miércoles, 23 de diciembre de 2015

POR QUE NO DEBERÍAMOS INGERIR COMIDA CHATARRA

Hamburguesas, pizzas, perros calientes, frituras…, estas y un sinnúmero de comidas altas en calorías, azúcares, grasas saturadas, y mucho peor, bajas en el cuidado de tu salud, son las que se vienen ingiriendo en el diario vivir del mundo de hoy.
Día tras día pareciera que el tiempo alcanza menos, se nos hace imposible contar con una hora para comer conscientemente, comemos lo ofrecido en el mercado, ése lleno de promociones y grandes descuentos y más aun cargado de comida poco saludable, a la cual solemos llamar “comida chatarra” y que nos encanta y nos hace tanto mal.
La comida “chatarra”, comida rápida o fast food la encontramos en cada esquina y estas apariciones se le pueden deber a la Revolución Industrial, época que conllevó a una variedad de cambios en transporte, maquinaria, horarios estrictos laborales, la cadena de montaje, entre otros, permitiendo mayor industrialización al mundo; así bien, el tiempo para ciertas actividades era muy reducido, pues la gente comenzó a trabajar con mayor rigidez y no solían contar con un horario suficiente. Para la cena, por ejemplo, esto llevó a que empresarios se iniciaran en el negocio de restaurantes de comidas rápidas, permitiendo comer en poco tiempo y, en ocasiones, hasta sin bajarse de los automóviles. Una demostración para ello, son los hermanos McDonald, quienes vieron una oportunidad cuando se generó la mencionada revolución, proponiendo a la población “afectada” una cadena de negocios industrializada, la cual contaba con la maquinaria para ofrecer un servicio rápido a sus usuarios y, de esta manera, darles el tiempo preciso para cenar y continuar ágilmente con sus exigentes horarios laborales: éxito principal en este negocio de comidas rápidas, pues, como su nombre lo indica, la rapidez en atender a los clientes es evidente. Asimismo, el precio ofrecido en muy asequible, lo cual no deja de llamar la atención del consumidor.
Como vemos este tema de la alimentación poco saludable tiene su historia, una historia enfocada a la producción y al factor económico que sin duda nos viene afectando desde tiempos remotos.
Ingerir repetidamente este tipo de comidas nos generaría una gran afección, 
4 razones por las cuales este tipo de alimentos no es lo más recomendable para nuestra calidad de vida. 
1.   El exceso de energía de estos menús, cuyo aporte calórico es más de la mitad del necesario diariamente, favorece el exceso de peso. Al consumir un exceso de energía se produce un balance energético positivo, almacenándose el exceso en forma de triacilglicéridos.
2.    La comida rápida o fast food contiene un alto porcentaje de grasas saturadas y colesterol, muy usado en este tipo de comidas. El colesterol es un lípido que además de formar parte de las membranas celulares, es precursor de hormonas, ácidos biliares y vitamina D; se sintetiza en el organismo, por lo cual el aporte alimentario no es imprescindible.
3.    Se ha visto que el colesterol proveniente de la dieta que aumenta el colesterol sanguíneo y las cifras de LDL; este aumento se estima que puede ser de 2,2 mgr/dl. por cada 100 mgr. de colesterol alimentario.
4.  Finalmente, mediante estudios genéticos, epidemiológicos, clínicos, etc., se ha establecido claramente la relación entre colesterol y enfermedad cardiovascular. De igual modo al aumentar los valores de colesterol plasmático (y LDL) aumenta el riesgo de enfermedad coronaria. Por último, se ha comprobado que el colesterol sérico es el mayor agente etiopatogénico de la aterosclerosis. 
De acuerdo con lo antes mencionado, es evidente el daño que generan este tipo de alimentos, pues no aportan nada positivo a nuestro cuerpo, generando por el contrario, mayor probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, obesidad, colesterol, etc. 
Es sin duda la obesidad una de las enfermedades que logra desarraigar otras muy complejas y afectando gravemente la salud de la humanidad, esto lo afirma el Presidente de la Fundación Colombiana de Obesidad (FUNCOBES), Dr. Iván Darío Escobar, quien dice: “es a partir de la obesidad que se desarrollan muchas enfermedades. Empecemos por muy comunes: La diabetes, la principal causa de diabetes es la obesidad; seguimos con la hipertensión, problemas de triglicéridos y de colesterol alto, todo eso junto llevaría a aumento de la enfermedad coronaria, o sea el infarto, inclusive la misma trombosis cerebral, problemas de artrosis de rodilla, problemas de vesícula, problemas de apnea del sueño, depresión, ansiedad…, la obesidad por sí misma te puede alterar tu salud, pero más allá de eso, se asocia a muchas enfermedades que te van a  multiplicar los problemas de salud”. De esta manera y teniendo ya un conocimiento más amplio de la gravedad de padecer la enfermedad de la obesidad sería muy importante empezar a tomar consciencia de los alimentos que ingerimos, entender y tomar conciencia de los alimentos que sí nos proveen bienestar y hacer uso de ellos. 
Consejos:
  • Comer saludable: comer saludable es comer frutas y verduras, incluir en la alimentación bebidas lácteas, la leche, el queso, el huevo, este último es un alimento muy importante para los niños como una proteína.
  • Comer sin excesos: ojalá comer en casa, cocinar en casa. Es bueno a lo antiguo, los frijoles, las lentejas con el arroz, la carne. ¡Volver a casa y compartir en familia!
  • Practicar deporte: hacer alguna actividad física, sin duda ayudará a prevenir la obesidad y así mismo colabora en el cuidado de otros órganos del cuerpo. 
Sin duda, estas palabras nos hacen analizar y ahondar mucho más en el tema de la comida “fast food”, pues gracias a esta tendencia que vivimos hoy, se viene perdiendo también la parte del compartir con la familia, pareciera que el tiempo “no alcanza”, pues entre ires y venires se nos va el día, pero sin duda y si de verdad queremos llevar una vida más tranquila, más saludable, más amena y feliz es momento de pensar claramente y darnos cuenta cómo nos estamos afectando todo nuestro ser, vivimos en torno a laborar y hemos dejado de lado todo lo que nos hacía bien como seres humanos, tomémonos un poco de tiempo y empecemos a planificar cada día, sin duda podremos lograr equilibrar trabajo, alimentación y compartir, y así mejorar nuestra salud. 
Pero, ¿por qué si es claro lo poco saludable de esta comidas, se continúa su ingesta?, la ansiedad en ocasiones puede llevarnos a escoger este tipo de alimentos, el 50% de las personas que padecen de obesidad sufren trastorno de ansiedad y depresión, trastornos compulsivos de la alimentación, su ansiedad, su depresión, lo conduce a que coma en exceso, hay gente que es comedora nocturna, o sea son personas que están dormidas y se despiertan exclusivamente a comer porque se genera una ansiedad interior. Si tú vas a ver en el fondo de las personas gorditas, en la mayoría hay problemas de ansiedad y depresión”. 

Ahora bien, yo finalizo diciendo: ¿seremos capaces de cambiar el chip, de cambiar el pensamiento e ir más allá del no tener tiempo? Analicemos.