¿Qué causa los fibromas?
Aunque la investigación médica no ha podido determinar los factores que causan la aparición de los fibromas, todo parece indicar que están relacionados a las hormonas reproductivas de la mujer (progesterona y estrógeno) y a sus cambios durante el ciclo menstrual.
Embarazo y miomas
Dependiendo de su tipo y tamaño, los miomas pueden ser causa de infertilidad. Pueden obstruir las trompas de Falopio, impedir el paso del esperma hacia el útero o evitar que el embrión se implante y crezca.
Es importante señalar que en cantidad muy importante de los problemas de infertilidad de la mujer se deben a los miomas.
Edad y fibromas
Los miomas pueden aparecer desde el momento en que la mujer está en edad reproductiva; la edad en que son más comunes es entre los 30 y los 50 años. Durante la menopausia, como los niveles hormonales bajan los síntomas ocasionados por los miomas disminuyen considerablemente.
Tipos de miomas
Un fibroma comienza como una célula que se reproduce exponencialmente hasta convertirse en una masa de tejidos fibrosos y músculo dentro de las paredes del útero o a partir de ellas. Su número y crecimiento es impredecible, pero cuando son pocos y pequeños la paciente no los nota. Sin embargo pueden crecer hasta tener el tamaño de una toronja: cuando eso sucede los síntomas son muy evidentes.
Los miomas se clasifican por su posición con relación al útero, en los siguientes tipos:
- Los intramurales son los que crecen al centro de la pared del útero, y no producen síntomas a menos que su tamaño sea muy grande. Este es el tipo de mioma más común.
- Los submucosos son los que se forman cerca de la pared interna del útero y son los principales causantes de sangrados abundantes.
- Los subserosos son los que crecen cerca de la pared externa del útero. Si presionan la vejiga o la uretra pueden ser los responsables de la dificultad o frecuencia al orinar. Si presionan el recto o los nervios detrás del útero pueden causar estreñimiento, dolor de espalda o dolor en las piernas.
- Los pedunculados, son aquellos que crecen a partir de la pared del útero y se desarrollan dentro o fuera de él. Aunque es poco común, éstos últimos pueden causar un dolor intenso si por alguna razón giran sobre sí mismos.