miércoles, 25 de febrero de 2009

INGERIR POCA AGUA ELEVA EL RIESGO DE DESARROLLAR CALCULOS RENALES


Los cálculos renales aquejan a entre cinco y 15% de la población mundial mayor de 40 años. La llamada litiasis urinaria se forma cuando la orina contiene una gran cantidad de calcio y sustancias ácidas, las cuales crean pequeños cristales que al acumularse se convierten en piedras. Los cálculos pueden presentarse en cualquiera de los órganos del tracto urinario: riñones, uréteres, vejiga, aunque generalmente tienen lugar a nivel renal.

Esta enfermedad es la segunda causa de consulta a nivel nacional en el Servicio de Urología del Seguro Social, después de los problemas prostáticos.

En su origen influye la dieta, cuando existe un elevado consumo de alimentos ricos en calcio (productos lácteos) o proteínas (carnes rojas); el clima, ya que la litiasis urinaria es más frecuente en zonas cálidas, por la deshidratación corporal. Pero el factor más importante es tomar poca agua, ya que ésta ayuda a eliminar los minerales y por ende, inhibe la formación de cristales.

La mayor incidencia es entre la cuarta y sexta década de vida, es más frecuente entre los varones que en las mujeres, de 2 a 3 veces contra una.

Un cálculo renal puede medir desde dos milímetros hasta ocho o 10. Una piedra menor de cinco milímetros, es muy factible que sea desechada al evacuar la vejiga; de seis y siete milímetros, la probabilidad se reduce 50%; las de mayor tamaño, requieren cirugía.

Entre los síntomas se encuentran: dificultad para orinar, fuerte dolor abdominal o en la espalda, cólicos o espasmos; escalofríos, náuseas, vómito y sangre en la orina.

Por orden de frecuencia, las piedras se clasifican en 5 tipos: de oxalato de calcio, fosfato de calcio, estruvita, cuyo principal elemento es el fosfato-amónico-magnésico; de ácido úrico y la que más se presenta en el sexo femenino, de cistina.

Para el diagnóstico de este padecimiento se realizan estudios con ultrasonido y radiografías; además de los exámenes de laboratorio, como un cultivo de orina, ya que suele asociarse con infecciones en el sistema urinario.

Para piedras pequeñas en el riñón, el tratamiento sugerido es un proceso ambulatorio denominado litotricia extracorpórea. Por medio de un aparato de ondas de choque se rompen las piedras para su posterior eliminación a través de la micción.

Cuando son mayores de 2 centímetros existen procedimientos como la cirugía percutánea, (nefrolitotomía), en la que a través de un orificio en la región lumbar se crea un acceso al riñón para localizar la piedra y romperla con energía láser o neumática. Finalmente se encuentra la cirugía abierta, que es la más común.

Se calcula que después de 5 años, 50% de quienes padecieron cálculos renales repiten un cuadro de litiasis. El urólogo del IMSS recomendó a estos derechohabientes beber de 2 a 3 litros de agua diariamente y disminuir la ingesta de alimentos ricos en calcio y proteínas.