jueves, 15 de enero de 2009

APRENDAMOS A DIFERENCIAR EL RESRIADO DE UNA ALERGIA


Durante la temporada de frío los padecimientos respiratorios se agravan y son los resfriados y la gripe los más comunes; sin embargo, sus síntomas se confunden frecuentemente con los de las alergias, tales como secreción intensa de moco nasal, estornudos, comezón en la nariz, congestión nasal y lagrimeo, por lo que hasta 70% de diagnósticos y tratamientos para alergia son inadecuados, situación que con el tiempo puede derivar en el desarrollo de asma.

Es importante distinguir la diferencia entre un resfriado y una alergia, que básicamente consiste en la frecuencia de aparición de los síntomas. En las alergias estos permanecen durante todo el año y pueden agudizarse en invierno por el frío o en primavera por la cantidad de polen en el ambiente, a diferencia de un resfriado que es temporal, de igual manera sucede con el tratamiento, un resfriado se puede aliviar en dos semanas, mientras que una alergia requiere un tratamiento de control por lo menos tres meses.

Cabe destacar que en la última década se ha registrado un incremento significativo de enfermedades alérgicas en el mundo, de acuerdo a la Organización Mundial de la Alergia (WAO, por sus siglas en inglés), y entre los principales factores que lo provocan refiere al calentamiento global, la contaminación ambiental, menos lactancia de los recién nacidos y exposición mayor y más temprana a los alimentos procesados.

De acuerdo a las cifras de la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades respiratorias crónicas afectan a más de mil millones de pacientes, entre las destacan la rinitis alérgica, con 400 millones de pacientes en el mundo; asma, alrededor de 300 millones; EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) con cerca de 210 millones y el Síndrome de Apnea del Sueño, con 100 millones. En México, el 80 por ciento de las personas que padecen asma también presentan un cuadro de rinitis alérgica, mientras que 40 por ciento de los que sufren rinitis alérgica desarrollan asma, que es una enfermedad crónica y progresiva que de no ser diagnosticada y tratada de manera efectiva, pude resultar mortal.

Las enfermedades alérgicas son causadas por la exposición del paciente a los alérgenos, es decir, a sustancias o factores ambientales que por predisposición genética resultan incómodos al organismo, lo que provoca que el sistema inmunológico libere una sustancia llamada histamina, que estimula las secreciones y participa en procesos inflamatorios y de los vasos sanguíneos.

Los antihistamínicos son medicamentos de primera línea y son muy eficaces para aliviar los síntomas, funcionan mediante el bloqueo de los efectos de la histamina, lo que minimiza los síntomas de la alergia y mejora la calidad de vida del paciente. Es importante señalar que los antihistamínicos de última generación no son sedantes e incluso son recomendados por los lineamientos internacionales actuales, como los medicamentos de primera línea para el tratamiento de los síntomas de la Rinitis Alérgica.

Debido al deterioro importante en el desempeño escolar y laboral, así como en la calidad vida de las personas que padecen alergia, resulta sumamente importante la atención médica oportuna para controlar los síntomas y evitar la aparición de otras enfermedades relacionadas con éstas, como asma, rinosinusitis, hipertrofia de adenoides y síndrome de apnea del sueño.