viernes, 13 de abril de 2012

DIABETES TIPO 2 VA EN AUMENTO



Mientras que la diabetes tipo 2 es un tema candente y frecuentemente mencionado en las noticias sobre salud, es importante entender que uno no se levanta una mañana con esta enfermedad. La diabetes tipo 2 se desarrolla en un largo periodo de tiempo antes de que los doctores la descubran. Comienza con una dieta alta en azúcares y carbohidratos muy refinados. Esto finalmente conduce a subida de peso y después resistencia a la insulina o prediabetes, que en última instancia conduce al síndrome metabólico y posiblemente a diabetes tipo 2. Lo que tienen en común estas tres enfermedades (prediabetes, síndrome metabólico y diabetes tipo 2) es la resistencia a la insulina.


Hay diversos grados de resistencia a la insulina. Para descubrir el alcance de la resistencia a la insulina, haga que su médico le realice un análisis de azúcar en la sangre en ayunas (FBS). Este análisis, que mide su nivel de glucosa en la sangre, normalmente se realiza en la mañana después de ayunar toda la noche, pero puede
realizarse en cualquier momento después de no haber comido nada durante al menos ocho horas. Si su FBS es mayor o igual a 100 mg/dL, tiene usted resistencia a la insulina y prediabetes.

En general, cuanto más elevado sea su azúcar en la sangre en ayunas, mayor será su resistencia a la insulina. En el lado bajo de la escala esta la prediabetes, que es cuando su azúcar en la sangre en ayunas esta entre 100 y 125 mg/dL. Cualquier cifra que este por encima (126 mg/dL o mayor) se considera diabetes tipo 2.

La diabetes tipo 2 es el peor tipo de resistencia a la insulina. La resistencia a la insulina no siempre conduce a diabetes tipo 2, pero todo diabético tipo 2 es resistente a la insulina. La forma más común, en la diabetes tipo 2, también está aumentando en proporciones epidémicas. Un estudio realizado por los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades descubrió un 49 por ciento de aumento en los diagnósticos de diabetes en los estadounidenses entre 1991 y 2001, lo cual se iguala a un 61 por ciento de aumento en la obesidad durante el mismo periodo de tiempo. Los estudios proyectan que el número de diabéticos diagnosticados en los Estados Unidos aumentará en un 165 por ciento y alcanzará la astronómica cantidad de veintinueve millones de personas en el año 2050.



Aunque algunas personas con diabetes tipo 2 no experimentan ningún síntoma anterior, las típicas señales tempranas incluyen sed excesiva, micción frecuente, hambre excesiva, subida de peso inexplicada y fatiga, especialmente después del almuerzo o la cena. Afortunadamente, los individuos que experimentan tales señales normalmente pueden perder peso con bastante facilidad mediante un régimen de alimentos de bajo glicémico, tamaños de raciones moderadas y ejercicio regular.

El modo más importante de revertir la resistencia a la insulina es escogiendo alimentos de bajo glicémico en lugar de alimentos de moderado o al
to glicémico. Evite los azúcares, alimentos azucarados y carbohidratos refinados como el pan blanco, el arroz blanco, el puré de patatas instantáneo, las patatas, las galletas saladas y similares. También es crucial que coma más verduras (especialmente las que sean altas en fibra soluble) y alimentos naturales.

Los diabéticos tipo 2 y las personas con bastante grasa abdominal puede que requieran medidas más extremas. ¿Por qué? Con frecuencia se ven gravemente comprometidos metabólicamente y son gravemente resistentes a la insulina. Si usted encaja en cualquiera de estas categorías, puede que necesite disminuir su ingesta de féculas aún más, posiblemente eliminando féculas y frutas por igual durante un tiempo a fin de volver a sensibilizar sus receptores de insulina. Evite el maíz, el arroz, el trigo y otros granos al igual que patatas, ñames, pasta, pan, galletas saladas, rosquillas y pretzels hasta que su cuerpo corrija su resistencia a la insulina. Sin embargo, mientras hace esto recuerde consumir adecuadas verduras sin almidón, como brócoli, judías verdes, ensaladas, espárragos y espinacas. Además, puede que necesite ser supervisado regularmente por un asesor de dieta, nutriólogo o dietista registrado que pueda supervisar su diario alimentario y ayudarle con su plan de comidas.

Otra parte crucial para revertir la resistencia a la insulina es la actividad física, la cual incluye ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento. Aunque su programa de comidas se concentrara en asegurarse de que consume los tipos correctos de alimentos, la actividad se centra en quemar grasa (que en el caso de individuos resistentes a la insulina es normalmente grasa abdominal) y crear músculo. Quemamos una gran parte de nuestra glucosa para obtener energía en nuestras células musculares, especialmente en brazos y piernas. Sin embargo, a medida que disminuyen el número y el tamaño de las células adiposas, normalmente disminuye también el volumen de células musculares. Esto a su vez disminuye el número de vínculos que se unen a la insulina, lo cual programa el cuerpo para la resistencia a la insulina.

Normalmente se recomienda a los pacientes con resistencia a la insulina hagan ejercicio cinco o seis días por semana durante al menos treinta minutos cada día. Si la persona tiene síndrome metabólico o diabetes tipo 2, puede que aumente la duración de sus ejercicios aeróbicos diarios hasta cuarenta y cinco a sesenta minutos, de nuevo durante cinco o seis días por semana. También se da a todos los pacientes con síndrome metabólico y diabetes tipo 2 un programa de fortalecimiento a fin de que puedan crear más tejido muscular para aumentar el número de elementos que se unen a la insulina. Con frecuencia, a esos pacientes les va mejor si tienen un entrenador personal, tanto para rendir cuentas como para diseñar un programa de ejercicios específico para sus necesidades únicas.

Uno de los principales objetivos para revertir la resistencia a la insulina es reducir la medida de su contorno de cintura. En la lista de prioridades para revertir la diabetes, disminuir el contorno de la cintura supone más que la pérdida de peso. La región abdominal se convierte en un almacén de grasa tóxica. Esto es especialmente cierto para los diabéticos tipo 2, que necesitan que la eliminación de grasa abdominal sea una prioridad. Para una salud óptima, un hombre debería esforzarse para que la medida del contorno de su cintura sea menor de 40 pulgadas (101 cm), mientras que una mujer debería tener como objetivo al inicio que sea menos de 35 pulgadas (88 cm).

Junto con una dieta concreta y programas de ejercicio, es críticamente importante para los individuos resistentes a la insulina tomar ciertos suplementos nutricionales a fin de volver a sensibilizar los receptores de insulina de las células. Los suplementos con frecuencia pueden dirigirse a áreas a las que las comidas o el ejercicio no pueden. Suplementos importantes para el metabolismo de los carbohidratos incluyen canela, cromo, ácido lipoico, vitaminas B y grasas omega-3. Ya que el proceso de refinado de la mayoría de panes blancos, arroz blanco y otros alimentos refinados significa que han perdido la mayor parte de su fibra y su contenido en nutrientes, esos alimentos normalmente carecen de los valiosos nutrientes para el óptimo metabolismo de los carbohidratos. Comer esos alimentos pobres en nutrientes durante mucho tiempo puede conducir al final a deficiencias de nutrientes, lo cual puede contribuir a una mayor resistencia a la insulina. Por eso los suplementos mencionados anteriormente, además de un buen complejo vitamínico, son importantes para rejuvenecer y volver a sensibilizar los receptores de insulina para ayudar a revertir la resistencia a la insulina.

TRABAJO NOCTURNO O DORMIR POCO AUMENTA EL RIESGO DE DIABETES


El trabajo por turnos que requiere cambiar los patrones de sueño continuamente incrementa el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y obesidad, revela un estudio en Estados Unidos.

Según los investigadores del Hospital Brigham y de Mujeres en Boston, dormir poco o a horas que son inconsistentes con nuestro reloj biológico interno provoca que el organismo tenga dificultades para controlar los niveles de azúcar en la sangre.

Estudios en el pasado, tanto en el laboratorio como epidemiológicos, ya habían demostrado este riesgo.

Pero ahora por primera vez los científicos llevaron a cabo un estudio en el que sometieron a 21 individuos a un ambiente controlado en el c

ual alteraron los patrones de sueño y dieta de los participantes durante un período largo.

El objetivo de la investigación era simular las horas de trabajo nocturno o un jet lagrecurrente y analizar su impacto en el organismo.

Los resultados, publicados en Science Translational Medicine, mostraron que los cambios en los patrones normales de sueño interrumpen los procesos metabólicos del organismo.

Incluso se observó que algunos de los participantes desarrollaron síntomas de diabetes a las pocas semanas, afirman los investigadores.

Interrupción circadiana

El trabajo por turnos ya ha sido vinculado en el pasado a varios problemas de salud.

En el nuevo estudio, los 21 participantes sanos fueron internados en un laboratorio durante seis semanas.

Los investigadores llevaron un registro de cuántas horas de sueño obtenían y controlaron otros factores como sus actividades y dieta.

Al inicio del estudio los individuos lograron un sueño óptimo, de aproximadamente 10 horas cada noche.

Posteriormente siguió un periodo de tres semanas en las que d
ormían 5,6 horas por cada periodo de 24 horas, en las cuales debían dormir tanto durante el día como durante la noche simulando el horario de un trabajo de turnos rotativos.

Durante este tiempo vivieron en un ambiente poco iluminado para evitar que la luz normal 'reiniciara' su reloj biológico.

En este periodo los participantes intentaban dormir a una hora inconsistente con su ciclo circadiano interno, el llamado reloj biológico, que regula nuestros patrones de sueño y vigilia y muchos otros procesos en nuestro organismo.

Los científicos observaron que esta restricción prolongada del sueño y la interrupción simultánea del ritmo circadiano redujo la tasa metabólica de los participantes.

Además, durante este período, también se vio que las concentraciones de glucosa en la sangre de los participantes 'se incrementaban significiativamente' después de las comidas y durante los periodos de ayuno en el día debido a una pobre producción de insulina en el páncreas.

Y tres de los participantes mostraron niveles de azúcar tan altos después de las comidas que fueron clasificados como 'prediabéticos'.

Aumento de peso

También se encontró un riesgo de incremento de peso.

Tal como explican los científicos, la reducción en la tasa metabólica (la velocidad con la que las células utilizan la energía disponible) puede traducirse en un aumento de más de 4,5 kilos al año si no se cambian los patrones de dieta y actividad.

'Pensamos que estos resultados apoyan los hallazgos de otros estudios que muestran que en personas con una condición prediabética el trabajo por turnos, que los hace permanecer despiertos en la noche, están en mucho más riesgo de progresar hacia una diabetes que los que trabajan de día' explica el doctor Orfeu Buxton, quien dirigió el estudio.

'Los trabajadores por turno a menudo tienen dificultades para dormir durante el día, por eso pueden estar en riesgo tanto de una interrupción del ritmo circadiano al trabajar de noche como de no poder obtener suficiente sueño durante el día'.

'La evidencia muestra claramente que dormir lo suficiente es importante para la salud, y que el sueño debe ser de noche para que tenga el mejor efecto', agrega el científico.