Es la etapa de transición y el niño adquiere la cultura o hábitos familiares de aliment
ación. Las bases de la dieta se establecen en función de la calidad de los alimentos, cantidad adecuada, variedad de los mismos, proporcionalidad de unos y otros principios inmediatos, distribución idónea a lo largo del día, elaboración saludable y apetecible.
Verduras y Hortalizas
Alimentos muy ricos en agua, vitaminas, minerales y fibra. De poco valor calórico y modificación de sus componentes según se elabore. La preparación debe hacerse: Cocción al vapor si es posible sin cortar, para evi
tar superficies de contacto con el agua. También se pueden hacer en el horno sin pelar. Utilizar siempre el caldo de la cocción en sopas o purés. La temperatura y tiempo de cocción deben ser bajos. En las verduras que se vayan a cocer puedes poner zumo de limón para proteger las vitaminas.
Las frutas
Alimentos ricos en vitaminas, minerales y de alto valor energético. Actúan como reguladores de todas las funciones metabólicas. Su consumo d
ebe ser diario y preferentemente con piel previo lavado. Los sucedáneos en postres elaborados o zumos no pueden ser sustitutivos.
Las carnes
Alimentos muy ricos en proteínas, hierro y vitaminas. Imprescindible en la dieta habitual, preferentemente las menos grasas. Los productos cárnicos elaborados no deben consumirse como sustitutivos de la carne por la complejidad de su elaboración y aditivos de cons
ervación.
Los pescados
Alimentos ricos en proteínas, yodo, fósforo, magnesio, potasio, calcio y vitaminas A, D y B, imprescindible en la dieta de los niños. Mantienen sus propiedades frescos o congelados.
Los huevos
Alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales. El consumo recomendable en niños es de 3 a la semana.
Los cereales
Alimentos muy energéticos por su contenido en carbohidratos. Contienen proteínas vegetales y vitaminas. Deben estar presentes en la dieta diaria.
Las legumbres
Alimento de valor proteico de alta calidad, contenido elevado de hidratos de carbono, fibra y calcio. Debe formar parte de la dieta habitual.
La calidad depende de la frescura y del tratamiento en su elaboración. La cantidad debe ser la que aporte entre 1200-1300 kcal / día en niños de 1 a 2 años y unas 1400 kcal / día en niños de más de 2 años. La variedad es fundamental en nutrición por la necesidad de todas y cada una de las sustancias que aporta cada grupo de alimentos. La proporcionalidad será de: 12-15% de proteínas, 50-58% de carbohidratos y entre 30-35% de grasas, preferentemente vegetales. La distribución a lo largo del día puede establecerse en: 25% en el desayuno, 30% en la comida, 15% en la merienda y 30% en la cena.
La elaboración debe ser saludable evitando los fritos y apetecible en cuanto a sabores, presentación y emplatado.