Que una planta sea el producto de la incorporación de genes extraños en sus semillas, no es necesariamente un sinónimo de “peligrosidad asegurada”, pero la última palabra en esta temática la darán a su debido tiempo los investigadores que realizan el seguimiento del consumo masivo de productos tales cómo los frijoles de soya, ciertos cereales de cosechas programadas, etc.
Para tratar de aclarar el tema, es conveniente dejar constancia de algunas definiciones extraídas del Chambers Science &Technology Dictionary y del Collins Dictionary:
Bio-tecnología: consiste en el uso de organismos o de sus componentes, trabajados algunas veces por medio de técnicas de “manipulación genética”, con el fin de lograr el desarrollo de especímenes nuevos para que puedan ser utilizados en la Agricultura o en procesos industriales diversos.
Abarca un conjunto de técnicas, algunas de las cuáles pero no todas, involucran a la Ingeniería Genética.
Ingeniería Genética: Consiste en la alteración del ADN de las células con el propósito de investigación, ya sea para producir proteínas animales, para corregir defectos genéticos o para mejorar determinadas especies vegetales y animales criados por el hombre.
Desafortunadamente son muy pocos los trabajos científicos que apuntan al tema de los riesgos que encierra el consumo de los productos alimenticios así elaborados, y no hay nada concluyente aún en el seguimiento clínico del tema, quizás por lo relativamente reciente que es el consumo masivo de estos derivados. “Aún no se hallaron evidencias concretas de que sean dañinos para la salud humana”.
Queda casi exclusivamente bajo el criterio de cada uno el decidir si se deben o no ingerir regularmente, y en mi opinión, este no es un tema que deba ser tomado a la ligera, ya que atañe a un hecho cotidiano que tiene decisivas influencias sobre el cuidado de la salud de la población.
Uno de los temores más difundidos, se basa en la creencia popular de que un alimento producido por manipulación genética de sus semillas, contenga en sus genes una información que desencadene “mutaciones” en las células del consumidor, aumentando el riesgo de contraer ciertas enfermedades, entre ellas algún tipo de cáncer, en especial en personas biológicamente predispuestas.
Si bien no es posible descartar totalmente esa posibilidad, es relativamente difícil que algo así llegara a suceder, dada la diferente especificidad genética entre las células vegetales y las humanas, pero por otro lado, sí existe la posibilidad teórica de que alguna proteína manufacturada por manipulación genética ocasione alteraciones metabólicas en el cuerpo humano, en especial si recordamos que muchos alimentos que no tienen su origen en la bio tecnología, interactúan de manera desfavorable con nuestro cuerpo.
Respecto a esto último, vendría bien recordar la relación que existe entre de la dieta habitual y algunas enfermedad
Proporciones estimadas de enfermedades atribuídas a la dieta
Hipertensión arterial.......................... 50 %
Diabetes (tipo II)............................... 50 %
Arteriosclerosis.................................. 50 %
Problemas intestinales........................50%
Enfermedades Coronarias....................40 %
Cáncer............................................ ...35 %
Osteoporosis...................................... 20 %
Referencia: National Center of Health Program Evaluation, Canberra, Australia. 1992.
La bio-tecnología podría traer, en un futuro no muy lejano, importantes beneficios a la salud humana, al desarrollar alimentos que posean notorias y específicas actividades preventivas o curativas sobre algunas patologías muy difundidas.
Todos conocemos las propiedades benéficas de prevención que sobre las enfermedades cardio vasculares poseen los ácidos grasos OMEGA-3 ( presentes en algunos pescados, en ciertos aceites vegetales, en las semillas del Lino, etc.).
La Bio-tecnología sería capaz de desarrollar un aceite vegetal que contuviera un porcentaje muchas veces superior de ácidos grasos OMEGA-3 comparado con el hallado en los aceites actuales.