No por azar ni en vano se dice que nuestra edad está fechada en el cerebro. Y no hablo tanto de la edad mental ‒me refiero al poso de juventud que nos queda en la madurez‒ como de la edad física. Al fin y al cabo, un cerebro sano es, muchas veces, el indicador de una vida saludable y plena.
La neurociencia remacha el mismo clavo: uno debe adoptar hábitos beneficiosos para el cerebro si quiere que vayan pasando los años del mejor modo posible. Es decir, con las capacidades cognitivas en la mejor disposición, sin ese deterioro que, más allá de la dichosa vejez, causan las malas costumbres.
Ante la necesidad de llevarse bien con uno mismo, el mejor consejero será siempre un profesional de la salud. Y esa precisamente ‒la de ofrecernos buenos consejos‒ es la tarea que se impone en este libro Michel Cymes, un médico frances muy popular en su país gracias a espacios televisivos como Le Journal de la santé, Allô Docteurs o Chroniques ça va déjà mieux.
En su faceta de divulgador, Cymes ha participado en documentales como Aventures de médecine: Au cœur de l'homme (2014) y asimismo ha escrito libros muy populares. Aparte de intervenir en los volúmenes de la colección Guide France-Info (Éditions Balland) y en los de la serie Le Magazine de la santé, es autor del superventas Vivez mieux et plus longtemps (2016, Stock). Con el mismo propósito, nos llega ahora Mima tu cerebro, un texto muy accesible y sistemático, en el que Cymes deja buena constancia de todas las costumbres que debemos adquirir para conservar en buen estado el más noble de nuestros órganos.
Dentro del límite cronológico que impone la genética individual, el autor nos anima a postergar ‒o mejor aún, a evitar‒ la decrepitud. ¿Con qué método? Pues con una larga serie de rutinas, que van de la alimentación al deporte, pasando por la evitación de actividades tan poco recomendables como el tabaco o la adicción a las nuevas tecnologías.
El mensaje de esperanza que transmite Cymes no puede ser más revelador: cuando el cerebro funciona bien, el resto de nuestra existencia puede hacerlo razonablemente. Además, este libro no se limita a cuestiones fisiológicas, como la calidad de sueño o la variedad de nuestra dieta. También aborda asuntos relacionados con el enriquecimiento cultural y con una actitud global positiva, que debe tender hacia la felicidad.
Mima tu cerebro es, en este sentido, un magnífico ejemplo de medicina preventiva. Está escrito con gran amenidad, y todas y cada una de sus recomendaciones está sustentada por la evidencia científica.