sábado, 30 de enero de 2010

LO QUE COMES PUEDE AYUDAR A TU SALUD MENTAL


Las mujeres con depresión o ansiedad deberían revisar su dieta, ya que podría estar favoreciendo esas enfermedades.


El equipo de Felice N. Jacka, de la University of Melbourne, en Australia, observó que aquellos trastornos eran más comunes en las mujeres de 20 a 93 años cuya dieta durante 10 años incluyó principalmente alimentos procesados, refinados y ricos en grasa.
"No existe una dieta mágica", dijo Jacka. Pero una dieta rica en vegetales, frutas, granos integrales, lácteos descremados y carne magra, con productos procesados y dulces reservados "para alguna vez" mejora la salud física y mental, agregó.

El equipo evaluó la dieta y las evaluaciones psiquiátricas de una década realizadas a 1.046 mujeres de la población general australiana. De ellas, 925 no tenían trastornos anímicos y 121 presentaban depresión y/o ansiedad, publicó American Journal of Psychiatry.

Los autores hallaron que la dieta "occidental", rica en hamburguesas, pan blanco, pizza, papas fritas, bebidas lácteas saborizadas, cerveza y alimentos azucarados, estaba asociada con más de un 50 por ciento de posibilidades de desarrollar trastornos depresivos.

En cambio, la depresión y la ansiedad eran un 30 por ciento menos probables en las mujeres con una dieta australiana más "tradicional" (rica en verduras, frutas, carne vacuna, cordero, pescado y granos integrales).

Esas asociaciones se mantuvieron tras incluir varios factores, como la edad, el peso, el nivel socioeconómico, la educación, la actividad física, el tabaquismo y el consumo de alcohol.

Pero análisis "ajustados" similares en las consumidoras de más frutas, ensaladas, pescado, tofu, porotos, nueces, yogur y vino tinto no revelaron las mismas conexiones.

Los resultados, para el equipo, prueban la necesidad de hacer más estudios para determinar si la alimentación no saludable promueve el deterioro mental o viceversa.

Dado que la dieta se puede modificar, el equipo opina que vale la pena buscar evidencias de una relación causal entre la dieta y la salud mental.

DIETA GLICEMICA


Saber combinar los alimentos es la receta ideal para perder aquellos kilos que nos sobran sin necesidad de pasar hambre, incluso estando completamente saciados. La dieta glicémica le ayudará a conocer con qué alimentos estimula la quema de grasas.


Parece que las dietas están reñidas con mantener el estómago lleno. Sin embargo, le sorprenderá gratamente la cantidad de comida que puede ingerir si tiene en cuenta que algunos alimentos ayudan a consumir la grasa que aportan. En resumen: puede adelgazar mientras come.
El Dr. David Jainkins, profesor de Ciencias Nutricionales en la Universidad de Toronto, fue quien desarrolló la teoría del índice glicémico de los alimentos. Investigadores posteriores la fueron definiendo y ajustando mejor hasta llegar a ser hoy lo que es.

Los alimentos que permiten adelgazar al comerlos son los que al digerirlos o transformarlos en sustancias corporales, el organismo necesita una energía que saca de quemar los depósitos de grasas, como las proteínas y las fibras vegetales, y lo bueno, además, es que con su ingesta se reciben sustancias vitales.

La periodista especializada en Ciencias de la Alimentación Marion Grillparzer explica en su libro ¿Dieta glicémica¿ que el índice glicémico es el que nos indica en qué medida un alimento estimula al páncreas para que libere insulina. La insulina es la hormona que transporta la grasa hasta las células y las almacena en ellas.

Los carbohidratos estimulan la producción de insulina en el organismo, que, según la periodista, a su vez provoca hambre, y cuanto más engordamos, más insulina libera el cuerpo.

Índice glicémico
El índice glicémico nos indica en qué medida un alimento estimula el páncreas para que libere insulina. Esta hormona transporta la grasa hasta las células y las almacena en ellas. Cuando la insulina fluye por la sangre, las enzimas destructoras de grasa no pueden realizar su trabajo. Y se da la circunstancia de que el aumento de la insulina en sangre produce más ganas de comer.

Para mantener a raya el sobrepeso evite los alimentos ricos en azúcar y almidón y sus células grasas mermarán cada vez más en su organismo. Y tome alimentos que estimulen poco a la insulina.

El profesor Fritz Hoppichler, director del Departamento de Medicina Interna del Hospital de Barmherzige Brüder de Salzburgo señala que la glucosa es vital para el organismo, al que hay que evitar los azúcares rápidos que son los que proporcionan la harina, patatas, cerveza, bebidas azucaradas y dulces, que pasan rápidamente a la sangre.

Por el contrario, el azúcar que proporcionan la fruta, las verduras y los productos integrales es lento y con un índice glicémico bajo, estimulan poca insulina y no engordan.

Atención con las grasas
Manténgase atento a las grasas, no todas engordan. Los aceites de oliva, linaza, los frutos secos y el pescado incrementan el consumo de energía, y las calorías son eliminadas en forma de calor corporal. Impiden la producción de nuevas grasas y normalizan la producción de leptina, la hormona de la saciedad, además de reducir la insulina que engorda.

El pescado rico en omega 3 sacia gracias a la leptina. No olvide que los esquimales comen un 40% de grasas; sin embargo, el aumento de peso no es su problema. Las personas con sobrepeso tienen un índice alto de leptina y las delgadas bajo.

Abandone los frutos secos salados o tostados. Las avellanas son especialmente sanas y las semillas de sésamo, las pipas de girasol, las de linaza o calabaza son excelentes quemadores de la grasa sobrante en las células.

Si le gusta el queso, durante esta dieta elija el camembert, el edamer, el romadur o el blanco sin sal. No olvide el feta, el de cabra y la mozarella. También pude comer productos lácteos con un contenido total de grasas, pero no compre productos con un alto contenido en nata. Evite los embutidos de cerdo o cordero, pero disfrute de los de ave.

La dieta glicémica no demoniza a los hidratos de carbono, ya que el cerebro no puede prescindir de ellos. De hecho, los hidratos de carbono naturales como el pan integral, la verdura y la fruta sacian el hambre y sus sustancias vitales estimulan la quema de grasas.

Dependiendo de la cantidad de hidratos de carbono que consuma y con qué lo combine, las grasas se acularán en las caderas o pasarán a las centrales energéticas de los músculos.

Recuerde que en su organismo tampoco pueden faltar las proteínas para fortalecer los músculos. Sacian y son auténticos quemagrasas.

Combine los alimentos inteligentemente para evitar grasas que engordan y colesterol. El arroz con judías es todo un acierto así como con guisantes, garbanzos o lentejas. Cereales con huevo, leche o productos lácteos también aumentan las proteínas y las patatas con huevo, leche o lácteos también constituyen una magnífica mezcla.

Lo que no engorda
El manual de Marion Grillparzer recomienda algunas combinaciones que no engordan; asado de cordero con arroz integral; pechuga de pavo con patatas, pasta con salsa de tomate; pasta con verduras; arroz natural con gambas, pan con tomate, mozzarella con tomate, melón con jamón, yogur con frutas o muesli con frutas.

Los días quemagrasas renuncie a las zanahorias hervidas y a la remolacha, Sustituya el maíz por judías. No tome entre comidas piña, kiwi, mango o papaya. Pero no dude en comerse una manzana, pera, o cereza.

Grillparzer, además aconseja poner en práctica este sistema de alimentación, combinándolo con un poco de ejercicio, si realiza 30 minutos diarios, necesita al menos un 30% menos de insulina, lo que le hará adelgazar más rápidamente y siempre recomienda que ante todo sea su médico quien vigile su dieta.

Y tenga en cuenta que, según la experta, la combinación de proteínas y carbohidratos provoca alegría, mezcle frutas y productos lácteos, el índice glicémico disminuye y su buen humor aumentará.