viernes, 26 de febrero de 2010

ESTREÑIMIENTO CRONICO


¿Por qué se produce el estreñimiento crónico?

Los trastornos de la función del intestino grueso se cuentan entre las afecciones más comunes de nuestro tiempo. Una de cada tres personas de las sociedades desarrolladas sufre de estreñimiento crónico. Los laxantes o preparados para la regulación intestinal son uno de los medicamentos más vendidos. El problema es que se empieza por productos suaves hasta los más fuertes a los cuales el organismo se habitúa dejando de reaccionar ante ellos. Además los laxantes químicos irritan la mucosa del intestino grueso y, cuando se usan con frecuencia acaban produciendo una colitis o irritación crónica de la mucosa intestinal difícil de curar.

El origen real del estreñimiento crónico es nuestra "mejorada" dieta europea. El investigador británico Denis C. Burkitt, demostró como la alimentación de la cultura del bienestar contiene un 150 por ciento más de grasa y un 400 por ciento más de azúcar que la alimentación de culturas tradicionales. El paso de los alimentos por los intestinos dura el doble produciendo síntomas de retención en el bajo vientre y en la zona pelviana, debido al retardo en el paso por el intestino. La causa es la falta de sustancias de lastre o fibras, que a la larga dan lugar a hemorroides y congestión venosa. Siguiendo algunas recomendaciones dietéticas es posible librarse con mayor rapidez de lo que ya no nos hace ninguna falta.

Como alimentarse contra el estreñimiento crónico

  • En lugar de productos de harina blanca utilizaremos exclusivamente productos elaborados con harina cien por cien integral. La harina que llaman integral, en algunas panaderías suele ser harina blanca a la que han añadido salvado pero esto no es harina integral.
  • Los aceites vegetales engrasan y suavizan los intestinos por dentro. Es indispensable aportar una cantidad diaria de lípidos para que el intestino grueso pueda realizar su trabajo correctamente, para ello utilizaremos aceites de semillas (sésamo, girasol, linaza y pepita de uva)
  • El arroz integral es un eficaz laxante que aporta gran cantidad de minerales y vitaminas del complejo B. Es además un cereal muy diurético. Incluirlo dos o tres veces por semana resulta esencial para combatir el estreñimiento crónico.
  • El exceso de proteínas animales permanece demasiado tiempo en el intestino y provoca allí procesos de putrefacción que dan lugar a toxinas intestinales, las cuales alteran el normal funcionamiento de la mucosa.
    Consumir menos carne y más pescado azul mejorará notablemente la situación.
  • El consumo frecuente de alimentos crudos, ricos en sustancias de lastre (celulosa) a base de frutas, verduras y ensaladas, es absolutamente imprescindible. La dieta cruda nos aporta al mismo tiempo vitaminas, enzimas, minerales y oligoelementos. La celulosa de las frutas y verduras, al igual que el salvado de los cereales integrales, actúa como la barrendera del intestino, estimulando su actividad y acelerando el paso de las heces por el intestino.
  • Los jugos vegetales de rábanos, apio y cebolla ejercen un efecto depurador y curativo sobre el tracto intestinal. para que resulten más efectivos se mezcla con linaza.
  • El exceso de sal puede ir acompañado de déficit de magnesio y potasio lo que puede conducir a estado espasmódicos en al zona intestinal. favoreciendo el estreñimiento crónico. Aportemos magnesio mediante cereales integrales y legumbres y reduzcamos la ingesta de sal refinada.

El siguiente modelo de dieta nos puede orientar contra el estreñimiento crónico

    Desayuno
  • Leche de avena con muesli o papilla de cereales integral.
  • Una manzana con piel.
  • Una infusión de malva con 1 cucharada de lino y un poco de miel.
    Comida mediodía
  • Ensalada a base de remolacha y zanahoria.
  • Dos o tres patatas cocidas con piel.
  • Verduras variadas al horno con aceite de oliva crudo y arroz integral.
  • Kefir de postre.

Cena
Yogurt con copos de avena, ciruelas e higos secos. Podemos variar con nueces y avellanas.

Antes de acostarse
Dos cucharadas de salvado de trigo y una cucharada de semillas de lino crudas junto a una infusión de hojas y folículos de sen, cáscara sagrada y malva.