domingo, 31 de julio de 2011

BAILAR MEJORA EL EQUILIBRIO Y PREVIENE CAIDAS EN EL ADULTO MAYOR


El alegre hábito de bailar podría ser más que un simple pasatiempo para los adultos mayores, ya que bailar podría mejorar su equilibrio y lograr que caminen con más velocidad, haciendo que el riesgo de caer sea mucho menor.

A dichas conclusiones llegó un estudio enfocado en las terapias basadas en la danza. “Las intervenciones creativas, como los tratamientos con bailes, tienen el potencial de reducir significativamente las caídas en las personas mayores”, dijo Jean Krampe, de la Escuela de Enfermería Sinclair.

TANGO Y SALUD

En Argentina el tango se recomienda cada día más para mejorar la salud, al punto que se acuñó y se utiliza habitualmente el término tangoterapia. Especialistas locales explican que este baile, considerado ejercicio moderado, ayuda a combatir el stress, la depresión y la ansiedad. A su vez, el sistema cardiovascular y los niveles de colesterol en sangre suelen mejorar en las personas que bailan regularmente.

El estudio del tango como opción de tratamiento aumentó al punto que en 2008 y 2009 se realizó la primera y segunda edición del Congreso Internacional de Tangoterapia. Estos encuentros contaron con la presencia de profesionales de la salud de distintas disciplinas, como la medicina, la kinesiología y la psicología.

BAILAR PARA EVITAR LAS CAÍDAS

Los investigadores de Estados Unidos estudiaron el efecto del

baile a través del Método Lebed, que incorpora pasos de baile de bajo impacto que se realizan en sintonía con la música. A su vez, el mismo equipo realizó un segundo estudio en un hogar para personas de la tercera edad, donde un grupo de voluntarios disfrutó de 18 encuentros de baile a los largo de dos meses.

“En las investigaciones encontramos un mejor equilibrio, caminar y funcionalidad general entre los adultos mayores que participaron en las sesiones regulares de danza-terapia. Los profesionales que cuidan a los ancianos pueden ayudar a poner estos programas en práctica para reducir los problemas que generan las caídas”, recomendó Krampe.

Además, los investigadores recalcaron que los voluntarios disfrutaron mucho del baile y querían continuar con el programa.