domingo, 1 de enero de 2012

PROBLEMAS DE OIDO


Causas de los problemas del oído

Algunas de las causas más habituales de los problemas del oído son: infecciones, malformaciones congénitas, lesiones, sonidos fuertes extremos (explosiones, etc.), tumores cerebrales, cambios bruscos de presión, etc.

Síntomas más habituales

    Entre los síntomas de los problemas de oído más comunes destacaríamos.
  • Sordera o disminución de la audición.
  • Acúfenos o ruidos en el oído.
  • Dolor en el oído.
  • Vértigo.
  • Supuración.
  • Pérdida de equilibrio.
  • Mareos.

Problemas del oído más habituales

  • Sordera: Es una de los problemas del oído más limitantes. Puede ser de nacimiento, por traumatismo o por una infección grave.
  • Vértigo: pueden ser por una lesión o afectación en el oído y produce una sensación de mareo e inseguridad muy importante.
  • Otitis: Es una infección muy habitual en la mayoría de niños y puede ocasionar pérdida de audición.
  • Acúfenos o tinnitus: Pueden llegar a ser desquiciantes ya que los ruidos o zumbidos pueden durar desde un instante a no llegar a desaparecer en mucho tiempo. Muchas veces se deben a una contractura cervical que impide un buen riego sanguíneo.
  • Supuración: suele avisar de una infección y requiere tratamiento inmediato.
  • Tapones de cera: son muy molestos aunque el médico suele quitarlos, en su mayoría, con una jeringa de agua caliente.

ALANINA



  • ¿Qué es la alanina?
    La Alanina es un aminoácido no esencial ya que nuestro cuerpo es capaz de sintetizarlo. Se encuentra en tejido muscular y es uno de los más importantes para la construcción de proteínas de los seres vivos. Es el más pequeño después de la glicina y se clasifica como hidrofóbico.

    ¿Dónde se sintetiza?
    La alanina se sintetiza y llega al torrente sanguíneo dónde es captada por el hígado, donde se metaboliza. A partir de la gluconeogénesis se transforma en glucosa y puede ser utilizada como fuente de energía por el músculo, cerebro y sistema nervioso.

    Una vez acabado el proceso, la glucosa usada vuelve al hígado y la transforma de nuevo en alanina. Este proceso es indispensable para mantener el equilibrio entre nitrógeno y glucosa en el organismo y se le conoce como ciclo glucosa-alanina.

    Propiedades o indicaciones del aminoácido Alanina
    Ayuda a metabolizar los ácidos orgánicos y el azúcar.
    Estimulación de anticuerpos, eritrocitos, formación de la piel, retina y médula renal.
    Estabiliza los niveles de azúcar en sangre. Estudios demuestran que en diabéticos, el consumo de una dosis de alanina pueden evitar hipoglucemias nocturnas.
    El aminoácido Alanina mantiene la próstata en buen estado, ya que se encuentra en los fluidos prostáticos. Además puede ayudar a tratar la hiperplasia prostática benigna (BPH), una condición en la cual la próstata se agranda y provoca molestias al orinar.
    Está involucrada en el metabolismo del triptófano y de la piridoxina (vitamina B6). La ingesta de alanina se recomienda, pues, a personas que sufren ansiedad, depresión, estrés, debilidad muscular, falta de reflejos y concentración.
    En ratas se ha demostrado que ayuda a reducir niveles de colesterol.
    Las personas con dietas bajas en proteínas o trastornos alimentarios, enfermedades como alzhéimer, diabetes, infecciones, prostatitis, Parkinson o enfermedades genéticas que causan trastornos del ciclo de la urea, pueden necesitar tomar suplementos de alanina para evitar una deficiencia.
    Los aminoácidos como la alanina son necesarios para construir unos músculos fuertes y saludables, cómo ya hemos dicho tiene un papel muy importante a la hora de mantener los niveles de glucosa en sangre, y por lo tanto, de aportar suministro de energía a nuestro cuerpo. Además, se ha demostrado que ayuda a proteger posibles daños en las células cuando se realiza ejercicio físico aeróbico de intensidad elevada.
    Síntomas de carencias
    Problemas prostáticos.
    Mayor predisposición a infecciones.
    Alteraciones en los niveles de la glucosa.
    Debilidad muscular.
    Alteraciones nerviosas.
    Falta de concentración.
    No recomendada para…
    Las personas con enfermedad hepática o renal, en general, no deben ingerir gran cantidades de aminoácidos, ya que el consumo de proteínas sobrecarga el hígado y el riñón. En estos casos, consultar siempre a un profesional de la salud

    Fuentes naturales del aminoácido Alanina
    A nivel general los alimentos ricos en proteínas, lo son también en aminoácidos:
    Origen animal: carne de vacuno, pollo, pavo, pescado, huevos y lácteos.
    Origen vegetal: los ricos en proteínas, las legumbres, los cereales grano entero, frutos secos, aguacate y aquellos ricos en ácido pantoténico (vitamina B5) como la jalea real y la levadura de cerveza.
    Suplementación
    Una dieta equilibrada y variada, frente a un organismo sano sin patologías y buena absorción de nutrientes, no requiere suplementos adicionales de alanina.

    Tomar un aminoácido podría alterar el equilibrio de nitrógeno en el cuerpo, y hacer más difícil para el hígado y los riñones eliminar los residuos. Es por eso que si se decide tomar este aminoácido como suplemento, se debe consultar las cantidades apropiadas con un médico, sobretodo en el caso de enfermos hepáticos y renales.

    ¿Sabías que…?
    Un exceso de los niveles de alanina acompañado de un déficit de tirosina y fenilalanina se encuentran asociados al llamado síndrome de fatiga.

    Tal síndrome se define como una experiencia agotadora para las personas que lo sufren. Puede darse con tan solo subir unas escaleras o simplemente con la acción de vestirse, los deja incapacitados para el resto del día.

CONDROITINA PARA LAS ARTICULACIONES


¿Qué es el Sulfato de Condroitina?

El sulfato de condroitina es una sustancia que se presenta de manera natural en el cuerpo.

Es un constituyente principal del cartílago, el tejido conectivo elástico y resistente que se encuentra en las articulaciones.

Este importante componente se encuentra en la mayoría de los vertebrados e invertebrados y está presente principalmente en aquellos que poseen una gran matriz extracelular.

¿Cuáles son las fuentes naturales de Sulfato de Condroitina?

El Sulfato de Condroitina no es un nutriente esencial.
El cartílago animal es la única fuente dietética de Condroitina. Se extrae del cartílago del tiburón (en Japón) y de la tráquea de reses.

Indicaciones del Sulfato de Condroitina

Se han realizado estudios y se han observado buenos resultados ya que a los individuos que se les administró el Sulfato de Condroitina mejoraron la velocidad para caminar. Se cree que dicha sustancia protege las articulaciones del daño progresivo.

Se han hecho estudios en los que se combinan Glucosamina con el Sulfato de Condroitina.

En general se suele recomendar en las afecciones osteoarticulares (Osteoartritis, artritis, desgaste del cartílago, etc.)

¿Qué es la Glucosamina?

La Glucosamina es un aminosacárido presente en nuestro cuerpo. Está en el líquido de las articulaciones. Se extrae del caparazón de los cangrejos y otros crustáceos.

Recomendaciones

Se recomienda que se tome como suplemento el Sulfato de Condroitina junto la Glucosamina, ya que combinados tienen un mayor efecto.

¿Cuáles son las dosis terapéuticas?

Se recomienda tomar 1.200 mg de Sulfato de Condroitina al día repartidos en 400 mg y tomarlos 3 veces al día.
También se recomiendan 1.500 mg/día de glucosamina.

¿Cuáles son las contraindicaciones que pueden existir?

  • Con la toma del Sulfato de Condroitina puede aparecer un malestar digestivo moderado de vez en cuando, un aumento del gas intestinal y deposiciones más blandas.
  • También se dice que el Sulfato de Condroitina tiene similitud química con la heparina (anticoagulante), aunque los estudios recalcan que este efecto es moderado.
  • Pero en base a esto se pide que no se combine Condroitina con otros medicamentos que "licuen" la sangre, tales como "Wafarina, Heparina y Aspirina" ya que aumentaría el riesgo de hemorragias.
  • Las personas con diabetes deben tener cuidado con la toma de Glucosamina, puesto que es un aminosacárido que aumenta los niveles de azúcar en sangre.
  • También deben tener cuidado aquellas personas que sean alérgicas al marisco puesto que la glucosamina se extrae de los crustáceos.
  • No debe administrarse a mujeres embarazadas, ni a niños puesto que no se han estudiado lo suficiente los efectos que pueden tener en ellos.

Sugerencias

  • Escoger el producto fabricado en compañías de confianza.
  • Leer las etiquetas de los productos.

FITOTERAPIA


¿Qué es la Fitoterapia?

El término Fitoterapia proviene del griego "phyton" que significa planta y de "therapia" que significa curar.
La Fitoterapia estudia la utilización de las plantas medicinales y sus derivados con finalidad terapéutica, ya sea para prevenir, para aliviar o para curar las enfermedades.

¿En qué se basa la Fitoterapia?

La fitoterapia se basa en el uso de las plantas medicinales en forma de infusiones, decocciones, maceraciones, cataplasmas, inhalaciones, aceites esenciales… Podemos tratar el desequilibrio de salud teniendo en cuenta el global de signos y síntomas que se manifiestan en el cuerpo de una persona enferma o podemos únicamente trabajar sobre los síntomas.

Como las plantas medicinales no son sólo un principio activo sino el conjunto de ella, eso hace que sean de una gran efectividad y que a dosis adecuadas (y bien prescritas) no tengan, normalmente, efectos secundarios. Precisamente para evitarlos siempre será muy importante conocer si la persona toma medicamentos así como su historial médico.

¿En qué nos puede ayudar?

Los tratamientos con fitoterapia nos pueden ayudar en, prácticamente, cualquier enfermedad. Aunque también puede trabajar sobre los síntomas (puede bajar una fiebre, cortar una diarrea, etc.) normalmente se utilizan con una visión más holística.

El médico o persona especialista en fitoterapia siempre tratará de buscar la causa y dar el remedio adecuado.

Los campos, pues, en los que nos puede ayudar la fitoterapia son inabarcables:
Problemas digestivos, respiratorios, osteoarticulares, alergias, sistema inmune, sistema nervioso, circulatorio, cardiovascular, ginecológico, etc.

Origen e Historia de la fitoterapia

Todos los pueblos y civilizaciones han utilizado el entorno natural como fuente de remedios curativos para combatir las enfermedades.
El uso de la fitoterapia es casi tan antiguo como el hombre. Ya podemos ver tratados de plantas medicinales en culturas tan antiguas como la China, Ayurvédica, Sumeria y Egipcia.

Milenios más tarde vemos culturas como Grecia y luego Roma publican decenas de libros sobre la fitoterapia. La cultura árabe y los monasterios darán, unos pocos siglos después, un nuevo empuje al estudio del uso de las plantas medicinales.

Aunque estas culturas se encargaron de recopilar estos conocimientos, traducirlos y divulgarlos a otros países lo cierto es que, prácticamente, en cada pueblo del planeta había personas que conocían el uso de las plantas medicinales de su zona ya que no había otro modo de curarse. La tradición oral, de padres a hijos ha mantenido el uso de esta terapia hasta hoy en día.

En Alemania, la herborista Hildegarda de Bingen (1098-1179), en sus enseñanzas por primera vez aparecieron los nombres locales junto a las denominaciones latinas de las plantas medicinales.

Paracelso (1493-1541), creador de la teoría de las Signaturas, predijo el descubrimiento de ingredientes activos en las plantas y percibió la enfermedad como un factor externo.

Los boticarios en el siglo XVII obtuvieron permiso real para ejercer y aconsejar en el campo de la medicina pero únicamente se les permitía cobrar los remedios.

Hoy en día

En los últimos siglos el avance en los medios de transporte (barcos más rápidos, trenes, aviones, etc.) y el mayor intercambio cultural y comercial han favorecido un mayor conocimiento de las plantas medicinales de otras zonas del mundo.

Los especialistas en fitoterapia pueden, por ello, tener a su alcances plantas medicinales de casi cualquier rincón del planeta.

Loa avances tecnológicos en los laboratorios también han ayudado a saber cuales son los principios activos de las plantas. Esto ha confirmado, casi siempre, que las pretendidas virtudes que se le atribuían a determinada planta… eran ciertas.

Hoy en día la fitoterapia nos ofrece disfrutar de las plantas medicinales en muchos formatos (infusiones, cápsulas, gotas, etc.

MIOMAS O FIBROMAS

Una de cada seis mujeres entre los 30 y los 50 años tiene miomas. Sus efectos se confunden fácilmente con los de la menstruación, y pueden causar un deterioro considerable en la calidad de vida de quienes los padecen.

Los miomas o fibromas uterinos son tumores benignos (no cancerosos) que se forman en las paredes del útero o a partir de ellas. Pueden presentarse solos o en grupos, y ser tan pequeños como una semilla o tan grandes como una toronja.

Afectan a mujeres desde la edad reproductiva en adelante así que, aunque no es frecuente, pueden aparecer también en personas muy jóvenes.

Los miomas sintomáticos, generan los siguientes trastornos:

  • Sangrados menstruales abundantes, prolongados y dolorosos que pueden llevar a la paciente a un estado de anemia.
  • Inflamación abdominal, que en ocasiones es muy notoria (puede parecerse a un embarazo de hasta 5 meses).
  • Mayor frecuencia para orinar y/o infecciones urinarias recurrentes.
  • Estreñimiento.
  • Dolores en la espalda baja o en las piernas.
  • Dolor durante las relaciones sexuales.

Los miomas también pueden causar infertilidad, hacer más difícil el embarazo o ponerlo en riesgo.

¿Qué causa los fibromas?

Aunque la investigación médica no ha podido determinar los factores que causan la aparición de los fibromas, todo parece indicar que están relacionados a las hormonas reproductivas de la mujer (progesterona y estrógeno) y a sus cambios durante el ciclo menstrual.

Embarazo y miomas

Dependiendo de su tipo y tamaño, los miomas pueden ser causa de infertilidad. Pueden obstruir las trompas de Falopio, impedir el paso del esperma hacia el útero o evitar que el embrión se implante y crezca.

Es importante señalar que en cantidad muy importante de los problemas de infertilidad de la mujer se deben a los miomas.

Edad y fibromas

Los miomas pueden aparecer desde el momento en que la mujer está en edad reproductiva; la edad en que son más comunes es entre los 30 y los 50 años. Durante la menopausia, como los niveles hormonales bajan los síntomas ocasionados por los miomas disminuyen considerablemente.

Tipos de miomas

Un fibroma comienza como una célula que se reproduce exponencialmente hasta convertirse en una masa de tejidos fibrosos y músculo dentro de las paredes del útero o a partir de ellas. Su número y crecimiento es impredecible, pero cuando son pocos y pequeños la paciente no los nota. Sin embargo pueden crecer hasta tener el tamaño de una toronja: cuando eso sucede los síntomas son muy evidentes.

Los miomas se clasifican por su posición con relación al útero, en los siguientes tipos:

Imagen que describe a los miomas según su posición respecto al útero

  • Los intramurales son los que crecen al centro de la pared del útero, y no producen síntomas a menos que su tamaño sea muy grande. Este es el tipo de mioma más común.
  • Los submucosos son los que se forman cerca de la pared interna del útero y son los principales causantes de sangrados abundantes.
  • Los subserosos son los que crecen cerca de la pared externa del útero. Si presionan la vejiga o la uretra pueden ser los responsables de la dificultad o frecuencia al orinar. Si presionan el recto o los nervios detrás del útero pueden causar estreñimiento, dolor de espalda o dolor en las piernas.
  • Los pedunculados, son aquellos que crecen a partir de la pared del útero y se desarrollan dentro o fuera de él. Aunque es poco común, éstos últimos pueden causar un dolor intenso si por alguna razón giran sobre sí mismos.