Las semillas de lino son unas semillas especialmente ricas tanto en fibra como en ácidos grasos omega 3, por lo que al igual que ocurre con la lecitina de soja, es un alimento recomendado para controlar el colesterol, gracias precisamente a su riqueza en ácidos grasos saludables.
Ahondando un poco más sobre sus beneficios más importantes, nos encontramos con que las semillas de lino o linaza no solo son positivas y beneficiosas contra los niveles de colesterol alto. También ayudan en el control de la glucosa en la sangre, por su contenido en fibra ayudan a aliviar y mejorar el estreñimiento, favorecen una correcta digestión y asimismo contiene propiedades anticancerígenas (sobretodo protectores contra el cáncer de mama, colon y próstata).
Aunque es más habitual su consumo en forma de ensaladas, o incluso añadiendo las semillas de lino al zumo o a la leche, también es posible elaborar una deliciosa leche de lino en casa (interesante cuanto menos, especialmente si tenemos en cuenta que prácticamente no la encontramos en los supermercados y herbolarios, al no ser tan común como otras opciones, como por ejemplo es el caso de la leche de arroz).
Ingredientes
1 taza de semillas de lino
1 litro de agua
4 dátiles deshidratados para endulzar (opcional)
Preparación
1.- En primer lugar pasa todas las semillas de lino por un molinillo, o molerlas en una licuadora potente o procesadora.
2.- Deja remojar los dátiles por un par de horas para suavizar
2.- Luego licua las semillas molidas con el litro de agua muy bien
3.- En un recipiente deja reposar durante 3 horas todo
4.- Filtrar la mezca con una gasa para quesos o pantimedias para este uso exclusivo.
5.- Finalmente licúa el agua fitrada y los dátiles suaves para darle un toque endulzado