miércoles, 28 de marzo de 2012

¿PREPARADA PARA UN EMBARAZO SALUDABLE?


Antes de elegir la ropa, comprar la cuna o adecuar la casa para la llegada del bebé, la futura madre ha de preparar su propio cuerpo para recibirlo. Este proceso empieza por vigilar las condiciones médicas y los factores de riesgo que pudieran afectar a su salud o a la del feto.
Antes de embarazarse, todas las mujeres deberían someterse a una revisión ginecológica rutinaria (citología, ecografía ginecológica y exploración mamaria) y a una analítica general con una serología.
La serología permite identificar la presencia de anticuerpos en la sangre. En el caso de una mujer que desee quedarse embarazada, se aconseja buscar los anticuerpos de la rubeola, del virus de la hepatitis C, del citomegalovirus (CMV), del virus de la inmunodeficiencia humana, de la lúes y de la toxoplasmosis.
Asimismo, antes de la concepción las mujeres deberían vacunarse contra la rubeola si no tuvieran un nivel suficiente de anticuerpos para asegurarles la protección. Las patologías hereditarias son otro aspecto a tener en cuenta. Hay que prestarle atención a todas ellas pero especialmente a las enfermedades génicas y cromosómicas. Todas las parejas que presenten afecciones de carácter hereditario deben pasar por una consulta de consejo genético.

ÁCIDO FÓLICO
No obstante, algunas enfermedades del recién nacido se pueden evitar siguiendo ciertas recomendaciones. Así, tomar suficiente ácido fólico es una parte importante de la buena salud antes de la concepción", indican los expertos de la Oficina para la Salud de la Mujer de los Estados Unidos.
De hecho, las mujeres necesitan "entre 400 y 800 microgramos de ácido fólico al día" incluso si utilizan métodos anticonceptivos o no planean quedarse embarazadas, sostienen. Según explica la Oficina para la Salud de la Mujer, esto se debe a que los defectos congénitos del cerebro y de la columna vertebral se producen en las primeras etapas de la gestación, a menudo antes de que la mujer sepa que está embarazada. Así, cuando ella conozca su estado, "podría ser demasiado tarde para prevenirlos", advierte esta entidad.
Es importante que las mujeres en edad fértil tomen la cantidad suficiente de ácido fólico porque esta sustancia disminuye significativamente los defectos de cierre del tubo neural (el más frecuente es la espina bífida). Además, la vitamina B9 o ácido fólico reduce las posibilidades de sufrir un aborto, afirma.
El ginecólogo aconseja, asimismo, llevar una dieta equilibrada y controlar el peso corporal. Según apunta el especialista, el sobrepeso aumenta el riesgo de diabetes gestacional y de hipertensión arterial asociada al embarazo, incrementa las complicaciones inherentes al parto y eleva la tasa de cesáreas.
Por otra parte, estar demasiado delgada conlleva que el niño nazca con un peso bajo. La escasez de determinados elementos en la nutrición puede originar distintos problemas. De este modo, los casos graves de cretinismo fetal se producen por déficit de yodo y el raquitismo se debe a la carencia de vitamina D, comenta.
El sobrepeso y obesidad en la futura madre también es un factor a considerar, pues aumentan las posibilidades de desarrollar preclamsia y otros factores de salud negativos.
Practicar ejercicio aeróbico moderado y no fumar ni consumir alcohol son otras recomendaciones para cuidar la salud de las mujeres que se preparan para ser madres.