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Para poder llevar una dieta adecuada se deben comer 3 o más porciones de verduras y dos o más frutas crudas al día. (hasta 500 grs. diarios). Se deben preparar justo antes de comer, ya que pierden sus propiedades al volatilizarse; también hay que lavarlas cuidadosamente.
Si consume frutas y verduras variadas adquirirá todas las vitaminas esenciales que demanda su cuerpo. Las verduras son más saludables al ingerirlas en ensaladas, sopas, purés y zumos. Además, hay que cocinarlas preferentemente al vapor.
En cuanto a las frutas lo recomendable sería la ingestión de 2-3 raciones diarias mínimas.
Se pueden consumir en todas las variedades posibles, como zumos, batidos, macedonias, purés, etcétera. Las frutas son una fuente indispensable de hidratos de carbono, los cuales aportan la energía que necesitamos, entre otras cosas, para pensar, movernos y mantener la temperatura corporal. El excesivo consumo de hidratos de carbono se acumula en forma de grasa. Los carbohidratos más recomendables se encuentran en las frutas, los frutos secos y los almidones (arroz).
Los alimentos integrales aportan más vitaminas, sales minerales y fibra que sus equivalentes refinados. Es importante destacar que no se debe abusar de ellos, pues el consumo excesivo genera una serie de ácidos que dificulta la absorción de hierro, zinc, calcio y magnesio.
La fibra alimenticia se halla en los granos de cereales integrales, leguminosas, verduras, frutas y frutos secos, que suministran las cantidades de fibras (celulosa, pectina) necesarias para el buen funcionamiento del organismo.
Una de las principales funciones de esta fibra es propiciar la movilización del intestino o la eliminación del estreñimiento y sus consecuencias. Las fibras poseen numerosas propiedades y ayudan de modo especial al control de la diabetes y la hipercolesterolemia. Asimismo, protegen de manera efectiva contra el cáncer de colón. La elaboración de un muesli casero puede controlar su tránsito intestinal.
