viernes, 26 de febrero de 2010

COMO FAVORECER LA FERTILIDAD


Concebir un hijo debería ser, en teoría, muy fácil pero lo cierto es que cada vez hay más parejas a las que les cuesta conseguirlo.
En este artículo no vamos a hablar de causas de la infertilidad sino de consejos que pueden beneficiar a todas aquellas parejas que piensan en que ha llegado el momento de aumentar la familia.

Estos cambios que os proponemos intentan equilibrar nuestro cuerpo desintoxicando y nutriéndolo a la vez. Nuestro organismo necesitará unos dos o tres meses para renovarse.
Un cuerpo sano y una mente equilibrada son básicos para que haya una buena calidad de esperma y un equilibrio hormonal. El embarazo o concepción se verán, en la mayoría de los casos, favorecidos.

Consejos sencillos y fáciles de aplicar por todo el mundo

  • Hacerse una revisión o chequeo médico: nuestro ginecólogo/a nos orientará sobre que parámetros son importantes revisar.
    Hay muchas personas jóvenes o de mediana edad que nunca se han realizado una analítica y ahora es un buen momento de ver como está nuestro organismo.
    Cualquier enfermedad o parámetro que salga en esta analítica deberá ser tratado, si es posible, con remedios naturales.
  • Eliminar nuestros malos hábitos: ahora es el momento ideal para dejar de fumar, trasnochar a menudo, tomar drogas o alcohol. No hay nada como una buena motivación para hacerlo y evidentemente el pensar en tener un hijo es una de las mejores que hay. Pensemos que los malos hábitos siempre dificultarán el embarazo o perjudicarán al futuro bebé.
  • Mejorar nuestra alimentación: beber de dos a tres litros de agua al día a fin de favorecer la eliminación de toxinas de nuestro organismo.
    Eliminar todas las bebidas que no sean zumos (jugos), agua o infusiones de plantas medicinales que nuestro médico o especialista haya recomendado.
    No pasar nunca más de cinco horas sin comer a fin de no hacer hipoglucemias (subidas y bajadas de los niveles de azúcar o glucosa en nuestra sangre)
    Aumentar el consumo de verduras, frutas y cereales integrales (arroz integral, mijo, quinoa, amaranto, avena, cebada, maíz, etc.)
    Evitar los fritos, grasas, exceso de sal, de azúcar, disminuir las proteínas animales (carnes rojas, embutidos, huevos, etc.) y aumentar las proteínas vegetales (soja o soya, garbanzos, frijoles, lentejas, tofu, gluten o Seitán, frutos secos, etc.)
    Dentro de los lácteos lo ideal son los fermentados como el yogur y el kéfir.
    En general intentar conseguir, si es posible, alimentos sin aditivos químicos (alimentos ecológicos u orgánicos)
  • Tomar algún suplemento alimenticio extra: nuestro médico o especialista puede aconsejarnos algún multivitamínico adecuado a nuestro caso en particular a fin de que no nos falte ningún nutriente.
    Dentro de los alimentos podemos introducir la Levadura de cerveza (una cucharada sopera al día en las comidas), el Polen (una cucharada pequeña al día con la leche o zumo de la mañana nos aporta muchos nutrientes pero sobre todo el Zinc que es imprescindible para el equilibrio hormonal), la Jalea Real (es el alimento de la abeja reina y le facilita su extraordinaria capacidad de procreación), las algas marinas (el alga Espirulina es ideal gracias a su bajísima cantidad de Yodo), etc.
    De nuevo os remitimos a vuestro médico o especialista a fin de consultar dosis. La forma de empleo os la dirán en vuestro herbolario o farmacia ya que eso depende de la presentación y concentración del producto.
  • Practicar algún tipo de ejercicio: el ejercicio físico aunque sea suave (caminar, pasear en bicicleta, etc.) favorece la oxigenación de nuestro cuerpo, ayuda a eliminar toxinas y favorece la salud en general.
  • Evitar el contacto con sustancias químicas: es el momento de reflexionar sobre cuantos productos químicos innecesarios utilizamos en nuestro hogar y en nuestro lugar de trabajo. Casi siempre podemos prescindir de ellos o les podemos encontrar un sustituto natural (preguntar en herbolarios y comercios de productos naturales)
    Si estamos tomando algún medicamento consultar con nuestro médico si nos puede dar una alternativa más natural (algunos medicamentos todavía están hechos con plantas medicinales o no tienen efectos secundarios)
  • Replantearnos el futuro: hemos de analizar con nuestra pareja los cambios que el futuro nacimiento de nuestro bebé producirá en nuestra vida y ver si ahora es el momento adecuado y si realmente estamos preparados para hacer frente a esos cambios (menos tiempo para nosotros, más gastos, menos disponibilidad a jornadas largas de trabajo, etc.)
  • Eliminar el estrés: el hecho de dejar abierta la puerta a la adopción suele quitar mucho estrés a las parejas. Es curioso como muchas parejas infértiles desanimados, después de haber probado todas las técnicas de fertilidad, cuando adoptan una criatura suelen quedarse embarazadas. Esto indica que el estrés es uno de los enemigos principales a la hora de buscar el embarazo.
    Revisemos las prioridades en la vida que nos hemos marcado y analicemos a fondo cuales nos producen más estrés y si realmente valen la pena.
    La relación de pareja suele verse siempre favorecida cuando se ponen en común los objetivos y se disminuye el estrés.