La mala circulación de la sangre produce problemas que en primera instancia no son del todo graves, pero pueden llegar a serlo si no tratan adecuadamente para reducir las molestias. Los trastornos más destacados causados por mala irrigación son:
- Celulitis
- Pesadez
- Hemorroides
- Hinchazón de las piernas
- Varices
- Frío en manos y pies
- Calambres nocturnos
Alimentos aconsejados para mejorar la circulación
- El potasio favorece la eliminación del agua, quienes sufren de piernas hinchadas deben consumir nutrientes que lo contienen como los frutos secos, cereales integrales, pescados, carne y plátanos.
- Los antioxidantes protegen contra los radicales libres que dañan las paredes de las arterias y venas. También favorecen la buena irrigación y mantienen el buen estado de los vasos sanguíneos, las comidas recomendadas deben contener frambuesas, zanahorias, cítricos, uvas, espinacas y tomates.
- La fibra es ideal para que no aumente la presión intestinal y el colon no se sobreesfuerce. El salvado de trigo, las verduras, hortalizas y frutas desecadas como las ciruelas y pasas son ideales.
- El agua facilita la eliminación de toxinas, si no se bebe la cantidad necesaria por día, la velocidad de la sangre se ve disminuida. Los zumos, licuados, sopas e infusiones son otras maneras más atractivas de consumir agua sin darse cuenta.
- Las grasas saturadas son el enemigo fundamental de la circulación, el exceso de grasa aumenta los niveles de colesterol, aumenta así la viscosidad de la sangre provocando innumerable cantidad de problemas de salud. Se debe evitar la mantequilla, embutidos, comidas precocinadas y productos de pastelería.
- El sodio hace que se retenga mucho líquido, se deben eliminar de la dieta la sal, las patatas fritas, las sopas en sobre, aceitunas, quesos curados, embutidos y salsas.
- Las comidas picantes, el alcohol, el chocolate, el café y los dulces predisponen a dilatar las venas lo cual hace que se empeoren las hemorroides y las varices.
Recomendaciones a tener en cuenta:
- La actividad física es muy aconsejable para aquellas personas con problemas circulatorios ya que el ejercicio hace que se mantengan las piernas en movimiento, lo que pone en marcha la irrigación sanguínea. Bailar, caminar, correr, practicar ciclismo o natación marcarán la diferencia y se notarán los cambios.