El PROPÓLEO es una sustancia resinosa utilizada por las abejas para cubrir y proteger la colmena. Las abejas obtienen esta sustancia a partir de las yemas y cortezas de algunos árboles.
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- Flavonoides, tales como quercetina, galangina, pinocembrina y crisina; ademas de ser los componentes principales de los propoleos, son responsables de sus propiedades.
- Enzimas como la catalaza
- Derivados del acido y del alcohol cinamico.
- Derivados del benzaldehido
- Terpenos
Estudios farmacológicos
Los flavonoides de los propóleos se encuentran ampliamente distribuidos en el reino vegetal, en las plantas superiores y especialmente en aquellas con sistema vascular. Se encuentran en las partes aéreas, en los capullos y hojas jóvenes. Son compuestos fenòlicos, responsables de coloración de las flores y de ciertas frutas.
Los flavonoides presentan no menos de 41 acciones farmacológicas, en las que destaca por su proyección terapéutica la acción que ejerce sobre su red capilar, disminuyendo su fragilidad y su permeabilidad. Esta propiedad similar a la que posee la vitamina PP o niacina, determina que a los flavonoides se les denomine “bioflavonides”.
En general, los flavonoides ejercen un efecto protector sobre los capilares por:
- La presencia en su molécula de metales que protegen al acido ascórbico de la oxidación.
- Prolongar la acción de la adrenalina al inhibir temporalmente la cateco oxi-metil transferasa, enzima que interviene en su degradacion metabolica.
- Inhibición de la hialunorinasa y de la histamina.
- Neutralización del efecto de los anticoagulantes.
Uno de los flavonoides, la quercitina en estudios in vitro demostró que mejora la capacidad de fijación de la histamina a varias proteínas (particularmente a las globulinas). Asimismo se ha descrito una accion estabilizante de membrana en los mastocitos, lo que inhibe su degranulacion.
Tambien se ha demostrado que los flavonoides estimulan la síntesis del colageno de las paredes vasculares.
El termino propóleo proviene del griego Propolis que significa “defensa de la ciudad” (Pro-antes de Polis-ciudad, lo cual se traduce como defensas antes de la ciudad o Defensor de la ciudad).
Gracias a la acción antibiótica del propóleo, que protege de la actividad de virus y bacterias, la colmena es uno de los lugares mas estériles conocidos en la naturaleza.
COMPOSICION DEL PROPOLEO
Entre todos estos compuestos destacan los bioflavonoides. El propóleo en estado bruto contienen 500 veces más bioflavonoides que las naranjas, los cuales son considerados hoy en día beneficiosos en estados de convalecencia. No obstante, estudios científicos llevados a cabo por diversos investigadores en todo el mundo han demostrado que el efecto del propóleo se consigue gracias a la acción sinérgica de todos sus componentes. Por su composición y propiedades suele recomendarse en caso de afecciones respiratorias recurrentes o en cualquier situación en la que las defensas del organismo están bajas.
Se le han detectado más de 250 elementos constitutivos y unos 50 principios biológicamente activos, lo que explica su gran cantidad de propiedades. Tiene resinas, bálsamos, aceites esenciales, minerales (más de 20 oligoelementos), vitaminas, aminoácidos (7 de los 8 esenciales) y más de 50 grupos de flavonoides.
La composición química del propóleo es bastante compleja y depende de la fuente vegetal. Básicamente se compone de un 50-55% de resinas y bálsamos, 30-40% de cera de abeja, 5-10% de aceites esenciales o volátiles, 5% de polen y 5% de materiales diversos (orgánicos y minerales). Se han identificado más de 160 compuestos, de los cuales un 50% son compuestos fenólicos, a los cuales se les atribuye acción farmacológica.
Los principales fenoles identificados son:
- Flavonoides (flavonas, isoflavonas, flavononas)
- Ácidos aromáticos y sus ésteres (ácido cafeico, cinámico y otros)
- Aldehídos aromáticos (vainillina e isovainillina)
- Cumarinas
- Triglicéridos fenólicos
Existen otro grupo de compuestos y elementos minerales que se encuentran como trazas (en cantidades casi inapreciables) que resultan de fundamental importancia en la actividad biológica del propóleo y en el metabolismo celular, destacándose la provitamina A y algunas vitaminas del complejo B, en especial la vitamina B3 o nicotinamida, además de lactonas, polisacáridos, aminoácidos y otras sustancias aún no identificadas.
Por su composición y propiedades suele recomendarse en caso de afecciones respiratorias recurrentes o en cualquier situación en la que las defensas del organismo están bajas.
Propiedades: Científicamente se le han demostrado 20 propiedades: es antibacteriano, antimicótico, anticolesterolémico, antiparasitario, antiinflamatorio, antioxidante, antitóxico, antialérgico, analgésico, anestésico, antituberculoso, antiviral, citostático, desodorante, epitelizante, estimulante de la inmunogenesis, fitoinhibidor, hemostático, hipotensor y termoestabilizador. Fundamentalmente es un magnífico biorregulador, rehaciendo la capacidad de defensa, funcionamiento y adaptación del organismo. Los oligoelementos justifican muchas virtudes del propóleo, pues -participando en procesos metabólicos, fermentativos y vitamínicos- contribuyen a la curación de estados anémicos, previenen la arteriosclerosis e incrementan la capacidad inmunológica del organismo.
Por su parte los flavonoides -con más de 40 acciones farmacológicas- son la base de su versatilidad terapéutica. Sus cualidades antioxidantes -además de reducir el efecto de los radicales libres- son responsables de la acción antiviral, al inhibir el desarrollo de virus patógenos. Además de su amplio efecto antibacteriano, el propóleo estimula la reacción inmunológica del organismo, complementando ambas funciones sin producir alteraciones de la flora bacteriana, cosa que ocurre con los antibióticos de síntesis. Destaca por su proyección terapéutica la acción que ejerce sobre su red capilar, disminuyendo su fragilidad y su permeabilidad. Esta propiedad similar a la que posee la vitamina PP o niacina, determina que a los flavonoides se les denomine “bioflavonides”.
Uno de los flavonoides, la quercitina en estudios in vitro demostró que mejora la capacidad de fijación de la histamina a varias proteínas (particularmente a las globulinas). Asimismo se ha descrito una accion estabilizante de membrana en los mastocitos, lo que inhibe su degranulacion.
Tambien se ha demostrado que los flavonoides estimulan la síntesis del colageno de las paredes vasculares.
Aparato circulatorio: El propóleo combina efectos vaso-dilatadores e hipotensores, disminuye la fragilidad capilar, inhibe la oxidación del colesterol y normaliza la tensión arterial. Estos efectos se logran con el uso regular, no debiendo esperarse efectos mágicos en caso de crisis hipertensivas.
Vías respiratorias: Es un antibiótico de amplio espectro y se ha ganado merecidamente la fama de efectivo antigripal. Su acción antiinflamatoria y anestésica lo convierte en eficaz protector de la garganta y las cuerdas vocales.
Aparato digestivo: En este aspecto ejerce múltiples acciones: normaliza el peristaltismo intestinal, regula el apetito, ayuda a la regeneración de úlceras, es protector hepático y previene la parasitosis.
Dermatología: Su notable capacidad cicatrizante, desinfectante y antiinflamatoria lo hace indicado para heridas, quemaduras y afecciones de la piel. También resulta óptimo como fungicida de amplio espectro.
Odontología: Incrementa la salud bucal por sus principios antisépticos, antibióticos y antiinflamatorios. Además estimula la generación de la dentina (esmalte dental) e impide la formación de caries y placa bacteriana.
Contraindicaciones: Ninguna. No se han detectado reacciones alérgicas, ni toxicidad por sobredosis. Se ha demostrado perfectamente compatible y hasta complementario de otras prácticas terapéuticas.
Cuidados: Para mantener sus propiedades requiere que se lo preserve de la luz y de la temperatura, dada las delicadas características biológicas de sus componentes.
¿Sabia usted?
Desde tiempos remotos, es conocido y empleado por sus propiedades terapéuticas, principalmente por su acción estimulante sobre el sistema de defensas del organismo.
El propóleo es un conjunto de sustancias resinosas, gomosas y balsámicas, de consistencia viscosa, recogido de ciertas partes de los vegetales, por las abejas Apis mellífera, que las transportan al interior de la colmena, modificándolas en parte con sus secreciones (ceras y secreciones salivares).
Las abejas lo utilizan como cimiento para la colmena, ya que les protege de hongos, bacterias y otros invasores. Los flavonoides o materias colorantes, son una de las sustancias más activas de su composición con carácter antiséptico.
Su principal importancia como complemento de la alimentación se basa en sus propiedades inmunoestimulantes, aumentando la resistencia del organismo frente a las infecciones. Atendiendo a estas cualidades, los antiguos egipcios lo utilizaban en la momificación, evitando la descomposición de los cadáveres.
La composición química del propóleo es bastante compleja y depende de la fuente vegetal. Básicamente se compone de un 50-55% de resinas y bálsamos, 30-40% de cera de abeja, 5-10% de aceites esenciales o volátiles, 5% de polen y 5% de materiales diversos (orgánicos y minerales). Se han identificado más de 160 compuestos, de los cuales un 50% son compuestos fenólicos, a los cuales se les atribuye acción farmacológica.
Los principales fenoles identificados son:
- Flavonoides (flavonas, isoflavonas, flavononas)
- Ácidos aromáticos y sus ésteres (ácido cafeico, cinámico y otros)
- Aldehídos aromáticos (vainillina e isovainillina)
- Cumarinas
- Triglicéridos fenólicos
Existen otro grupo de compuestos y elementos minerales que se encuentran como trazas (en cantidades casi inapreciables) que resultan de fundamental importancia en la actividad biológica del propóleo y en el metabolismo celular, destacándose la provitamina A y algunas vitaminas del complejo B, en especial la vitamina B3 o nicotinamida, además de lactonas, polisacáridos, aminoácidos y otras sustancias aún no identificadas.
Por su composición y propiedades suele recomendarse en caso de afecciones respiratorias recurrentes o en cualquier situación en la que las defensas del organismo están bajas.
El propóleo presenta una consistencia variable, dependiendo de su origen y de la temperatura. Hasta los 15°C es duro y se torna mas maleable a medida que aumenta la temperatura. Su punto de fusión varía entre 60 a 70 °C, llegando en algunos casos hasta 100°C. Su color también es variable, de amarillo claro a marrón oscuro, pasando por una gran cantidad de tonos castaña. Dependiendo del origen vegetal puede presentar color pardo a negro. Su olor también es muy variable, generalmente es agradable, y en algunos casos recuerda a su origen vegetal, mientras que en otros casos posee olor predominante a cera.
El propóleo puede ser comercializado como extracto o utilizado en formulaciones de cosméticos y productos farmacéuticos.
Lo podemos encontrar envasado como extracto de própolis.
Es necesario almacenarlo en un lugar fresco y seco, en recipientes bien cerrados.