sábado, 2 de octubre de 2010
ALIMENTACION DURANTE LA LACTANCIA
UNA CUESTION DE PESO
En enero de 2010, dentro del marco de presentación del Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, Estrategia contra el Sobrepeso y la Obesidad fue anunciado por el presidente Felipe Calderón que México ocupa el nada honroso primer lugar con mayor número de personas con sobrepeso y obesidad en el mundo, pues la padece el 70% de la población adulta y aproximadamente cuatro millones y medio de niños de entre cinco y 11 años.
¿Cómo se define la obesidad?
La obesidad es una enfermedad crónica, provocada por un exceso de grasa en el cuerpo; recidivante, es decir, que aunque se pueda deshacer de ella por un tiempo, se tiene la probabilidad de recaer; es incurable, aunque se puede controlar, asimismo es un padecimiento que se puede diagnosticar arriba de un Índice de Masa Corporal (IMC) de 30.
En este respecto cabe señalar que el Índice de Masa Corporal (IMC) es un parámetro utilizado a nivel mundial y se trata de un número, resultado de la ecuación IMC= PC/Est2, o sea, el IMC es igual al peso corporal sobre la estatura, al cuadrado (kg/m2).
Organizaciones e instituciones de investigación como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la American Diabetes Association (ADA), entre otras, usan como principal parámetro el IMC, para definir si se padece obesidad. Si una persona tiene un IMC entre 20 y 25 está en su peso normal; menor de 18.5 se considera desnutrición y arriba de 25 hasta 29.9, es sobrepeso. Una persona con IMC de 30 en adelante es considerada obesa.
De acuerdo, con el IMC la obesidad se puede clasifica en:
- Tipo 1, si el IMC es de 35 a 39.9
- Tipo 2, de 40 a 44.9
- Tipo 3, arriba de 45 (mórbida)
¡Ojo! Es muy importante dónde se acumula la grasa
Según las zonas del cuerpo donde se acumula la grasa, sufrir de sobrepeso y obesidad, puede ser más peligroso para la salud.
Obesidad central: Cuerpo tipo manzana. Cuando la acumulación de la grasa se concentra en el área del abdomen. A este respecto, cabe señalar que la grasa intra abdominal, cuando se tiene cuerpo tipo manzana, manifiesta un comportamiento deletéreo, es decir, muy malo, letal, para el organismo, ya que esta grasa produce muchas sustancias conocidas como citoquinas, sustancias que actúan en el cuerpo, alterando su funcionamiento adecuado, a nivel del hipotálamo en el cerebro; en los ovarios, páncreas, hígado, estómago, tejidos y músculos. Las citoquinas actúan de manera negativa, alteran nuestro equilibrio de salud y finalmente, terminan enfermándonos.
Obesidad periférica: Cuerpo tipo pera. El volumen de la grasa se encuentra en cadera, glúteos y muslos. En este caso el tejido adiposo alojado en tales zonas es un poco menos reactivo, con menos producción de citoquinas, tiene ciertas influencias negativas, pero no es la grasa definitiva que va a lesionar el organismo.
¡Cuida tu peso, no pongas en riesgo tu salud ni a tu país!
Cuando comienzas a perder el control de tu peso, debido a malos hábitos alimenticios, falta de actividad física te pones en riesgo de padecer obesidad que de convertirse en crónica y no poner manos a la obra, te pones en riesgo de sufrir complicaciones derivadas de esa condición como diabetes, enfermedades cardiovasculares, alteraciones hormonales, síndrome de ovario poliquístico, infertilidad, reflujo gastroesofágico, enfermedades renales, hígado graso, cáncer y finalmente la muerte, derivada de alguna de estas enfermedades.
Uno de los problemas más graves que enfrenta la población en México es la obesidad, que se ha convertido en una epidemia causante del 60% de los fallecimientos.
Asimismo, señaló que se invierten 11 mil 500 millones de pesos en un modelo de atención orientado a privilegiar la prevención y la promoción de la salud, lo que representa un gasto del 5.6% del Producto Interno Bruto (PIB). De no atenderse las enfermedades relacionadas con este mal, que son la diabetes, corazón y tumores, entre otros, en 20 años el gobierno podría estar gastando hasta el 30% del PIB, lo cual pone en riesgo de colapsar el sistema público de salud mexicano.
¡Hazlo por tu salud!
A continuación te presentamos algunas recomendaciones que puedes tomar en cuenta para prevenir que sufras de sobrepeso y obesidad y evitar que tu calidad de vida se vea afectada por las complicaciones mencionadas anteriormente:
- Hacer cinco comidas al día, tres principales, desayuno, comida y cena, alternando con dos colaciones, una por la mañana y otra por la tarde. En cantidades racionales.
- Evitar consumir comida chatarra.
- No ingerir refrescos embotellados o jugos azucarados.
- No saltarse comidas, ya que los ayunos prolongados hacen que tu metabolismo sea lento y conserve mayor cantidad de grasa.
- Consultar a un especialista en nutrición para corregir trastornos en los patrones de alimentación.
- Practicar diariamente una rutina de ejercicio, durante 30 minutos.