Son muchas las investigaciones que se están realizando actualmente sobre la plasticidad del cerebro , su capacidad de regeneración y la neurogénesis, nueva ciencia que investiga los genes que intervienen en la formación de estas nuevas neuronas. Gerd Kemperson del Centro Max Delbrück de Medicina Molecular de Berlín afirma que el cerebro nunca deja de desarrollarse, lo hace durante toda la vida. Día a día varios miles de nuevas neuronas nacen en el hipocampo, esto pareciera no tener importancia en comparación con los cientos de miles de millones de que se compone el cerebro, pero según Kemperson: “bastan unas pocas neuronas nuevas para cambiar profundamente la red arquitectónica del cerebro”.
Conociendo todas estas valiosísimas aportaciones de la ciencia sólo queda ponerse en marcha, ejercitar el músculo del cerebro para conservarlo ágil y en forma durante toda la vida. La falta de desafíos nos lleva al anquilosamiento. Cada vez que aprendamos algo nuevo estaremos estimulando toda la masa cerebral, aunque en última instancia predomine más un área del cerebro que otra. Además nunca es tarde para empezar, según un estudio del gerontólogo Warner Shaie en el que participaron más de 200 ancianos en un programa de entrenamiento intelectual, más de 80 consiguieron invertir el proceso de deterioro de las capacidades de pensamiento lógico y de orientación espacial.
Parecen ser tres las claves de la salud y la regeneración cerebral: La actividad Física, la vida social y el aprendizaje constante, por eso no nos extrañemos del surgimiento de centros especializados en fitness cerebral como es el caso del creado en Nueva York por el neurólogo Elkhonon Goldberg, ni de las empresas que comiencen a invertir en el entrenamiento intelectual de sus empleados, ni de la cantidad de juegos y máquinas que se están desarrollando para estimular las diferentes áreas cerebrales.
Existen muchas alternativas para poner en marcha nuestras neuronas y la mayoría están al alcance de nuestras manos: Entrenamiento mental, hacer crucigramas, sopas de letras, puzles matemáticos, realizar las cuentas a mano o de memoria en lugar de usar la calculadora, recordar contraseñas sin ayuda, hacer solitarios….
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Aprendizajes nuevos: aprender un nuevo idioma, realizar tareas complejas que nunca antes habíamos realizado. Adentrarnos en un nuevo reto que requiera esfuerzo. Aumentar nuestro bagaje intelectual con la lectura de nuevos libro o la asistencia a conferencias y charlas.
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Encontrar nuevas aficiones: viajar, ir a la ópera, al teatro, cambiar de amigos, pasear , etc. Si sólo realizamos actividades repetitivas terminaremos por anquilosarnos. Hay que dar nuevos estímulos al cerebro.
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Hacer ejercicio regularmente: lo que es bueno para el cuerpo es bueno para la mente, recuerde “ mens sana in corpore sano”. Buen ejercicio y buena dieta son necesarios para estar en pleno rendimiento.
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Cuidar la alimentación, además de ingerir la cantidad necesaria de frutas, frutos secos, verduras (especialmente de hoja verde), cereales integrales y pesados (sobretodo azules) convendría tener en cuenta algunos suplementos como:
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La lecitina de soja rica en fosfatidilserina, fosfolípidos solubles en grasa del que se han hecho numerosos estudios demostrando que su ingesta aporta una gran mejoría en la memoria y el rendimiento intelectual.
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Levadura de cerveza: por su gran aporte en vitaminas del grupo B que intervienen en el buen funcionamiento del sistema nervioso y participan en la formación de neurotransmisores.
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Germen de trigo: por su especial aporte no sólo de vitaminas del grupo B, sino además de vitamina E que aporta oxígeno a las células, mejora el tejido celular y la circulación previniendo el envejecimiento de las neuronas.
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Practicar actividades lúdicas con la familia o los amigos como el ajedrez, las cartas ( por supuesto evitando el humo destructivo del tabaco que a veces va asociado a las largas partidas ), el dominó y otros juegos de mesa. Nunca llegue a un agotamiento excesivo.
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Aprender a relajarse y practicar técnicas milenarias de la India como el yoga, o de China como el taichi y el chikung que favorecen la integración psicofísica y ayudan a calmar la mente. La fatiga tanto del cuerpo como de la mente produce un gradual debilitamiento del sistema nervioso y una aceleración en el desgaste de las neuronas según estudios realizados en el Baylor College of Medicine. Duerma las suficientes horas.
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Desarrollar la creatividad: improvisar un dibujo, una canción o un baile , desarrollar nuestra empatía con diferentes situaciones o tratar de entender opiniones diferentes a las nuestras, hacernos preguntas sobre las cosas cuestionando incluso aquello que se daba por seguro, e incluso…escribir un poema.
Cuide su cerebro, su cuerpo se lo agradecerá !