El silicio es un mineral esencial para la salud humana.
En el cuerpo se encuentra en el tejido corporal, el timo, revestimiento vascular, las glándulas suprarrenales, el hígado, el bazo, el páncreas y en cantidad considerable en el cabello.
Se ha demostrado que es un nutriente fundamental para humanos y animales, indispensable para la temprana calcificación de los huesos y las conchas de los animales. También participa en la formación de las células, que construyen las paredes de los vasos sanguíneos.
El silicio, reestructura las fibras de colágeno y elastina, tiene acción antiinflamatoria y antidolor, además de ser un refuerzo para las defensas del sistema inmunológico.
Éste componente de la naturaleza, reestructura el organismo y le da mucha energía y fuerza para actuar. Después de una operación o un desgaste físico severo, ayuda a la pronta y efectiva recuperación.
El silicio, mantiene la salud y belleza del organismo.
Ayuda a que el cabello y la piel esten brillantes, flexibles y que no se resequen, además de ser un excelente tonificante del sistema nervioso.
La carencia de Silicio en el cuerpo, da como consecuencia deformaciones y alteraciones en el crecimiento óseo, además de afectar el tejido conjuntivo y el cartílago que juegan un papel importante en las articulaciones y las enfermedades que les afectan. Además provoca fatiga, pesadez, lentitud, desánimo y falta de entusiasmo.
Entre los alimentos más ricos en silicio encontramos a los cereales como: la avena, el mijo, cebada, arroz y trigo.
En las leguminosas: frijol, alfalfa, ejote y la soya.
En los tubérculos: papa, cebolla, remolacha y zanahoria.
En los vegetales verdes : lechuga, espinaca y espárrago.
En las frutas: plátano, aguacate, piña, mango, uva.
Otras fuentes adicionales son el café y el agua
