jueves, 3 de septiembre de 2009

LA IMPORTANCIA DE LA VITAMINA D3


Congestión nasal, tos, dolor de garganta, estornudos… ¿Les suena? Para muchos, el invierno es una sucesión de resfriados, un ir y venir de catarros contagiados. Una reciente investigación sugiere que ‘la culpa’ de tanto constipado puede radicar en las carencias de vitamina D -una sustancia que el cuerpo ‘elabora’ gracias a la exposición a los rayos solares- que pueden producirse en invierno.

“Nuestro estudio demuestra que existe una asociación entre los niveles de vitamina D y la presencia reciente de lo que se conoce como resfriado común”, explican los autores de este trabajo en las páginas de la revista ‘Archives of Internal Medicine’.

Estos investigadores, de la Universidad de Colorado, el Hospital General de Massachusetts y el Hospital Infantil de Boston evaluaron los datos obtenidos por una investigación anterior, llamada ‘NHANES III’, que había analizado el estado de salud y los hábitos de una muestra representativa de la sociedad estadounidense.

Además de un cuestionario sobre las costumbres alimenticias y una batería de pruebas, aproximadamente 19.000 individuos fueron sometidos a un análisis para medir la cantidad de vitamina D presente en el organismo.

La importancia de la vitamina

Los datos pusieron de manifiesto que aquellos participantes que presentaban menor cantidad de la vitamina tenían un historial más nutrido de resfriados y catarros recientes, fuera cual fuera la época del año analizada.

Según sugieren, esta asociación podría deberse a un posible papel de la vitamina D como potenciador del sistema inmunitario. Así, en estados carenciales de esta sustancia, las defensas del organismo serían más débiles y proclives a la infección.

La investigación también demostró que en el caso de individuos que sufrían algún tipo de enfermedad respiratoria, como asma o enfisema, esta asociación parecía ser más marcada. “El rol de la vitamina D en este tipo de pacientes podría tener aún más importancia”, remarcan los autores en su trabajo. Como ejemplo, citan el caso de los pacientes con asma de la investigación, que presentaban hasta cinco veces más probabilidades de enfermar que el resto de sus compañeros.

Pese a todo, estos investigadores reconocen que los resultados de su trabajo necesitan ser corroborados por estudios clínicos antes de recomendar los suplementos de vitamina D para prevenir resfriados.

En caso de que estos datos se confirmen, España no se libraría de las recomendaciones ya que, tal como explica Susana del Pozo, miembro de la Fundación Española de Nutrición, entre la población de un país soleado como el nuestro también existe déficit de esta sustancia.

“Numerosos estudios y publicaciones realizados en las últimas décadas revelan que una parte de la población, fundamentalmente personas de edad avanzada y adolescentes, padece deficiencia de vitamina D, sobre todo al final del invierno”.

Esta especialista recuerda que desde los 10 hasta los 49 años la cantidad de vitamina D recomendada es de cinco microgramos al día. Para la gente que supera los 50, la indicación es de 10 microgramos al día; y la cifra aumenta a los 15 si se supera los 60 años.

La vitamina D es esencial para la absorción del calcio y el fósforo