Cuando no estamos comiendo a lo largo del día, liberamos nuestro sistema digestivo de mucho de su trabajo, de modo que el cuerpo puede enfocar su energía en limpiar, sanar, reparar, restaurar y regenerar. Nuestro cuerpo está hecho para sanarse a sí mismo, pero le debemos brindar el ambiente correcto para que suceda. Ayunar brinda ese ambiente. Durante un ayuno, las células muertas, los quistes, los tumores, las acumulaciones de toxinas y otros irritantes que producen enfermedad pueden ser digeridos y sacados del cuerpo. Tales cosas como disolver los depósitos de calcio de las articulaciones; liberar las toxinas almacenadas en el hígado, los riñones, los músculos y las células grasas; reparar el tejido cicatrizado; y restaurar o remover células viejas, lesionadas o infectadas puede suceder cuando el cuerpo no tiene la carga de los muchos procesos involucrados en nuestra digestión de alimentos. Además, los jugos crudos que se consumen durante el ayuno de jugos le brindan a nuestro cuerpo muchas de las enzimas tan necesarias para que el cuerpo no tenga que elaborarlas él mismo como parte del proceso digestivo normal, permitiéndole que enfoque más atención en otras áreas de necesidad.
El ritmo al que nuestro cuerpo sana durante un ayuno es simplemente asombroso. No creería cuántos problemas de salud simplemente desaparecen. ¡Durante uno de mis ayunos con jugos un lunar que tenía en el brazo simplemente se me cayó! Mis senos paranasales quedaron completamente libres durante una desintoxicación del hígado. Si usted tiene irritaciones en la piel o articulaciones doloridas, se podría sorprender de lo rápido que encuentra alivio durante un ayuno. Incluso podría notar que los problemas de la piel se van; un acrocordón podría desaparecer, o una mancha oscura en la piel simplemente aclararse.
Mi experiencia con el ayuno es que puede sanar incluso problemas de salud más serios como el síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia. Hace muchos años cuando estaba muy enferma, comencé mi travesía a la sanidad con un ayuno de jugos de cinco días, y el quinto día mi cuerpo expulsó un tumor del tamaño de una bola de golf con vasos sanguíneos adheridos. ¡Estaba totalmente sorprendida de que un ayuno con jugos pudiera producir ese tipo de resultados! Años después cuando estaba trabajando en mi tesis de maestría titulada Nutrición y cáncer, encontré investigaciones que indicaban que el glutatión, un tripéptido, y ciertos flavonoides —todos encontrados en las frutas y las verduras— pueden cortarle el suministro de sangre a los tumores. Al parecer esto fue lo que sucedió en mi cuerpo y lo que causó que expulsara el tumor.
Peter Seewald en Wisdom From the Monastery [Sabiduría del monasterio] dice: “En muchos casos [ayunar] funciona como una ‘cirugía sin escalpelo’. No existe bisturí o médico que pueda remover lo que es dañino para el cuerpo con tanto cuidado, habilidad y sin dolor, al mismo tiempo de preservar lo que es útil, como el cuerpo mismo cuando ayuna”.
Debido al incremento en el interés en el ayuno, los investigadores han realizado una serie de estudios nuevos y han descubierto que el ayuno puede beneficiar a las personas con cáncer, Alzheimer, Parkinson y demencia. También ha demostrado ayudar a “proteger en contra de la diabetes y la cardiopatía, [y] ayuda a controlar el asma”.
La mayoría de las investigaciones sobre cómo los hábitos alimenticios afectan la salud y la longevidad tratan principalmente con la restricción calórica y se glorían de algunos resultados bastante impresionantes. Sin embargo, ayunar completamente de alimentos durante ciertos días de la semana, mes o año “provoca cambios bioquímicos y fisiológicos que el hacer dieta diariamente no logra”.
Algunos expertos que estudian los hábitos alimenticios de los primeros seres humanos creen que estamos hechos para no ingerir alimentos periódicamente. Mark Mattson, un investigador de regímenes alimenticios del Instituto Nacional de Envejecimiento dice que “la evidencia es bastante fuerte con respecto a que nuestros ancestros no hacían tres comidas diarias más refrigerios. Nuestros genes están diseñados para ser capaces de soportar periodos sin alimentos”.
Una preocupación con la restricción calórica es que algunas personas podrían volverse más susceptibles a las infecciones y al estrés biológico. Pero con el ayuno, estos síntomas son virtualmente inexistentes. El ya fallecido Dr. Herbert Shelton, un higienista naturópata que tenía un retiro de ayuno y una escuela de salud en Texas, dijo: “Solo por medio del descanso el cuerpo enervado puede acumular suficiente energía nerviosa con la cual incrementar su tarea de eliminación. Con el reposo fisiológico lo que se quiere decir es ayunar [...] Una vez que el ayuno y el descanso han facultado al cuerpo para eliminar sus toxinas acumuladas y recuperar su energía nerviosa, un modo fisiológico de vida facultará al paciente para tener una salud cada vez mayor hasta que se alcance la salud completa, y mantener la salud de allí en adelante”.
El Dr. Alan Goldhamer dice: “Durante los últimos siete años he trabajado con miles de pacientes de todo el mundo que tienen una amplia variedad de trastornos y problemas de salud. Una gran cantidad de esos pacientes requerían un periodo de ayuno supervisado para lograr sus metas de salud. Virtualmente todos ellos necesitaban hacer cambios en su estilo de vida para lograr una salud mejorada. ¡El ayuno hacía que la transición fuera más fácil!”.
Ayunar por tan pocos días como cinco hasta cuarenta, con frecuencia abreviará dramáticamente el tiempo que requiere un individuo para hacer la transición de una dieta y estilo de vida convencional (con todas las adicciones, dolores, fatiga y enfermedades asociados) al estado independiente y lleno de energía relacionado con la vida saludable. Las personas que se someten a un ayuno en un ambiente supervisado tienden a lograr la salud más rápidamente que los que intentan hacer los cambios sin ayunar.
