sábado, 28 de febrero de 2009

ALERGIAS ALIMENTARIAS

Las alergias alimentarias van en aumento imparable año tras año por lo que se hace necesario conocer sus causas y los remedios naturales adecuados. Las alergias alimentarias no saben de edades ni clases sociales ya que pueden afectar a cualquier persona.


Las alergias alimentarias son una reacción o respuesta inapropiada del organismo ante una sustancia (alergeno) que es bien tolerada por el resto de individuos.
En el caso de las alergias alimentarias, el alergeno es un alimento con el que normalmente entramos en contacto por ingestión, pero que puede también causar síntomas por contacto o por inhalación.

Hay que diferenciar claramente, las alergias a alimentos de otros problemas de reacciones adversas a alimentos de causa tóxica, infecciosa, intolerancia o de otros mecanismos inmunológicos no alérgicos.

La incidencia de alergias alimentarias ha aumentado considerablemente en las dos últimas décadas.
Aunque desde la perspectiva de la medicina ortodoxa no se ofrece una explicación plausible a esta situación, desde una perspectiva alternativa se piensa que las causas son:

El estrés, la polución medio ambiental, la introducción precoz de alimentos sólidos a los bebes (especialmente de los alimentos ya preparados), la manipulación genética de las plantas (pues pueden establecer reacciones no conocidas en el cuerpo humano); así como el abuso de los lácteos, las bebidas envasadas y los alimentos precocinados o con mucha manipulación industrial.

Es interesante la marcada incidencia de las alergias alimentarias en ciertas familias, lógicamente influida por las costumbres alimenticias comunes.

Nuestra dieta es de vital importancia para el desarrollo de los microorganismos que conviven con nosotros, evidentemente según como alimentamos a "nuestros socios intestinales" permitimos el mejor crecimiento de unos o de otros.

La flora intestinal suele estar alterada en niños con alergias alimentarias, reduciéndose el número de bífidobacterias y lactobacilos, y aumentando las enterobacterias.

La alimentación rica en fibra, como cereales integrales, frutas y verduras preferentemente de la temporada, así como lácteos previamente fermentados como Kefir o yogur natural, provee a muchos microorganismos intestinales de su alimento indispensable.

Hay que señalar también los efectos de los antibióticos sobre la flora intestinal. En España se consumen cada año 700 toneladas de antibióticos de las cuales se calcula que la mitad son para consumo humano (la otra mitad se destina al consumo veterinario, repercutiendo al final sobre las personas que consumen estos productos).

Síntomas de las alergias alimentarias

Los síntomas de las alergias alimentarias pueden ser desde leves hasta muy graves y pueden afectar a varios niveles.
Las manifestaciones clínicas suelen aparecer entre los primeros minutos y las pocas horas tras haber entrado en contacto con el alimento. Raramente se producen reacciones tardías, quizás una excepción a esta cronología sea la Dermatitis Atópica producida o agravada por alimentos.

Los síntomas de las alergias alimentarias son urticaria, eczema y prurito o picor (a nivel cutáneo), rinitis alérgica y/o asma (a nivel respiratorio) y náuseas, vómitos, dolores abdominales y diarrea (a nivel gástrico). Pueden presentarse unas reacciones u otras, o varias de ellas combinadas. En algunos casos aparecen reacciones graves, como el shock anafiláctico, broncoespasmo agudo severo, y angioedema de vías respiratorias, que pueden llegar a producir la muerte.

Como detectar las alergias alimentarias

El diagnóstico de las alergias alimentarias no es fácil y constituye, en ocasiones, una labor casi detectivesca. Aunque la edad y las manifestaciones alérgicas constituyen una pista y orientan al especialista, hay que recurrir a pruebas específicas para dar con el alimento culpable. Las pruebas cutáneas son las más utilizadas.

También se utiliza la provocación alimentaría, consistente en eliminar de la dieta durante dos semanas el alimento sospechoso para luego volver a administrarlo, comenzando con dosis muy pequeñas y observando la reacción que provoca.

¿Cual es el tratamiento de las alergias alimentarias?

En las alergias alimentarias, lo más frecuente es que con el curso del tiempo se produzca una tolerancia. Pero existen casos en que la sensibilización puede persistir toda la vida. En estos casos el único tratamiento probado y eficaz, en estos momentos, es la estricta eliminación del alimento implicado de la dieta.

Problemas que se nos presentan con las alergias alimentarias

Las personas con alergias alimentarias y sus familiares, se enfrentan con una serie de problemas derivados, sobre todo, de la poca información y del desconocimiento del tema.
En primer lugar hay que detectar los síntomas e interpretarlos correctamente, tomando las medidas oportunas para descartar si son alergias alimentarías o derivar el problema hacia los especialistas. Nos encontramos con numerosos casos de niños mal diagnosticados de base y sin tratamientos correctos.

Una vez diagnosticada la alergia alimentaría comienza nuestra gran batalla por la supervivencia. Los padres, desorientados completamente, nos enfrentamos a la búsqueda de alimentos capaces de sustituir a los alergénicos, porque se nos plantean importantes dudas acerca de su nutrición.

Esto conduce por una parte, a la eliminación de la dieta de muchos productos ante el temor de una reacción alérgica y por otra, a la superprotección del niño.

No existe comprensión ante las limitaciones que conlleva, no sólo por la elección de los alimentos adecuados, sino por su manipulación; incluso a los miembros de la misma familia (abuelos, tíos) les cuesta creer las graves consecuencias que puede tener el que el niño tenga contacto con los alimentos alergénicos.

A toda esta problemática social debemos añadir las dificultades que sufrimos cuando el niño se debe incorporar al colegio. La escuela de educación infantil es el primer ámbito, fuera de su casa, en el que se tiene que desenvolver el niño. Aquí aparece de nuevo el miedo, la angustia y el aislamiento.

El niño además, se puede sentir aislado por sus propios compañeros con los cuales no puede compartir golosinas, ni dulces en fiestas infantiles, esto a los mayores nos puede parecer una simpleza, pero a un niño de esta edad el no intervenir en estas fiestas y juegos, le afecta bastante.

Tampoco puede ir a excursiones escolares, visitas a granjas escuela y todas las salidas en las cuales se coma fuera, o siempre que lo haga habrá de ser bajo estrecha vigilancia y llevándose su propia comida.

Aunque el problema sea mayoritariamente de niños, no debemos olvidar a los adultos, los cuales también se verán afectados cuando, al incorporarse a la vida laboral, tengan que comer fuera de casa ya que los comedores de empresa tampoco se responsabilizan de sus dietas.