El consumo de la cáscara y piel de esta fruta aporta un tercio de los requerimientos mínimos diarios de vitamina C para un adulto. La planta de esta cactácea es más tolerante a la sequía y a las heladas, se adapta bien a los suelos pobres y delgados del altiplano y el semidesierto.
El consumo de la tuna de xoconostle aporta al organismo importantes cantidades de fibra, minerales, vitamina C y antioxidantes por su contenido fitoquímico.