La comida orgánica en la actualidad forma parte de muchas dietas y su concepto gira alrededor de que se cultiva y produce usando únicamente métodos ecológicos. Es decir, no se involucran ningún tipo de procedimiento moderno como el uso de pesticidas o fertilizantes químicos. Además no son modificados genéticamente y mucho menos contienen algún aditivo. En sí, todos los alimentos orgánicos se denominan de esta manera sencillamente porque son completamente naturales.
Con la llegada de nueva tecnología y los avances en el sector de la agricultura, muchos de estos procedimientos que normalmente deberían considerarse como naturales, se fueron perdiendo. Como en todo, las máquinas fueron desplazando a las personas y la demanda de ciertos alimentos fomentaron una producción acelerada de los mismos para poder cubrir las necesidad que se requerían a un ritmo veloz. Dando como resultado que muchísimo de lo que actualmente consumimos sea alterado de una u otra manera.
Así que básicamente la comida orgánica surge para recuperar ese proceso natural de cultivar y producir alimentos como se hacía cuando irónicamente no había tantos avances, pareciera contradictorio, pero para nada lo es. De los principales beneficios que podrás encontrar en este tipo de alimentos es que tienen hasta el 50% más en nutrientes, minerales y vitaminas que los producidos industrialmente. Inclusive hasta mucho mejor sabor, ¡haz la prueba! El único pequeño detalle es que suelen ser más caros porque se producen menos y necesitan de una mayor atención y cuidados.