La irritación de la garganta puede localizarse en varias áreas u órganos presentes en la misma, como las anginas o amígdalas (amigdalitis), laringe (laringitis) o faringe (faringitis).
Esta irritación puede ser simplemente causada por fatiga (hablar demasiado, gritar, cantar), por contaminantes (cigarro, humo, vapores), por cambios severos de temperatura (normalmente bebidas heladas o hielo), o por alguna infección viral o bacteriana donde normalmente también hay otros síntomas como temperatura o dolor de cabeza.
Para la irritación de la garganta se recomiendan gargarismos con plantas de efecto antiinflamtorio, emoliente o relajante de los tejidos y antiséptico ya que aún que no exista infección un tejido irritado es más fácilmente atacado por los microorganismos.
TÉ PARA GARGARISMOS
Flor de Caléndula, una cucharada por taza en infusión. Puede ser sola o reforzada con Raíz de Sangre de Drago.
Haga gargarismos con el líquido resultante cada 3 ó 4 horas hasta que las molestias desaparezcan.
Si la irritación está afectada por alguna infección incluya además los siguientes extractos:
Echinacea 20 gotas
Sello de oro 20 gotas
Disuélvalas en ½ taza de la infusión de Caléndula. Realice gargarismos cada 3 ó 4 horas pero ingiera la solución después de realizar los gargarismos.
OTROS APOYOS
Consuma grandes cantidades de frutas ricas en Vitamina C.
JARABE MILAGROSO
La fórmula del jarabe Milagroso puede tomarse también para mejorar la irritación.
Fórmula del Jarabe Milagroso, 30 ml de Extracto de Echinacea, 30 nl de Extracto de Sello de oro disueltas en 2 tazas de miel de abeja tipo crema y el jugo de 4 a 6 limones.
GARGARISMOS DE VINAGRE:
Agua 1 taza
Vinagre 4 cucharadas
Mezcle los ingredientes y haga gargarismos cada 3 ó 4 horas.
NOTA IMPORTANTE: En caso de amigdalitis infecciosa, la enfermedad de anginas común en niños menores de 9 años, consulte a su médico. El no detener a tiempo una infección de estreptococos puede provocar que estas bacterias pasen a otros órganos como corazón y riñones afectándolos irreversiblemente. La mayoría de los médicos hoy en día no recomiendan extirpar las anginas, método que fue muy común en los años 1960s y 1970s. Las anginas son una barrera para evitar muchas infecciones por lo que debemos tratar de conservarlas.