Las vitaminas del grupo o complejo B durante el embarazo desempeñan un papel muy importante, ya que influyen en el desarrollo del sistema nervioso y la formación de los glóbulos rojos del feto.
A continuación se describen las características principales de las vitaminas que conforman el complejo B y su función durante el embarazo:
• B1 tiamina: Mejor función cerebral, metabolismo y calambres bajo control
Este compuesto hidrosoluble, es decir, soluble en el agua, está presente en la levadura de cerveza, salvado de trigo, avena, cereales integrales, cacahuates, avellana, castaña, hortalizas, carne de cerdo y vísceras. Actúa como coenzima y tiene un papel esencial en el sistema nervioso y el metabolismo de macro-nutrientes.
Su deficiencia puede llevar a insuficiencia cardíaca, retardo en el crecimiento, alteraciones en el desarrollo cerebral que se pueden ver manifestadas mediante fatiga, inestabilidad emocional, depresión, anorexia y constipación, entre otros síntomas.
Su ingesta mediante complementos vitamínicos se ha relacionado con el control de los calambres durante el embarazo, sin embargo, los especialistas, señalan que se debe indagar más al respecto.
• B2 riboflavina: previene bajo peso al nacimiento y defectos congénitos
También soluble en agua, esta vitamina participa en varios procesos metabólicos vitales del cuerpo, para un funcionamiento celular normal, crecimiento y producción de energía. Entre las principales fuentes naturales de este nutriente se encuentran los productos lácteos, especialmente queso y requesón, además de vísceras, como hígado y riñones, también huevos y vegetales de hojas.
De acuerdo con estudios experimentales, puede prevenir en el feto bajo peso al nacer, defectos congénitos y muerte.
• B3 niacina: estimula el apetito y regula concentración de grasas y azúcar en sangre
Presente en la carne roja, aves, pescado, legumbres, trigo integral, salvado, arroz, almendras, cacahuates, entre otros, estimula el apetito e interviene en la absorción de los alimentos en el tubo digestivo. También ayuda a contrarrestar la hiperlipemia (alta concentración de grasas en sangre), así como hipoglucemia (bajo nivel de glucosa en sangre).
Cabe mencionar que a pesar de que la deficiencia de esta vitamina es rara durante el embarazo, en este período aumentan sus requerimientos, como ocurre con otros nutrientes. Sin embargo, es importante advertir que a dosis altas de niacina se puede producir riesgo de toxicidad al dañar la función hepática, así como interferencias en el metabolismo de la metionina.
• B6 piridoxina, control de náuseas y vómitos durante el embarazo
Esta vitamina se puede obtener de alimentos como carnes rojas, aves, pescado, plátanos, cereales integrales, levaduras y productos lácteos. Es importante para el metabolismo de aminoácidos y carbohidratos, así como tiene un papel fundamental en el desarrollo del sistema nervioso central y en la formación de compuestos relacionados con la molécula de la hemoglobina, por lo que su ingesta durante el embarazo y la lactancia previene anormalidades neurológicas y del comportamiento en el recién nacido. También se ha observado que los suplementos con vitamina B6 reducen las náuseas y los vómitos durante el embarazo.
• B12 cianocobalamina: previene defectos del tubo neural en el feto, así como abortos espontáneos y preeclampsia en la gestación
Esencial para el mantenimiento saludable de las células nerviosas y de los glóbulos rojos, se halla en la carne, los productos lácteos, los huevos, el pescado, los mariscos y algunos cereales fortificados. También puede tomarse como suplemento individual o en multivitamínicos.
Un aporte adecuado de vitamina B12 evita una futura anemia perniciosa en el bebé. Además, interviene en el proceso de almacenamiento del ácido fólico, que como ya lo hemos dicho, ayuda a prevenir importantes malformaciones fetales. También previene defectos del tubo neural, retraso en el proceso de obtención de mielina de las fibras nerviosas, del sistema nervioso del feto; abortos espontáneos y preeclampsia.