corriente sanguínea es desviada de los intestinos e hígado a otras zonas del cuerpo.

8. Comprueba si cerca de tu zona puedes adquirir productos biológicos frescos y libres de pesticidas. Si consumes huevos y pollo, que sean siempre de corral.
Compra productos que contengan ingredientes naturales y evita los alimentos procesados que contengan sustancias químicas artificiales tales como conservantes, colorantes, aromatizantes y edulcorantes artificiales.

9. Obtén las proteínas de diferentes fuentes, incluidas las legumbres. De todas formas hay muchos platos en los cuales la proteína se obtiene de las legumbres, granos, cereales, frutos secos y semillas. Las proteínas de primera clase procedentes de la combinación de estas fuentes son tan completas como las proteínas de origen animal y contienen los 8 aminoácidos esenciales.
Las legumbres son las alubias (tales como la alubia de soja o las habas, etc.), los guisantes, los garbanzos y las lentejas, que aportan proteínas de gran valor, ácidos grasos esenciales, fibra, hormonas vegetales, minerales y vitamina B.

Si estas demasiado ocupado para cocinar alubias, puedes comprarlas en lata, hay una gran variedad para elegir. Si las alubias enlatadas contienen demasiada sal y azúcar antes de usarlas acláralas con agua.
Semillas - linaza, girasol, sésamo y calabaza, todas son unas excelentes fuentes de ácidos grasos esenciales, proteínas, hormonas vegetales y fibra.
Las nueces son muy ricas en grasas insaturadas y deberían comerse sólo frescas y crudas. Si han sido peladas y expuestas al aire durante un tiempo prolongado su aceite se habrá vuelto rancio. Compra nueces empaquetadas con fecha de caducidad o nueces con su cáscara.

10. Elige bien el pan y el relleno. Es importante comer solamente pan de buena calidad en la Dieta de Limpieza del Hígado.
Vete a una tienda de comida natural y compra pan que no contenga sustancias artificiales. Si tienes el colon irritable, consume pan de harina molida, ya que tiene una textura fina, y está libre de pequeños granitos.
Prueba distintas variedades de pan para reducir alergias, prueba el de centeno, de trigo, de maíz, de avena, de cebada y demás que puedas encontrar en tiendas de alimentos naturales. Para algo más ligero, prueba crackers de arroz, de centeno o pan de pita sin levadura. Si eres alérgico a la levadura, consume pan sin levadura o una barra de masa agria.
Durante la Dieta de Limpieza del Hígado, es muy importante evitar la margarina y/o mantequilla, si necesitas algo para extender sobre el pan utiliza aguacate fresco, humus o tahín.

11. Evita el estreñimiento comiendo muchas frutas frescas y vegetales y bebiendo agua a lo largo del día. Evitando el estreñimiento evitarás el crecimiento de organismos no deseados en el intestino grueso. Para aumentar la cantidad de acidophilus benignos y otras bacterias lactobacillus, puedes consumirlos en forma de yogur de soja o en polvo.

12. Evita las grasas saturadas o en mal estado. Estas grasas insalubres pueden dañar el hígado con los cambios característicos de un "hígado obeso" similar a aquel de los consumidores de alcohol.

Muchas personas preocupadas por su línea intentan llevar una dieta completamente libre de grasa, aunque, si esto se practica durante más de cuatro semanas, empezaran a aparecer síntomas de deficiencia de ácidos grasos. Es más, las funciones del hígado y del metabolismo se ralentizarán y conducirán a un fácil aumento de peso.
Los síntomas de deficiencia de ácidos grasos son: piel seca e irritada, eczema, pérdida de cabello, dolor articular, fertilidad reducida, incremento de la distracción, depresión y pérdida de memoria, lento índice metabólico con aumento de peso, reducción de las funciones inmunológicas, desequilibrio hormonal, degeneración del hígado, fatiga, problemas circulatorios, enfermedades degenerativas, adelanto del envejecimiento y alto porcentaje de triglicéridos.

Cientos de personas obesas y muchas no ingieren excesivas calorías; su problema es debido solamente al consumo equivocado de grasas. El hígado es el principal órgano encargado de consumir las grasas del cuerpo y si tú lo agredes con grasas en mal estado será incapaz de realizar sus funciones metabólicas y tu metabolismo general se ralentizará. En consecuencia, ganarás peso fácilmente, especialmente alrededor de la zona abdominal.

De manera sencilla, podríamos decir que un hígado saludable bombea la grasa fuera del cuerpo manteniéndote delgado.

Los malos hábitos alimenticios para el hígado causarán un desequilibrio en la producción de lipoproteínas del hígado, de esa manera tendrás demasiadas lipoproteínas de baja densidad (LDL) e insuficientes lipoproteínas de alta densidad (HDL). Esto incrementará el riesgo de arteriosclerosis, enfermedades coronarias y presión alta.
El tipo de grasa que ingerimos diariamente es importante para la salud y la longevidad y tendrá más influencia que ninguna otra cosa sobre el funcionamiento del hígado y el peso.

Los aceites dietéticos nos cuidarán si nosotros los cuidamos a ellos, reduciendo su exposición al calor, al aire o a la luz. Los aceites alimenticios naturales tales como los presentes en el pescado, semillas, nueces, aguacates, olivas y legumbres están protegidos de la luz, el aire y el calor gracias a la piel y cáscaras que los recubren y son más frescos y saludables que las versiones embotelladas. De todas formas, para sazonar ensaladas, fritos ligeros, etc., lo ideal es consumir aceite sin refinar que haya sido prensado en frío y conservado en botellas de cristal oscura para protegerlo contra la luz. Mantenerlo en el refrigerador. El aceite de oliva virgen es fácil de adquirir y es una buena elección ya que está prensado en frío y no ha sido calentado, refinado o blanqueado con lejías.

Alimentos Recomendables para el Hígado

Los mejores vegetales para el hígado son la zanahoria y la remolacha ya que contienen antioxidantes incluyendo el betacaroteno, otros carotenoides y flavonoides curativos que dan color a estos vegetales. Estas verduras antioxidantes tienen un efecto limpiador y curativo para el hígado. Los más beneficiosos son:

  • Rábanos
  • Fresas y uvas
  • Escarola
  • Col, brócoli y coles de Bruselas

Lecitina: ayuda al hígado a metabolizar las grasas y reduce el nivel de colesterol.
La alfalfa y las hojas de cebada dan al hígado una inyección de clorofila que actúa tanto como tónico, como limpiador del hígado.

Elegir un buen tónico para el hígado

Hoy en día hay muchos tónicos para el hígado en el mercado. No es bueno consumir tinturas herbales que contengan alcohol ya que esto no es bueno para el hígado. Yo prefiero usar hierbas secas mezcladas con hojas de menta en polvo para darle un sabor agradable y refrescante.
Existen algunos tónicos excelentes en el mercado, en forma de polvo, que contienen mezclas de psylio, diente de león, cardo mariano, alcachofa, albura de olmo americano, lecitina, hojas de cebada, polvo de zanahoria y polvo de alfalfa. Pueden ser mezclados con zumos frescos.

LAS HORMONAS Y LA ALIMENTACION


Nuestra salud, nuestra respuesta ante el peligro, nuestros cambios de humor y hasta nuestro peso están regulados en gran parte por las hormonas. Éstas guardan una estrecha relación con nuestro estado de nutrición.

Las hormonas son secretadas y liberadas directamente en la sangre por órganos conocidos como glándulas, estas son muy abundantes en nuestro cuerpo y por lo tanto también existen una gran cantidad de hormonas. Las glándulas tienen una función muy importante que consiste en monitorear que situaciones están sucediendo en nuestro cuerpo.

El estado nutricional afecta el sistema hormonal, es decir, para que funcione de manera adecuada tenemos que tener un buen estado de nutrición, así el ayuno, la alimentación en exceso o el ejercicio alteran este sistema. Un ejemplo son las personas que se vuelven muy delgadas por tener un sistema hormonal alterado, generalmente la tiroides (glándula) tiene problemas con la secreción de hormonas tiroideas por lo que estas personas si no se atienden son incapaces de mantener un buen estado de salud, y se vuelve un círculo vicioso, otro ejemplo podría ser las personas que tienen dietas con alto contenido de grasas teniendo niveles hormonales que puedan hacerlas susceptibles a padecer ciertos tipos de cáncer.

Por otro lado el sistema hormonal también afecta el estado de nutrición ya que junto con el sistema nervioso controlan las señales de hambre y saciedad, manda mensajes al sistema digestivo sobre que comida entra y que tipo de jugos gástricos se deben liberar. Durante el ciclo menstrual algunas mujeres presentan cambios de apetito comiendo más hidratos de carbono que el resto del ciclo, otro ejemplo es que las hormonas en parte son las responsables de la falta de apetito durante las enfermedades o reaccionan ante el estrés afectando la absorción de los nutrimentos.

Por todo lo anterior siempre que tenemos algún problema de nutrición ya sea en escasez como la desnutrición o en excesos como la obesidad no debemos olvidarnos de nuestro sistema hormonal ya que muy probablemente parte de la respuesta al problema la podamos solucionar tomándolo en cuenta, no lo olvides.

Las Grasas y las hormonas

Las hormonas son los mensajeros que le dicen a nuestro metabolismo lo que tiene que hacer. Si tiene que almacenar algo, destruirlo, regenerarlo, acelerar el corazón, etc.

Si desequilibras el sistema hormonal tu cuerpo dejará de funcionar de manera correcta y degenerará. Si desequilibras una hormona, terminarán desequilibrándose varias, ya que están relacionadas unas con otras.
Los alimentos no solo son importantes por las "calorías" que tengan, como te quieren hacer creer todos los anuncios, sino por como afectan a tu sistema hormonal.

Especial atención merece para nosotros la hormona insulina, ya que esta hormona gobierna los procesos metabólicos que hacen que los alimentos que comemos se almacenen en forma de grasa corporal. Es decir, para transformar cualquier alimento que hayamos comido en grasa corporal, hace falta que haya niveles altos de insulina. Y viceversa. Si no hay niveles altos de insulina en el cuerpo, los alimentos que comemos tendrán más difícil el llegar a almacenarse en forma de grasa corporal. Los niveles que tengamos de insulina dependen mucho de los alimentos que comamos.
El tener elevados niveles de insulina de manera continua en el cuerpo produce muchos problemas, como son: obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión, fatiga crónica, infertilidad, colesterol alto, riesgo de ataques al corazón, etc.

Por tanto, hay que controlar los alimentos que producen que suban tus niveles de insulina. ¿Qué alimentos son estos? Pues casualmente son los azúcares en todas sus formas y los carbohidratos feculentos.
También elevan tus niveles de insulina ciertas sustancias como son: la cafeína, los edulcorantes artificiales, el alcohol, el tabaco, los estimulantes y los aditivos químicos. Por eso, también hay que evitar consumir estas sustancias de manera habitual.

Por supuesto, la respuesta insulínica de cada persona ante cierto alimento es diferente de una persona a otra. Por eso, los alimentos nos afectan con distinta severidad a unos que a otros y cada uno tiene una tolerancia distinta. Ciertas enfermedades como la obesidad mórbida son casos extremos de desordenes hormonales a gran escala.

Nuestro cuerpo fabrica las hormonas a partir de la grasa y del colesterol, por lo que ambos son necesarios para tener un sistema hormonal equilibrado y sano. Por eso todas las dietas bajas en grasa producen desordenes hormonales. Hay que comer grasas, pero eso si, grasas naturales no desnaturalizadas. Y tranquilos, aunque comas grasa y esta tenga muchas calorías, no se te almacenara en tu cuerpo en forma de grasa corporal mientras no tengas altos los niveles de insulina simultáneamente. Por eso no es aconsejable mezclar en una misma comida una alta cantidad de grasa (muchas calorías) con una gran cantidad de un alimento que provoque una subida de los niveles de insulina como son el azúcar o los carbohidratos feculentos. Es por eso que los pasteles, bollos, helados, galletas (azúcar+ grasa) engordan tanto.
Por tanto, tener un sistema hormonal equilibrado es importantísimo para nuestra salud y nuestro cuerpo.

Una cosa importante es que, cuanto más desequilibrado tengas tu sistema hormonal, mas tiempo necesitaras para re-equilibrarlo y por eso, mas estricto deberías ser con tu alimentación hasta conseguirlo.
Las malas comidas, comidas trampa y demás, afectan menos a quienes tienen sus sistemas hormonales equilibrados que a aquellos que andan lejos del equilibrio.

Factor clave en el sobrepeso femenino

En la fase premenstrual, el incremento de la hormona progesterona induce a la mujer a comer más, y a consumir alimentos dulces, por la caída del nivel de azúcar en la sangre.
Durante la ovulación, en el cuerpo femenino se libera, en grandes cantidades, la hormona estradiol, que tiende a disminuir la sensación de hambre. Además de las hormonas sexuales, en el peso corporal femenino también influyen las hormonas digestivas y tiroides, entre otras sustancias endocrinas.

La regulación endocrina femenina, que se dirige desde el cerebro hacia distintas glándulas y órganos, y se basa en una interconexión entre hipotálamo, hipófisis, ovarios, tiroides y adrenales, puede alterarse trabajando a un ritmo más rápido o lento, o segregando más o menos hormonas'. Algunas mujeres tienen un aspecto aniñado porque su hipófisis funciona más lento, otras comen mucho y están siempre delgadas porque su tiroides y sus células trabajan más rápido de lo normal, mientras que hay quienes tienen forma de pera, debido a los desequilibrios hormonales en sus ovarios, o tienen obesidad localizada en la tripa debido a su hiperactividad adrenal', señala.

'Las hormonas son determinantes en la salud y forma femeninas: de hecho la mujer es más propensa a sufrir disfunciones en su tiroides, lo cual hace que se mantenga delgada, sea muy nerviosa y sea hiperactiva, cuando su glándula funciona aceleradamente, o que engorde, se deprima y tenga un ritmo bajo de actividad, cuando funciona más lento de lo normal.

Según especialistas, en cada mujer predomina una glándula de secreción hormonal, la cual influye sobre las líneas naturales del cuerpo y en la forma en que el organismo reacciona ante las grasas y emplea su energía.
Para mantenerse en forma, hay que seguir un plan de ejercicios y alimentación 'a la medida de las hormonas y la glándula dominante de cada mujer, para compensar sus factores vulnerables naturales y trabajar sobre sus puntos fuertes".

Trastornos hormonales en dietas vegetarianas

La dieta vegetariana es saludable pero hasta cierto punto, como sabemos, los extremos no son nada aconsejables, nos referimos a la parte más extremista de la dieta vegetariana, hay personas que utilizan esta dieta por varios motivos que en realidad no son los que predican “para un organismo saludable”.

Hay quien se revela contra la ingesta de carnes, o desean ocultar trastornos alimenticios para adelgazar, etc. Esta dieta es utilizada por mucha gente y con distintos propósitos, sean claros u ocultos.

Dependiendo de la edad, en el caso de ser adolescentes, este tipo de dieta sin control puede ser un riesgo importante en el desarrollo. Una dieta vegetariana se puede dividir en varios tipos de subdietas. Está la que sólo incluye las frutas y verduras (vegetariana pura), si además se incluyen los huevos (ovovegetariana), si añadimos además la leche (ovolactovegetariana) y finalmente la semivegetariana, en la que se incluirían huevos, pescados y lácteos.

Si un adolescente se decanta por alguna de estas dietas, sufre hasta seis veces más el riesgo de padecer algún trastorno hormonal debido a la falta de los nutrientes esenciales que son tan necesarios para el desarrollo.

Dependiendo del grado de restricción alimentaria que un adolescente practique, se pueden contraer algunos problemas como el retraso del ciclo menstrual o la amenorrea, una dolencia que se caracteriza por la falta de menstruación. Un ejemplo son las bailarinas de ballet, hasta un 60% de ellas sufrían de amenorrea causada por una dieta excesivamente restrictiva conjugada con el esfuerzo físico y los altos niveles de estrés.

Hay que mirarse con lupa la determinación de llevar una dieta vegetariana, la edad es un aspecto importante, es necesario que una dieta aporte un 60% de calorías en hidratos de carbono, un 30% de grasa y un 20% de calorías proteínicas. Al final va a resultar que a la doctora se le ha olvidado aconsejar una dieta mediterránea, una dieta justa y equilibrada.

Al principio hablábamos sobre la verdadera intención de elegir una dieta vegetariana, la obsesión por adelgazar es la tendencia que más predomina y no debería ser así, debería ser una obsesión por todo lo que sea necesario y adecuado para nuestro organismo.

NUTRICION Y ENFERMEDADES

La salud es el estado de bienestar físico, mental y social, así la define la Organización Mundial de la Salud, por lo tanto no es sólo la ausencia de enfermedad.

Se sabe que los determinantes de la salud son muchos; unos de índole biológico, otros se relacionan con el medio ambiente y el estilo de vida, siendo la alimentación y la nutrición, junto con la actividad física factores muy determinantes para la salud.

Una alimentación saludable es aquella que contiene todos los nutrimentos que el individuo necesita, en cantidad y proporción adecuada. Para ello deben estar representados todos los grupos de alimentos con la frecuencia y ración adecuada, siguiendo las recomendaciones de cada nutrimento.

En la mayoría de las enfermedades, la nutrición tiene un papel muy importante, ya que ayuda a tener un mejor tratamiento, así como una excelente recuperación, haciendo que el paciente tenga una mejor calidad de vida.

A continuación, explicaré algunas de las enfermedades mas comunes en las cuales la nutrición tiene un papel muy significativo en su tratamiento.

Obesidad:

La obesidad es el padecimiento relacionado con la alimentación más común en el mundo. Se considera que una persona es obesa si su peso es 30% mas alto que el peso normal aceptable, de acuerdo con la estatura, sexo y edad.

No existe una cura mágica para la obesidad, pero se puede lograr un peso más bajo y saludable si aumenta el nivel de actividad física y se reduce el consumo de energía (Kilocalorías). Para esto es importante consultar a un especialista de la salud, para que el tratamiento sea el adecuado y no hayas “rebotes”.

Existe una Norma Oficial Mexicana para el Manejo Integral de la Obesidad, que se publicó el 12 de abril del 2000 en el Diario Oficial de la Federación. Esta norma establece los lineamientos sanitarios para regular el manejo integral de la obesidad, además señala las disposiciones que deben seguir los diferentes profesionales de la salud para los tratamientos médico, farmacológico, quirúrgico y nutricio, así como la infraestructura y el equipo con el que se debe contar. También hace referencia a las medidas preventivas y a los lineamientos que debe seguir la publicidad. Esta Norma define a la obesidad como la enfermedad caracterizada por el exceso de tejido adiposo en el organismo. Se determina la existencia de obesidad en adultos cuando existe un índice de masa corporal mayor de 27, y en población de estatura baja (mujeres menor a 1.50 m, y hombres menor a 1.60 m.) mayor a 25.

La obesidad puede tener consecuencias devastadoras para la salud y la felicidad. A nivel emocional, puede producir depresión y reducir el autoestima. A nivel físico puede provocar dificultad para respirar, dolor de piernas y tobillos hinchados; daño en las articulaciones, causando osteoartritis, sobretodo en rodillas y caderas. Las personas con obesidad tienen mayor probabilidad de desarrollar hipertensión arterial, diabetes mellitus, problemas en la vesícula biliar, gota, enfermedades cardiovasculares, ateroesclerosis, algún tipo de cáncer, entre otras.

La obesidad se origina por una combinación de exceso de comida o sobrealimentación, y falta de actividad física. Si se come mas energía de la que se gasta, ese excedente de calorías se almacena en el cuerpo como grasa, esto trae como consecuencia el aumento de peso.



Enfermedades cardiovasculares

Estas enfermedades son consecuencia de la interrupción de la corriente sanguínea al corazón y del corazón al cuerpo.

La principal causa de esto es la Ateroesclerosis que es el endurecimiento y oclusión de las arterias. Este endurecimiento se relaciona con un depósito graso que forma una placa llamada “Ateroma”, que esta presente en la pared de las arterias. Este ateroma se desarrolla lentamente durante muchos años, pero crece con mas rapidez en personas fumadoras y en quienes tienen niveles muy altos de colesterol. Alrededor de los 50 años, los hombres se ven afectados por la ateroesclerosis; en las mujeres es diferente, ya que durante su etapa reproductiva, los estrógenos mantienen bajos las concentraciones de colesterol, pero cuando llega la menopausia, éstos niveles tienden a aumentar, desarrollándose la ateroesclerosis.

Al tener las arterias endurecidas, son menos elásticas y no se distienden con facilidad, por lo tanto la presión sanguínea aumenta en ellas y el flujo sanguíneo a los tejidos disminuye. Si las arterias pegadas al corazón están afectadas, pueden presentarse alteraciones cardiacas, angina de pecho e infartos.

Para prevenir la ateroesclerosis, es recomendable no fumar o dejar de fumar, evitar los alimentos ricos en grasas animales y ricos en colesterol como es el caso del huevo (la yema tiene el colesterol del huevo), si que si se les antoja un huevo, puede ser sólo las claras, ya que estas no tienen colesterol); también se debe evitar el consumo excesivo de café porque algunas sustancias del café contribuyen a aumentar el colesterol. Aumentar en la dieta frutas y verduras, así como aceites vegetales como el de oliva; aumentar el consumo de pescados como sardina, salmón, arenque, atún fresco, ya que contienen un aceite llamado W-3 el cual evita el engrosamiento de las arterias. La mejor protección se obtiene de la actividad física, un buen entrenamiento puede ayudar a evitar estas enfermedades.

Hipertensión arterial

a hipertensión o la presión arterial alta, puede ser ocasionada por problemas en el riñón, desequilibrios hormonales, y obesidad.

La hipertensión ocurre como resultado de una resistencia aumentada al flujo de sangre de los vasos sanguíneos pequeños que tienen paredes musculares; la mayoría de los casos la presión arterial elevada es causada porque éstos vasos sanguíneos pierden su capacidad de relajarse de forma normal.

La hipertensión aumenta el riesgo de sufrir un ataque, debido al estrechamiento o ruptura de algunos vasos sanguíneos del cerebro. Puede engrosar o reventar los vasos sanguíneos en la parte posterior de los ojos, produciendo visión borrosa o ceguera, también puede dañar los riñones y producir insuficiencia renal. Al combinar la hipertensión con un nivel alto de colesterol en la sangre, se acelera la ateroesclerosis.

Aparte del medicamento un cambio a una dieta saludable y bien equilibrada es el mejor tratamiento para la hipertensión. Evitar el alcohol ayuda a disminuir con rapidez la presión arterial en personas que beben en exceso; en personas obesas, también hay una disminución de la presión arterial si se reduce el peso de forma gradual; la pérdida de peso acelerada, seguida por una recuperación de mismo, pueden aumentar el riesgo de esta enfermedad.

También una reducción en el consumo de sal ayuda a disminuir esa hipertensión, sobretodo los alimentos procesados, encurtidos, ahumados y salados. Aumentar el consumo de frutas y verduras (en pacientes con enfermedad renal hay que tener especial cuidado porque hay que disminuir el potasio), pescado fresco.

El ejercicio regular ayuda a disminuir la presión arterial, aunque si una persona con hipertensión arterial grave no diagnosticada, empieza a hacer ejercicio riguroso, corre el riesgo de tener un ataque cardiaco, por lo que es recomendable empezar con una actividad tranquila y aumentar el ritmo de forma gradual, así como la intensidad y la duración; por lo anterior es muy importante consultar a un especialista de la salud antes de comenzar cualquier rutina de ejercicio.
Es importante mencionar que el ejercicio también ayuda a controlar el estrés, el cual influye en la hipertensión.




Osteoporosis

Este es un padecimiento que afecta con mayor frecuencia a las mujeres de mediana edad y a las mujeres mayores. Los huesos se debilitan y se quiebran, por lo que las personas que sufren esta enfermedad son más vulnerables a las fracturas, incluso a accidentes menores. Las zonas de mayor riesgo son las caderas, muñecas y columna vertebral.

Los huesos se reemplazan de forma continua. Unas células llamadas “osteoclastos” devoran el hueso existente, depositando el calcio en el torrente sanguíneo; otras células llamadas “osteoblastos” forman nuevos huesos y depositan calcio en ellos. En los jóvenes y las personas sanas existe una actividad igual en ambos tipos de células, dando como resultado que la masa y la estructura ósea se mantengan.

Con la edad se pierde más calcio de los huesos que el que se recupera, perdiendo densidad ósea. Las mujeres son mas propensas a esta enfermedad que los hombres, debido a que con la menopausia, se pierden las hormonas llamadas estrógenos, que disminuyen la pérdida ósea. Aunque las mujeres posmenopáusicas corren mayor riesgo, algunas mujeres jóvenes pueden padecerla también; esto es debido a una cantidad muy baja de grasa en el cuerpo, periodos menstruales irregulares o no existentes y niveles bajos de estrógenos. Un peso corporal bajo también aumenta el riesgo de osteoporosis porque ocasiona una menor presión en los huesos (la presión aumenta la densidad ósea), la grasa corporal promueve la producción de estrógenos.

Los huesos están formados de calcio, entre otras sustancias, debido a esto es importante el consumo de alimentos ricos en calcio, como los lácteos, verduras de hoja verde, sobretodo en la adolescencia. El cuerpo humano, necesita de la vitamina D para absorber el calcio, ésta vitamina se encuentra en alimentos como pescados, huevos, leche y alimentos enriquecidos con esta vitamina; por lo tanto es muy importante que se consuman alimentos ricos en calcio y en vitamina D, para que en verdad se absorba el calcio en los huesos.

El consumo de sal y alcohol debe limitarse porque aceleran la pérdida de calcio. El consumo de cafeína no debe exceder de 3 o 4 tazas de café al día, ya que la cafeína elimina el calcio del torrente sanguíneo. El fumar aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis porque interfiere con la producción de estrógenos.

El ejercicio regular pero no excesivo, desde una edad temprana, es otra medida preventiva muy importante; también es recomendable para las personas que ya tienen osteoporosis para aumentar el tono muscular.



Diabetes Mellitus

La glucosa es una fuente de energía importante para el organismo, sin embargo, si se encuentra en exceso es malo. Demasiada glucosa en la sangre se conoce como un trastorno llamado Diabetes Mellitus.

Los hidratos de carbono que se obtienen de los alimentos que contienen azúcar o almidones, incrementan las concentraciones de glucosa en la sangre. En condiciones normales, el equilibrio adecuado es restaurado de manera inmediata por la insulina, que es una hormona producida en el páncreas. Si la producción de insulina en el organismo es muy baja o deficiente, la concentración de glucosa aumenta, en esto básicamente consiste la diabetes.

El tratamiento consiste en llevar una dieta equilibrada y controlada que limite el consumo de hidratos de carbono simples.

También se pueden seguir las siguientes recomendaciones:

  • Evitar el sobrepeso
  • Comer con regularidad sin omitir ninguna comida
  • Consumir alimentos ricos en almidones y fibra
  • Disminuir el consumo de alimentos azucarados
  • Aumentar el consumo de verduras y frutas frescas, teniendo importante cuidado en las frutas muy dulces, enlatadas y secas.
  • Asegurar el comer carnes, huevo y queso.
  • Disminuir el consumo de grasas animales
  • Limitar el consumo de sal y alimentos salados
  • Limitar el consumo de alcohol

Como en cualquier enfermedad, es muy importante que se consulte con un especialista; en esta enfermedad es primordial acudir con un nutriólogo que lo oriente en qué alimentación es la adecuada para evitar que la glucosa aumente.

La mayoría de las enfermedades están íntimamente vinculadas con la alimentación, pero es importante la prevención de las mismas teniendo un adecuado plan alimentario, por lo cual es elemental consultar con el nutriólogo antes de iniciar cualquier dieta, sobretodo si se tiene alguna enfermedad o si se tiene propensión a las enfermedades.



Colitis

Es una enfermedad inflamatoria del colon o recto, y es mucho más frecuente en mujeres que en hombres. La aparición de esta enfermedad se registra entre los 20 y 25 años; el pronóstico depende de la gravedad y de la duración de la misma, activa. Cuando la enfermedad se encuentra activa produce inflamación, en ocasiones más graves sangrado y ulceración de la membrana que cubre al colon, esto ocasiona dolor y a veces diarrea.

La nutrición adecuada es muy importante en la colitis; hay que incluir cantidades adecuadas de energía, proteínas, vitaminas A, C, D, B12, ácido fólico, calcio, hierro y Zinc, así como el consumo de una mayor variedad de alimentos sin exacerbar la inflamación.

Algunos alimentos que se deben incluir en la dieta son: hígado una vez por semana (para obtener vitamina A, B12 y hierro), frutas y verduras anaranjadas como zanahoria, naranja (para obtener vitamina A). salmón y sardina frescos (para vitamina D); pescado fresco (para vitamina B12); verduras de hoja verde oscuro como espinacas, brócoli, acelgas (contienen ácido fólico y fibra soluble). Otra manera de evitar esta enfermedad es mediante la canalización del estrés, ya sea por medio de ejercicio de relajación o de actividades que nos ayuden a liberarlo, como es el ejercicio aeróbico.

Gastritis

Los síntomas que caracterizan esta enfermedad son la sensación de ardor en la boca del estómago, ocasionando agruras, acidez, náusea y flatulencia. Esto es debido a una inflamación de la mucosa del estómago.

Las causas de esta enfermedad son los excesos en el consumo de alcóhol, el consumo de alimentos muy condimentados, la ingesta de grasas, el estrés, la cafeína, y la nicotina del cigarro; esto hace que se secrete ácido en el estómago, ocasionando la inflamación de las mucosas y por lo tanto ardor. Las comidas regulares, pequeñas y ligeras pueden ayudar a aliviar el malestar. El consumir mucho agua, fruta como el plátano, manzana, pera, arroz blanco hervido, pollo cocido, son los alimentos más recomendados en el caso de tener gastritis severa.


Hernia hiatal

Esta enfermedad se presenta cuando una parte del estómago forza su entrada hacia el pecho, debilitando el esfínter hiatal, provocando que los ácidos grasos del estómago fluyan hacia el esófago; esto puede producir agruras crónicas, indigestión, flatulencia, ardor.

Para evitar estos síntomas es necesario el consumo de pequeñas comidas racionadas durante el día, es decir comer 4 o 5 veces al día; dejar de fumar para disminuir la acidez gástrica; evitar las comidas muy grasosas y ácidas; dormir con la cama en 45 grados para evitar el paso del ácido al esófago; evitar refrescos, no acostarse después de comer; los alimentos ideales para esta enfermedad son los mismos que recomiendo para las enfermedades anteriores.

Hemorroides

Las hemorroides son venas inflamadas en el ano que producen comezón o dolor. Las causas más comunes es el estreñimiento prolongado, el permanecer sentado durante periodos prolongados, la obesidad. El estreñimiento se da comúnmente por comer cantidades excesivas de alimentos que contiene poca o nada de fibra y no beber suficiente agua.

Para ayudar a evitar las molestias es importante que se ingieran alimentos ricos en fibra, como las frutas y verduras (manzana, pera, ejotes, verduras de hoja verde cocidas), cereales integrales (como avena, pan, arroz integral) y mucha agua; hay que reducir los azúcares refinados y evitar los alimentos muy condimentados.

Enfermedades del hígado

Si una persona come muchos alimentos ricos en grasas, azúcares y alcóhol, su hígado puede deteriorarse.

El hígado es el principal desintoxicante del organismo; elimina y neutraliza toxinas, medicamentos, nicotina y alcohol de la corriente sanguínea; también almacena la glucosa en forma de glucógeno para mantener la concentración adecuada de glucosa en sangre, produce proteínas importantes y descompone los excesos de proteínas; produce la bilis para descomponer las grasas y hacerlas digeribles. Estas funciones se ven alteradas debido al deterioro del hígado por enfermedades como la hepatitis, por exceso de medicamentos, drogas y/o alcóhol.

Para disminuir la carga de trabajo del hígado, es mejor seguir una dieta con un bajo contenido de grasas animales, de azúcares, de café o té, evitar el alcóhol y alimentos muy condimentados, y aumentar los alimentos ricos en vitamina C (frutas cítricas como naranja, limón, toronja, guayaba), vitamina B12 (hígado, pescado), ácido fólico (hígado, verduras de hoja verde).

En la actualidad es muy común enfermar a causa del ritmo de vida que se vive, porque hay que comer fuera de casa, el tráfico, las prisas, las modas, etcétera; por esto, es muy importante tratar de cuidar la alimentación, relajarse, disminuir o quitar de los hábitos el fumar, el beber alcóhol, de tomar café, si se quiere consumir café que sea descafeinado; aumentar el consumo de frutas y verduras y de agua, ejercitarse de 20 a 30 minutos diarios, preferentemente el ejercicio cardiovascular, esto ayudará a la relajación, a obtener energía, y estar más saludables física y mentalmente.

COMO AYUDAR A MIS RIÑONES


Se la considera un “factor multiplicador de enfermedad”, por su coexistencia con la diabetes y los trastornos cardiovasculares, y su tratamiento tiene un severo impacto económico y social, ya que en estadios avanzados solo admite como alternativa la diálisis o el trasplante.

Más de un millón y medio de personas en el mundo se encuentran en diálisis o recibieron un trasplante de riñón. Es muy importante tomarse los recaudos necesarios en materia de prevención.
Desde el año pasado, por iniciativa de la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundaciones del Riñón (IFKF), se instituyó una campaña en varios países para reducir la mortalidad anual dependiente de las enfermedades crónicas para la próxima década.

La insuficiencia renal puede ser prevenida mediante sencillos y económicos análisis que deberían sistematizarse en los habituales de rutina –determinaciones de creatinina en sangre y de proteínas en orina –. La detección precoz es importante porque, muchas veces, el problema está presente en un estadio temprano pero sin mostrar síntomas. La población debe conocer que existen factores de riesgo que son modificables, como el tabaquismo, el consumo de medicamentos, la obesidad y el sedentarismo. Y que hay otros que son inmodificables, como la edad avanzada o la presencia de antecedentes familiares a padecer insuficiencia renal, que deben ser atendidos y tratados precozmente para evitar el progreso de la enfermedad, y mejorar las perspectivas de salud del paciente.

Función y cuidado

Los riñones son dos órganos del tamaño de un puño, con forma de poroto, ubicados en la espalda (por encima de la cintura, y en parte protegidos por las costillas). Tienen la función de eliminar el agua y las sustancias que el organismo desecha –formadas por la descomposición de las proteínas de los alimentos consumidos, y de la actividad muscular – a través de la orina.
Los riñones sanos llegan a eliminar uno a dos litros de orina por día.

Los riñones cumplen, además, la función de sintetizar hormonas que ayudan a producir glóbulos rojos, a mantener la presión arterial bajo control y el buen estado de los huesos. Para preservar en salud la función renal, hay que evitar el sedentarismo y el tabaquismo, llevar una dieta equilibrada y consultar al médico periódicamente. Es necesario que el médico tratante supervise la ingesta de medicamentos para la presión arterial. Realizar, como mínimo, 30 minutos de actividad física (caminatas, natación, andar en bicicleta) cada día, 5 días a la semana, y cumplir con una dieta equilibrada en nutrientes.

La predisposición a desarrollar enfermedad renal es mayor en:

  • Diabéticos
  • Hipertensos
  • Portadores de enfermedad cardiovascular
  • Mayores de 65 años
  • Presencia de antecedentes familiares de enfermedad renal
  • Fumadores
  • Sedentarios

La pérdida de proteínas a través de la orina puede ser indicio de enfermedad renal. El filtrado glomerular (FG) normal es entre 80 y 120 ml por minuto. Cuando los riñones funcionan mal, los líquidos y desechos orgánicos se acumulan, un proceso conocido como uremia, y en estados avanzados aparecen los síntomas de la enfermedad renal:

  • Tensión arterial alta
  • Cansancio extremo
  • Dificultad para respirar y dormir
  • Hinchazón en cara, manos y pies
  • Pérdida de apetito
  • Náuseas y vómitos
  • Picazón

¿Con qué alimentos podemos ayudarles?

  • Alubias: Las alubias blancas y las judías azuki, de origen oriental, ejercen una notable acción depuradora sin sobrecargar el riñón.
  • Pepino: Formado por un 95% de agua, el pepino contribuye a compensar las dietas altas en sodio, que tanto hacen rebajar a los riñones. Similar efecto tiene la patata hervida o al vapor y la calabaza.
  • Rábano: Además de prevenir la aparición de cálculos renales, el rábano alivia la inflamación del riñón y desinfecta los conductos urinarios.
  • Hinojo: Tanto el bulbo como las semillas de esta planta, con la que se preparan fragantes infusiones, ayudan a desintoxicar los riñones.
  • Plátano: Junto con el kiwi, es una de las frutas más ricas en potasio y magnesio. Debido a esta virtud, ambos alimentos reducen la concentración de toxinas en la orina y previenen los cálculos.

Si sufres de alguna enfermedad renal debes llevar una alimentación que siga determinadas pautas tanto, para mejorar como para evitar que su condición empeore.

Pero antes de embarcarse en algún régimen específico tienes que conocer el tipo de afección que sufres y sobre todo, en qué fase se encuentra.

Trastornos renales y los alimentos recomendados

Litiasis: lo importante es cuidar la cantidad de agua que se beba para mantener una diuresis abundante.

Cálculos: si ya tienes cálculos o eres proclive a tenerlos debes beber 1 vaso de agua pura cada 2 horas. Según el tipo de cálculos se deben evitar estos alimentos:

  • Cálculos de ácido úrico: carne, pescado, hígado, sesos, salchichas, espinacas, espárragos y chocolate.
  • Cálculos de oxalato de calcio: no sigas una dieta vegetariana, o una dieta rica en frutas y verduras, y limita también los carbohidratos (pastas, pan, papas, dulces y azúcar).
Para todo tipo de cálculos están prohibidos el café, el té y el alcohol.

Insuficiencia renal

Cuando empiezan a manifestarse los síntomas de la insuficiencia renal se empieza limita la cantidad de proteínas, teniendo en cuenta la capacidad residual de tus riñones, edad y masa corporal.

  • Las proteínas permitidas son el huevo, la leche y el queso. Si la insuficiencia está muy avanzada, entonces disminuye aún más tu ingesta de proteínas, sobre todo las de origen vegetal.
  • Para cualquiera de estas afecciones se debe eliminar la sal.
  • En algunas frutas como la banana, el limón y la naranja, podemos encontrar potasio, este enemigo de los enfermos renales, se elimina mal por los riñones, se acumula en la sangre y puede resultar claramente peligro
  • Si Ud. sufre de hipertensión arterial, debe tener en cuenta que esta dolencia afecta el buen funcionamiento de muchos órganos, entre los que se encuentran los riñones, por lo tanto disminuir el consumo de sal es fundamental para su enfermedad renal.
  • Dentro de los alimentos favorables para los riñones, encontramos la sandía, una fruta altamente diurética que ayuda a limpiar los tejidos y la sangre, su jugo está considerado uno de los mejores alidadas de los enfermos de riñones
  • Otras aliadas de los enfermos renales son las alcachofas, las uvas y las manzanas mientras que el apio es muy reconocido por eliminar los cálculos y arenillas. En los casos de crisis agudas, se recomienda el ayuno absoluto, que junto con el reposo son los factores que mejor favorecen al paciente y a la disolución de los cálculos renales

El potasio y su relación con el riñón

El potasio es un mineral presente de forma habitual en nuestro organismo necesario para un correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Sin embargo, en ciertas enfermedades aumenta por encima de lo normal sus niveles en la sangre y se corre el riesgo de tener problemas cardiacos más o menos graves si no se toman las medidas oportunas. Esto hace necesario limitar aquellos alimentos de la dieta que son ricos en potasio y emplear métodos que permiten reducir la cantidad de potasio de los alimentos.

Técnicas recomendadas para reducir el potasio de alimentos vegetales:

Remojo prolongado:
Los alimentos de moderado contenido en potasio pueden incluirse en la dieta mediante distintas técnicas de preparación. Podemos someterlos a remojo, sin deteriorar ni disminuir su sabor y esto nos permite reducir el contenido en potasio ya este es un mineral soluble en agua.

Se recomienda poner el alimento a remojo durante más de 10 horas, cambiando el agua cuantas veces sea posible. Se aconseja emplear este sistema con legumbres, patatas (previamente troceadas), conservas de verduras, conservas de legumbres y productos congelados antes de ser cocinados.

Doble cocción:
Someter todas las verduras, hortalizas, legumbres y patatas a dos hervores en abundante cantidad de agua, cambiándola tras la primera cocción. El agua se debe desechar siempre.