Es indispensable llevar una higiene adecuada y observar la aparición de cambios en los genitales: presencia de mal olor en estos (generalmente debido a infecciones o cúmulo de bacterias y gérmenes por un mal higiene), aparición de ampollas, llagas…etc.
El pene consta de dos partes:
-El tallo o parte principal.
-El glande (la punta).
Todos los varones al nacer tienen una piel (prepucio) que recubre el glande. En determinados casos por cuestiones religiosas…etc. se corta este (circuncisión). Es probable que la circuncisión ritual fuera como objeto la higiene en aquella época, ya que es más fácil de limpiar y se corre un menor riesgo de contraer alguna enfermedad.
A medida que avanza la edad el prepucio se retrae, es decir se separa del glande, sobre los 18 años el proceso ha sido completado, de lo contrario hay que acudir al médico.
Método para mantener una higiene adecuada.
El lavado no previene de enfermedades de transmisión sexual (ETS), sin embargo evita coger otras posibles infecciones.
Se aconseja lavar el pene y el escroto todos los días de la misma manera que el resto del cuerpo, con agua y jabón (no perfumado).
En caso de pene no circuncindado
-Retirar hacia atrás el prepucio de la punta del pene.
-Lavar bien la punta del pene y eliminar posibles secreciones.
-Lavar la parte interior del prepucio.
-Secar la zona.
A los jóvenes es conveniente enseñarles a retraer suavemente el prepucio y que lo limpien adecuadamente, han de recoger el prepucio hacia la cabeza del pene para evitar posibles inflamaciones.
Los testículos han de estar a una temperatura inferior a la corporal (el calor disminuye la concentración de espermatozoides), por ello se aconseja el uso de ropa interior preferiblemente holgada, evitar calzoncillos o vaqueros muy apretados ya que estos además de subir la temperatura de los testículos pueden alterar la circulación sanguínea testicular.
Usar prendas interiores de algodón ya que las de fibras y lycra reducen la oxigenación de la zona y retienen la humedad, aumentando así el riesgo de acumulación de secreciones y proliferación de bacterias y gérmenes.
Un simple autoexamen dura solo de 1 a 2 minutos, al igual que las mujeres se autoexploran las mamas es conveniente siendo usted varón que haga una autoexploración de los testículos.
El cáncer de testículos es más frecuente en hombres jóvenes que mayores, se aconseja hacer un autoexamen a edad temprana (a partir de los 18 años) una vez al mes.
Después de bañarse ó ducharse (cuando la piel del escroto está relajada y fina), comprimir el testículo y plegarlo con los dedos pulgar e índice, intente ver si nota algún bulto, si ha crecido de tamaño, si se ha endurecido…etc. Ante cualquier anomalía acuda al médico.
El cáncer de testículos es potencialmente mortal pero, si se detecta a tiempo, puede ser curado.