Los corticoides, los antidepresivos, anticonceptivas y algunas sustancias usadas contra los síntomas de la menopausia encabezan las medicinas que facilitan el aumento de peso.
Fueron 62 días internada en una clínica por un problema renal, marcados por variaciones de peso de 9 kilos por semana. La rutina de medicamentos de Juliana Lacerda, de 30 años, hizo que presentara un aumento de peso desproporcionado por la ingesta diaria de dosis altas de un antiinflamatorio. "Cuando disminuía la dosis, llegaba a perder 4 kilos en una semana", recuerda.
El antiinflamatorio que contiene corticoides es el más eficaz en el tratamiento de las dolencias crónicas como la dermatitis tópica, la artritis rematoide, las contuciones en el cuello y los problemas alérgicos, pero también hace que se aumente de peso. "Los pacientes que toman dosis altas de corticoides por un tiempo prolongado pueden hasta ganar 20 kilos en un año", comenta Ronaldo Jacob, endocrinólogo brasileño.
Ese aumento de peso se debe tanto a la retención de líquidos, como a un desequilibrio metabólico. "Las corticoides estimulan el aumento del tejido graso y la reducción de masa muscular", explica el especialista Lian Tock. Pero la variación de kilos en la balanza depende directamente de una serie de factores: la predisposición genética y las dosis ingeridas con las principales y más relevantes. "Yo llegué a tomar dosis altas de corticoides, me sentí muy hinchada, principalmente los dedos de los pies. Tuvimos que aumentar la carga de fisioterapia para estimular mi organismo", comenta Juliana.
Pero el aumento de peso por los remedios sí tiene solución. Según el endocrino Jacob, la suspensión del tratamiento es suficiente para que el paciente regrese a su peso inicial. "Puede ser que ella no consiga bajar todo lo que aumentó, pero una buena dieta y ejercicios la ayudarán a volver a recuperar su peso", alienta el médico.
Es que, como la corticoide desequilibra el metabolismo y aumenta el apetito, favorece la gordura en la región del torax, principalmente. Ahí solamente una buena serie de ejercicios físicos y una dieta balanceada para quemar la grasa extra.
Píldora anticonceptiva, menopausia y diabetes
A pesar de ser el campeón aumentando peso, los corticoides no son el único remedio que puede destruir la silueta. Las glitazonas, usadas en pacientes con diabetes, también pueden disparar el puntero de la balanza. "Es importante ver que cualquier aumento de peso debido a un medicamento depende de la predisposición genética. Algunos pacientes pueden no engordar nada, per otros pueden aumentar bastante de peso", agrega Jacob.
El efecto de la glitazona está en la aceleración de la formación de grasa que queda, en su mayoría, depositada en la periferia del cuerpo: elimina la grasa visceral (más perjudicial para el organismo) y aumenta la grasa subcutánea. Según el especialista Lian Tock, eso pasa cuando hay una ingestión de una dosis superior a la indicada al paciente.
Tock afirma dice que algunos medicamentos usados para controlar los síntomas de la menopausia (como los famosos calores) también afectan en el aumento de peso. "La sustancia Tibolona, por ejemplo, aumenta la retención de líquido y hambre", explica. El uso continuo de la medicina puede significar hasta 2 kilos extras por mes, una ganancia significativa que puede acabar en obesidad.
Las píldoras anticonceptivas, a su vez, favorecen la retención de líquidos. "En el primer mes la mujer ya percibe que está con retención hídrica", comenta Tock. De acuerdo con el médico, la elección puede ser acertada o errónea. A pesar que algunas píldoras tienen un contenido hormonal bajo, ellas pueden no ser eficientes para algunas mujeres. Por tanto, la última opción con las de dosis más altas.
Drogas psicoactivas
Algunos antidepresivos más antiguos, son los llamados triciclos (por ejemplos la imipramina, amitrptilina, cloroimipramina y desimiramina), que afectan de forma directa el aumento del apetito del paciente. El comer en exceso, que significa el aumento de 2.5 kilos por mes, puede ser controlado con una dieta y ejercicios físicos regulares. "Pero hay una opción con los antidepresivos más modernos que raramente aumentan de peso", agrega Tock.
Algunos medicamentos tienen una acción variada dependiendo de la dosis consumida. En el caso de la fluoxetina, de acuerdo con Tock, dosis de 10 a 20 miligramos por día puede disminuir el consumo de dulces, lo cual ayuda a perder kilos extras. Pero cuando la ingestión diaria oscila los 60 miligramos, la sustancia puede aumentar la necesidad, haciendo que la persona coma más.
También, los antisicóticos (usados para tratar la esquizofrenia), los antiepilépticos y la cinarizina (recomendad para casos de laberintitis)interfieren en el consumo de alimentos, causando aumento o disminución de la saciedad.
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