lunes, 24 de febrero de 2014

ADICCION AL AZUCAR REFINADA

La dependencia de los dulces genera en muchos casos síndrome de ansiedad, un malestar más común de lo que se admite, ya que a menudo se pasa por alto y no se entiende ni se trata bien. El ansia por la comida puede ser tan poderosa como una adicción al tabaco o al alcohol, y perder el hábito resulta difícil, pero no imposible.

Te planteamos algunas cuestiones que pueden dar pie a la reflexión para comprender que la afición por comer dulce en general, o chocolate en particular, puede considerarse más una obsesión insana que una preferencia alimentaria. Algunas de las cuestiones son las siguientes:

•¿Es capaz de coger los dulces especiales de sus hijos para comérselos usted? 
•¿Ansía tomar un dulce después de cada comida?
•¿No puede borrar de su mente el chocolate (u otros dulces)?
•¿Oculta su debilidad a la familia y los amigos?
•¿Le gusta más el chocolate que el sexo?
•¿Trata al dulce como un "amigo reconfortante"?

-Ideas que pueden ayudar al equilibrio

1. Debemos tener presente que una dieta equilibrada no debe tener mas de 20 o 30grs de azúcar diarios. Es importante no rebasar esta cantidad con los alimentos que seleccionamos. Por ejemplo, 10g de mermelada contienen, entre los azúcares naturales y los añadidos, 7gr de azúcares, y que en 100g de melocotón en almíbar esto asciende a 22g. Un refresco de esos de botella (250-333c) cubre ya de por sí solo la dosis recomendada de azúcares.

2. Una buena opción de dulce son las frutas, ya que contienen azúcares y por ello es dulces, pero es considerado un alimento básico ya que también aporta vitaminas, minerales, oligoelementos y fibra. Esto no puede decirse de los dulces ya que son productos superfluos, de escaso o nulo interés nutricional, resultado de importantes manipulaciones y con una considerable dosis de azúcar añadida.

3. Los dulces nunca deberían reemplazar a los básicos. Debemos estar atentos de que nunca sustituyan particularmente a los que pudieran entrar en competencia.

4. El mejor momento para consumir los dulces es precisamente ese del momento final de la comida, porque como ya hemos llenado el estómago, los consumimos en menor cantidad, ejercen menos influencia sobre los niveles de glucosa sanguínea, y si suponemos que luego de la comida se realiza la práctica de la higiene mental, entonces, proporcionan menos "alimento" a las bacterias causantes de las caries dentales.

5. Debemos dar preferencia a los dulces que tengan la menor cantidad de contenido en azúcar, grasas y aditivos. Por eso, hay una gran diferencia entre el dulce casero y el industrial.

6. Con relación a los llamados dulces "light", al optar por edulcorantes intensos del tipo aspartamo o sacarina, el número de calorías se reduce drásticamente. Pero, también deberíamos tener presente que un consumo importante de dulces "light" puede llevar a la ingesta de cantidades excesivas de estas sustancias, no del todo saludables. Por otro lado, tampoco está probado que el consumo de alimentos "light" reduzca la ingesta energética total.

7. Si uno consume algo dulce diluirlo con algún líquido: agua, mate, te, que hacen que no haya una hiperconcentración de azúcar y por ende no se estimula la liberación de insulina.

8. Y por ultimo el paladar se educa, si uno se acostumbra a comer algo dulce, el día que no lo come siente que le falta algo, pruebe de pasar 3 días sin comer ese dulce y verá que se acostumbro a no tenerlo.

9. Recuerden mientras menos azúcar, grasas y aditivos, más saludable será un producto.

Si uno tiene debilidad por los dulces o la comida, tiene que tratar que su alimentación sea un trámite, una cosa rutinaria para no tentarse, para no darle demasiado valor a la comida. Darle solo el valor que tiene: el nutricional.