martes, 27 de septiembre de 2011

ABUSO DE ANALGESICOS AUMENTA RIESGO DE CANCER RENAL




Un estudio publicado en Archives of Internal Medicine descubrió que tomar durante más de 10 años distintos tipos de analgésicos eleva tres veces el riesgo de cáncer de células renales. El cáncer de riñón constituye el 2.7% de todos tipos de cáncer, y los hombres lo padecen dos veces más que las mujeres.

El doctor Yunvun Cho y expertos de la Harvard Medical School y el Hospital Brigham y de Mujeres en Boston, Estados Unidos, analizaron los datos de casi 125,000 adultos(77,525 mujeres y 49,403 hombres) que de manera crónica tomaron varios tipos de analgésicos. En el seguimiento de 16 años a las mujeres y 20 a los hombres, se documentaron 333 casos de cáncer de células renales.

La conclusión del análisis fue que quienes consumieron medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno, diclofenaco o naproxeno, durante más de 10 años, presentan altos riesgos de sufrir carcinoma de células renales, que es la forma más común de cáncer de riñón, en comparación con aquellos que los tomaron durante menos de cuatro años. También, que el ácido acetilsalicílico (aspirina) es el único medicamento del grupo AINE cuyo uso prolongado no conllevaconsecuencias graves.

OBESIDAD FEMENINA AUMENTA EL RIESGO DE CANCER DE SENO



Las mujeres obesas son más propensas a sufrir cáncer de mama que el resto y desarrollan esta enfermedad de forma prematura, según un estudio de la Universidad de Granada.

La investigación revela además que la posibilidad de padecer cáncer de mama es mucho más elevada cuando se trata de pacientes con obesidad mórbida, ha informado hoy la universidad en un comunicado.

Las conclusiones de este estudio, liderado por la catedrática del departamento de Enfermería María José Aguilar Cordero, han sido publicadas recientemente en la revista Nutrición Hospitalaria.

Para llevar a término el estudio, los investigadores manejaron una muestra formada por 524 pacientes del sexo femenino, diagnosticadas y tratadas de cáncer de mama en el Hospital universitario San Cecilio de Granada entre enero de 2009 y septiembre de 2010.

Analizaron la relación existente entre el estado nutricional de las mujeres (normopeso, obesidad y obesidad mórbida) y la edad a la que fueron diagnosticadas de cáncer de mama, distinguiendo entre mujeres con antecedentes familiares de este tumor y las que no.


El análisis demostró que la obesidad en las mujeres se asocia con una edad más temprana de diagnóstico de cáncer mamario.

Según los investigadores, estos resultados contrastan con los obtenidos en otros estudios anteriores, que señalaban que las personas con un índice de masa corporal elevado tenían un menor riesgo de padecer cáncer de mama.

A tenor de los resultados, los científicos afirman que las mujeres diagnosticadas de cáncer a edades más tempranas son aquellas que en su día tuvieron su primera regla de manera muy precoz, entre los nueve y los diez años.

Así, la edad de la primera menstruación constituye un factor

determinante en la edad de aparición y diagnóstico del cáncer mamario, más aún en aquellas mujeres afectadas por obesidad mórbida.

Pese a la importancia de los antecedentes familiares con cáncer (hasta un 18 % de las mujeres obesas con tumor de mama los tenían), el estudio determinó que es la obesidad, y dentro de ésta los estados más severos o mórbidos, el factor más implicado en el desarrollo prematuro de este tipo de tumores.

EL CAFE REDUCIRIA RIESGO DE DEPRESION EN MUJERES


Las mujeres que beben cuatro tazas de café al día tienen un 20 por ciento menos de posibilidades de tener depresión que las que raramente toman esa infusión, indicaron investigadores estadounidenses.

La cafeína es el estimulante del sistema nervioso central consumido con más frecuencia en el mundo, y la ingesta de café representa alrededor del 80 por ciento del consumo de cafeína.

Tomar café mejora la energía y el bienestar, dijo Alberto Ascherio, de la Facultad de Salud Pública de Harvard.


"Este efecto a corto plazo es lo que impulsa el consumo de cafeína", dijo Ascherio, cuyo estudio aparece en Archives of Internal Medicine.

"Aquí estamos mirando el consumo crónico a largo plazo del café cafeinado", dijo Ascherio en una entrevista telefónica.

Su equipo analizó a más de 50.000 mujeres apuntadas en un estudio de salud de enfermeras. Las mujeres tenían una edad promedio de 63 años, y ninguna estaba deprimida cuando inició la investigación.

El equipo de Ascherio midió el consumo de café basándose en datos de las mujeres durante 14 años, remontándose a 1976. Entonces clasificó a las mujeres en función de cuánto café bebían y las siguieron durante otros 10 años.

"Descubrimos que las mujeres que bebían habitualmente c

uatro o más tazas de café al día tenían un 20 por ciento menos de posibilidades de tener depresión que las que raramente o nunca bebían café", dijo Ascherio.

El equipo se centró específicamente en el café, pero indicó que tuvo conclusiones similares cuando observó el consumo de cafeína en general, incluyendo bebidas cafeinadas y chocolate.

Los autores hallaron que las mujeres que estaban entre las cinco primeras por consumo de cafeína tenían un 20 por ciento menos de posibilidades de desarrollar depresión que las que estaban entre las cinco de menor ingesta de esa sustancia.

El equipo estableció un intervalo de dos años o período de latencia entre cuando empezó a medir el consumo de cafeína y su evaluación de la depresión para asegurarse de que no estaban analizando sólo a mujeres

demasiado deprimidas para ser bebedoras habituales de café.

Ascherio dijo que había muy pocos estudios que se fijaran en los efectos a largo plazo del consumo de café. Una investigación más pequeña efectuada en Finlandia halló que los hombres que bebían mucho café tenían menos posibilidades de suicidarse.

Y el propio equipo de Ascherio ha mostrado que beber mucho café puede proteger de la enfermedad de Parkinson tanto en hombres como en

mujeres.

El autor añadió que todavía no está claro cómo el café protege de la depresión, pero que había algunas pistas.

Estudios con animales han demostrado que la cafeína protege contra ciertas neurotoxinas. Y que receptores cerebrales que respond

en a la cafeína están concentrados en los ganglios basales, un área que es importante tanto para la depresión como para la enfermedad de Parkinson.

Ascherio subrayó que el estudio no demuestra que el café reduzca el riesgo de depresión, sólo que podría proteger contra esa condición de alguna manera, y agregó que se necesitan muchos más estudios para probar si la famosa infusión podría usarse para prevenir la depresión.