viernes, 26 de febrero de 2010

HERNIA HIATAL


Definición de la hernia de hiato o hiatal

Normalmente suele ser un problema congénito aunque es evidente que hay factores que aumentan la presión abdominal y favoreciendo con ello el desplazamiento de las vísceras hacia el tórax.
La obesidad, el estreñimiento y los embarazos son los factores más habituales. Otros como el tabaco, el estrés y la falta de ejercicio físico aumentan la tensión muscular en la zona.
Aunque algunas personas pueden no tener síntomas lo más habitual es tener:

  • Reflujo ácido con sensación de ardor o quemazón (Pirosis) que puede incluso dañar o ulcerar el esófago y que suele empeorar al agacharse, inclinarse hacia delante después de las comidas o al estar acostado.
  • Malas digestiones (falta de apetito, nauseas, vómitos, eructos y gases)
  • Dificultad para tragar alimentos o Disfagia.
  • Opresión en el corazón ya que esa parte del estómago puede estar comprimiendo el músculo cardíaco. Esto puede provocar en algunos casos taquicardia y palpitaciones que mal cuidados pueden desencadenar anginas de pecho y infartos.
  • Dificultad para respirar y dolor en el pecho y costillas ya que los pulmones no pueden realizar sus movimientos adecuadamente. Por supuesto el resto del cuerpo sufrirá esta mala función respiratoria al haber mala oxigenación.

Interpretación emocional de la hernia de hiato o hiatal

Hay un intento de control sobre las emociones para que "todo esté en su sitio" en nuestra vida. Esa represión o contención acaba escapándose a nuestro control.

Emoción positiva en la hernia de hiato o hiatal

Me siento en buenas manos y me libero de asumir siempre la total responsabilidad de controlar lo que ocurre. La vida fluye ya por si sola.

Fitoterapia para la hernia de hiato o hiatal

La "estrategia" debe ser múltiple. La planta más importante para la hernia de hiato o hiatal será el aloe vera o sábila ya que cuida todas las mucosas del sistema digestivo y favorece la digestión. Una cucharada sopera de su jugo diluida en dos dedos de agua antes del desayuno, comida y cena.
Después de las comidas tomaremos, a pequeños sorbos, una infusión que contenga Melisa (ideal para los problemas digestivos de origen nervioso), Regaliz (reduce la acidez aunque no la pueden tomar los hipertensos; en este caso pueden poner Flor de Malva o raíz de Malvavisco), Anís verde o Hinojo (eliminan los gases)

Pedid consejo a vuestro herbolario más cercano sobre preparación y

dosis.

Nutrición para la hernia de hiato o hiatal

Una de las pautas más importantes para la hernia de hiato o hiatal es dividir nuestra alimentación en 5 ó 6 pequeñas comidas al día a fin de no dejar pasar más de tres horas sin comer o beber alguna cosa.
Hemos de intentar que la dieta sea variada, equilibrada y sobre todo muy digestiva a fin de tratar de reducir o eliminar la acidez, gases, pesadez, etc.

El estreñimiento es uno de los principales handicaps así que hay que aumentar el consumo de fibra (frutas, verduras y cereales sin refinar) Estaremos siempre alerta a ver que alimentos nos sientan bien o no y si nos van mejor los alimentos crudos o cocidos.

El zumo de patata cruda, diluido en agua tomado en ayunas y antes de las comidas es un excelente antiácido. Los de zanahoria, repollo, remolacha, choucrout y apio también son muy alcalinizantes.

Respecto a los lácteos la pauta es que hay que intentar tomarlos en poca cantidad y sobre todo en forma de yogur o kéfir que son las formas más digestivas y si es posible que sean desnatados.

Evitar al máximo el café, alcohol y el tabaco ya que tienden a aumentar la acidez (sustituir el café por alguna infusión digestiva)

No tomar bebidas con gas ni beber demasiado líquido con las comidas ya que tiende a disolver los jugos gástricos y endentecer la digestión.

La papaya y la piña muy madura son muy recomendables para la hernia de hiato o hiatal así como las manzanas y peras. En cambio naranjas, plátanos y kiwis suelen producir acidez. Cada persona debe observar su caso en particular. Hay gente que se siente mejor si toma la fruta fuera de las comidas principales o si la toma cocida.

Respecto a las legumbres lo ideal es tomarlas en poca cantidad, bien cocidas (si las pasamos por el pasapurés eliminamos su piel y son más digestivas) y a ser posible cocinadas con un poco de comino o hinojo (las hace menos flatulentas)

Evitar las verduras flatulentas como la col, coliflor, pimientos, puerro, alcachofas, cebolla, repollo, etc.

Cocinar con el mínimo de grasa posible y evitar los fritos y las salsas pesadas.
Si nos gustan los condimentos evitemos los picantes y echemos mano de los que además de sabor mejoran la digestión (mejorana, romero, salvia, estragón, tomillo, etc.) Respecto al vinagre, sin lugar a dudas, el de manzana, con moderación, es ideal.

Cuidado con los alimentos muy fríos o muy calientes ya que irritan la mucosa gástrica.

Por supuesto estos consejos para la hernia de hiato o hiatal sólo funcionan al 50% si no hay una buena masticación. La saliva contiene una enzima, la ptialina, muy importante para una buena digestión.

Para terminar el apartado de la alimentación diremos que después de haber comido tranquilamente hemos de tomarnos unos momentos para relajarnos y continuar con nuestra actividad.

Si nos vemos obligados a tomar antiácidos conviene tomar un poco de levadura de cerveza en las comidas para compensar la disminución en la absorción de algunas vitaminas y minerales.

Otros consejos para la hernia de hiato o hiatal

La utilización de arcilla fina, vía interna es muy adecuada como alternativa natural a los antiácidos.

La respiración favorece la movilización del diafragma ayudando a descomprimir la presión abdominal favoreciendo que el estómago pueda ocupar, en la medida de lo posible, su posición natural.

El masaje también nos ayudará a reducir la tensión y bloqueo muscular de la zona favoreciendo que cada órgano "vaya a su sitio". Como además nos ayuda a reducir el estrés su beneficio es doble.

La noche es un suplicio para la gente con hernia de hiato ya que en la cama suelen empeorar. Por ello lo ideal es en primer lugar intentar ir a la cama mínimo dos o tres horas después de haber cenado e intentar cenar ligero. Suele ser de gran ayuda que la parte de la cama donde tenemos la cabeza sea unos 7 u 8 centímetros más alta que la parte donde tenemos los pies. Así quitamos tensión en la zona del diafragma y hay menos reflujos ácidos.

Practicar ejercicio físico de forma suave mejora la oxigenación, disminuye el estrés y fortalece la musculatura abdominal.

Intentar tomar consciencia de nuestro esquema corporal y evitar adoptar malas posturas (es mejor flexionar las rodillas y ponerse en cuclillas para coger algo que agacharse) que creen una tensión innecesaria.

Evitar la ropa muy ajustada y los cinturones en la medida de lo posible.