martes, 1 de abril de 2014

PEELING CASERO

Un peeling es un tratamiento facial que consiste en la eliminación de las células muertas de la epidermis. Los beneficios de esta exfoliación son numerosos: eliminación de manchas, recuperación de la luminosidad de la piel, uniformidad del tono del cutis… Todos estos resultados pueden conseguirse con productos naturales y asequibles siguiendo unos simples consejos. 

Peeling casero: consejos básicos antes de empezar Si te has propuesto realizar esta operación tú misma, te interesa lo siguiente. Así realizarás el proceso con mayor seguridad: No debemos olvidar que este es un proceso de descamación, es decir, realizamos una pequeña dermoabrasión para arrastrar esas células muertas. Por lo tanto es normal que tu piel enrojezca y la notes sensible. Haz una prueba de sensibilidad en alguna zona de tu cara. Aunque el peeling casero lo realices con productos naturales, estos no dejan de ser también muy efectivos. 
Realízalo siempre de noche. Tu piel queda un poco más debilitada tras la exfoliación y exponerla al sol puede crear efectos no deseados como las manchas. 
Nunca olvides que tu cara debe estar limpia con tu producto habitual. Es fundamental que hidrates adecuadamente la piel inmediatamente después de realizarte el peeling casero. 
Respecto a la frecuencia, escucha tu piel. Una con tendencia grasa si admite un peeling semanal, pero sí tu cutis es seco, deja un intervalo de 15 días más o menos. No es recomendable en pieles muy sensibles. 


A continuación voy a darte algunas recetas sencillas y muy efectivas: 

1.- Peeling casero de semillas de papaya y piña Abrimos la papaya y cogemos las semillas. Añadiéndoles un poco de agua, las picamos en la batidora hasta hacer una pasta. Cogemos esa mezcla con los dedos y nos la aplicamos en el cutis dando un masaje en círculos, y lo retiramos con agua. A continuación machacamos con el tenedor la pulpa de la papaya y la piña hasta hacer una pasta. La extendemos por toda la zona facial y la dejamos actuar 5 minutos para aclararla después. Si no tenemos piña, podemos sustituirla por fresas.

2.- Peeling casero con vinagre de manzana Hacemos un ungüento con dos cucharadas de vinagre de manzana y té verde. Le añadimos bastante azúcar y, por último, un poco de miel, para evitar que la piel enrojezca. Exfoliamos nuestro cutis con la mezcla resultante, dando un suave masaje en círculos. Dejar que se seque 10 minutos y después retirar con agua. A continuación tonificaremos la cara con un preparado compuesto por una cucharadita de vinagre, dos de té verde y unas gotas de aceite de oliva. 

3.- Peeling casero de avena y limón Cogemos un puñado de avena (es preferible la ecológica, ya que su gramo está más entero) y la molemos en la picadora un poco. Luego le añadimos el zumo de un limón amarillo. Al igual que los anteriores, exfoliamos nuestras caras con este ungüento con movimientos en círculos y lo dejamos reposar unos 5 minutos aproximadamente. Una vez que lo hayamos retirado con una toallita, calentamos un poco de miel hasta que este simplemente tibia y la extendemos por todo el rostro. Con esto evitamos, por un lado, que enrojezca y por el otro que se cierren los poros. A continuación, tonificamos el cutis con medio tomate y medio pepino pasados por la licuadora. Las propiedades hidratantes y regeneradoras de ambos ingredientes son importantes. Si lo preferimos podemos sustituir dichas verduras por piña. 

Con la exfoliación conseguirás que se iguale el tono de tu piel, se eliminen imperfecciones y sobre todo que recupere su luminosidad.