Las autoridades médicas aconsejan no ingerir más de 2 bebidas alcohólicas al día. Abusar del alcohol puede acarrear graves problemas para su salud física (lesiones en el hígado, el páncreas, el sistema nervioso central y los nervios periféricos, la función sexual, ciertos tipos de cáncer como el de mama, intestino, esófago o bucal, etc.) y emocional, así como situaciones legales.
El abuso del alcohol está estrechamente ligado con los accidentes de tránsito, que a su vez constituyen una de las causas más frecuentes de muerte y lesiones graves en Occidente.
En seguida se enumeran algunas situaciones en las que hay que disminuir el consumo o no beber alcohol: durante el embarazo, si sufre alguna enfermedad, si tiene alteraciones gastrointestinales o cambios de estado de ánimo, si no recuerda lo que ocurre después de beber, si no puede parar de beber después de una o dos copas, si la familia está preocupada con su hábito, si tiene un historial familiar de alcoholismo, si ha de conducir o si es menor de edad.