viernes, 20 de febrero de 2015

TIROIDES LENTA

Hay personas que tienen ciertas afecciones de la salud o problemas de estilo de vida que les dificultan demasiado bajar de peso. Si usted es una de esas personas, a menos que el problema subyacente sea atacado, podría pasar toda su vida persiguiendo adelgazar sin éxito. A menudo, cuando los problemas que causan la mala salud y el aumento de peso son corregidos, el peso simplemente se desprende de manera natural. Cuando sana su cuerpo, equilibra sus hormonas, desintoxica sus órganos de eliminación, identifica y elimina los alimentos que acumulan kilos y lidia creativamente con el apetito emocional, usted puede conseguir y mantener un peso saludable de por vida.

Por otro lado, debido a que las personas que padecen de tiroides hipofuncionante tienden a tener una tasa metabólica basal muy baja, uno de los síntomas más evidentes de niveles bajos de tiroides es el aumento de peso y la dificultad para perderlo. En ocasiones, una tiroides hiperactiva puede imitar a una hipofuncionante provocando aumento de peso, pero esto es menos común. En las personas con bajos niveles tiroideos que están a dieta, su metabolismo continúa bajando a medida que se reducen las calorías. Es por ello que algunas personas con bajos niveles de tiroides pueden aumentar de peso aunque restrinjan severamente sus calorías.

Más mujeres que hombres sufren de tiroides lenta o hipotiroidismo, y muchas más mujeres que hombres con problemas de tiroides tienen problemas con el aumento de peso. La mayoría de los problemas tiroideos ocurren dentro de la glándula misma, pero con frecuencia no se descubre hasta que se desarrollan otros desequilibrios hormonales. A menudo, los problemas tiroideos, la menopausia y el aumento de peso aparecen juntos.

Los problemas tiroideos se desarrollan en mujeres más que en hombres, debido a varias razones:

* Con frecuencia, las mujeres pasan gran parte de su vida en dieta, normalmente con un patrón yoyo de excesiva comida y ayuno estricto. Esto socava el metabolismo y disminuye la tasa metabólica, un factor multipartes que impacta la tiroides, especialmente durante la perimenopausia.

* Las mujeres tienden más a internalizar el estrés que los hombres, lo cual afecta las glándulas adrenal y tiroidea. Las glándulas adrenales hiperactivas producen un exceso de cortisol, el cual interfiere con las hormonas tiroideas y los depósitos de grasa en la sección media. Además, la fatiga causada por glándulas adrenales demasiado estresadas incrementa los antojos de dulce y carbohidratos refinados para proporcionar energía rápida y hormonas complacidas.

* El cuerpo de la mujer requiere de un delicado equilibrio de hormonas tales como el estrógeno y la progesterona. Estas pueden alterarse cuando el cuerpo está estresado, cuando está ligeramente ácido o cuando no está obteniendo suficiente soporte nutricional. Esto resulta en desequilibrios hormonales, los cuales actúan como un disparador de problemas tiroideos.

Existe una serie de síntomas que puede experimentar cuando tiene hipofunción tiroidea, tales como fatiga, depresión, aumento de peso, manos y pies fríos, temperatura corporal baja, sensibilidad al frío, sensación de estar siempre helado, dolor de articulaciones, dolores de cabeza, trastornos menstruales, insomnio, piel seca, ojos hinchados, pérdida de cabello, uñas quebradizas, constipación, torpeza mental, infecciones frecuentes, voz ronca, zumbido en los oídos, mareo y falta de impulso sexual. Si usted sospecha que tiene bajos niveles de tiroides, debe examinarse. Sin embargo, esté consciente de que posiblemente no resulte como hipotiroidismo, no obstante puede tener una glándula tiroides hipofuncionante.

Con el fin de arreglar su metabolismo, usted necesita alimentar su glándula tiroides y trabajar en su salud completa. Esto es lo que puede hacer:

Consuma bastantes alimentos ricos en yodo

La tiroides utiliza yodo para producir la hormona tiroides. Si el yodo no está disponible en grandes cantidades en su dieta, la tiroides puede producir una cantidad insuficiente de la hormona. Las tierras agrícolas cada vez son más deficientes en yodo, llevando así a bajar los niveles de yodo en los alimentos. Es importante comer alimentos ricos en yodo, entre ellos pescado, mariscos, verduras, huevos, arándanos, espinaca y pimiento morrón.

Utilice sal marina celta: evite el cloruro de sodio (sal de mesa)

La sal marina celta contiene naturalmente yodo con una dotación completa de minerales que trabajan juntos. No hay ningún nutriente que se dé solo en la naturaleza. Aislar un nutriente o sintetizarlo, como el yodo que se le añade a la sal de mar, requiere que el nutriente salga de su contexto natural. Si usted consume demasiada sal, puede obtener demasiado yodo, lo cual provoca otras formas de problemas tiroideos, entre ellos hipotiroidismo inducido por yodo, tiroiditis autoinmune e hipertiroidismo. Cuando considera toda la sal de los alimentos chatarra, la comida rápida, la comida de restaurante y los artículos empacados además de la sal que se añade en la comida hecha en casa, es fácil ver cómo la gente consume demasiado yodo y sal. La sal marina celta no procesada contiene .000045 por ciento de yodo. Si utiliza 2.5 gramos (aproximadamente ½ cucharadita) de sal celta diariariamente, usted obtendrá alrededor de 110 microgramos de yodo. Eso es más de dos tercios del requerimiento diario para los adultos. El resto de su requerimiento puede fácilmente provenir de algas y alimentos ricos en yodo.

Tome un buen suplemento multivitamínico-mineral

Además del yodo, se ha demostrado que una serie de nutrientes contribuyen a la salud tiroidea —el zinc, el selenio, el manganeso, el cromo, las vitaminas B, la vitamina C, la vitamina E y la vitamina A—. El aceite de hígado de bacalao es una buena fuente de vitaminas A y D (puede conseguir aceite de hígado de bacalao de limón o de naranja, el cual sabe mejor que el solo). Además, las láminas de algas son una buena fuente de yodo, lo cual respalda las glándulas tiroides y pituitaria. Busque algas islandesas o noruegas; las aguas de esas zonas son más puras. El selenio está involucrado en la conversión de las hormonas T4 y T3. Bajos niveles de selenio podrían llevar a bajos niveles de T3. El cromo ayuda a metabolizar los carbohidratos y la grasa. Además es importante para la actividad hormonal, especialmente la insulina, y juega un papel en el metabolismo de la hormona tiroidea. Vea el Apéndice A para obtener recomendaciones de un buen multivitamínico.

Evite o limite los goitrógenos

Un goitrógeno es algo que obstruye la absorción de yodo de la glándula tiroidea. Los alimentos más comúnmente consumidos de estos son la soja y las nueces. Otros alimentos incluyen las verduras crucíferas (el brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas, la col rizada, el repollo, la col china, los nabos y la raíz de mandioca), los piñones y el mijo. Cuidado con el aceite de soja de los aderezos de ensaladas y la comida chatarra; además de la proteína vegetal texturizada, que es soja. Solía ser utilizada como relleno de muchos alimentos chatarra y de barras de energía. Utilice leche de almendra, de avena o de arroz en lugar de leche de soja. Y evite el helado de soja, el queso de soja y el polvo de proteína de soja.

Evite el flúor

El flúor impedirá la absorción del yodo. En Estados Unidos se le añade flúor al tratamiento del agua urbana. A menos que tenga un sistema especial de purificación que extraiga el flúor, usted lo estará bebiendo. Se le añade a la pasta de dientes, de manera que tendrá que comprar pasta de dientes sin flúor. Y evite que le pinten los dientes con flúor en el consultorio dental.

Utilice aceite virgen de coco para preparar los alimentos

Los aceites poliinsaturados tales como el de soja, de maíz, de alazor y de girasol están dañando la glándula tiroidea, porque se oxidan rápidamente y se vuelven rancios. Esto sucede debido a que cuando los aceites se almacenan en nuestros tejidos, están mucho más calientes y más directamente expuestos al oxígeno de lo que están en las semillas. Por lo tanto, la tendencia a oxidarse es grande. Una plétora de investigaciones han mostrado que las grasas trans, presentes cuando los aceites vegetales son procesados y calentados a temperaturas más altas, están dañando especialmente la tiroides. Debido que estas grandes cadenas de ácidos grasos son depositados en las células con más frecuencia como grasa rancia y oxidada, la habilidad del cuerpo para convertir la hormona tiroidea T4 a T3 (lo cual se necesita para convertir la grasa en energía) se ve estropeada. Cuando sucede esta avería, una persona puede desarrollar síntomas de hipotiroidismo.

El efecto contrario sucede con el aceite virgen de coco; este no se oxida ni se vuelve rancio con facilidad. Generalmente tiene una vida de almacenamiento de dos años. Es una grasa saturada sana para el corazón que se ha utilizado en los trópicos durante generaciones, con resultados beneficiosos para la salud. Tiene una habilidad única para evitar el aumento de peso y de hecho le ayuda a la gente a perder peso. Ayuda a incrementar el metabolismo, porque al hígado le gusta quemarlo. Ya que el hígado es el órgano principal donde ocurre el daño de los aceites oxidados y rancios que provoca daño en la membrana celular, y donde sucede gran parte de la conversión de la hormona T4 a T3, reemplazar la larga cadena de aceites poliinsaturados con la cadena media de ácidos grasos del aceite de coco puede, con el tiempo, ayudarle a reconstruir las membranas y a incrementar la producción de enzimas que le ayudará a estimular la conversión de hormonas T4 a T3.