Tener un antojo es uno de los medios que tiene nuestro cuerpo para hacernos conscientes de que necesitamos o carecemos de algo.
Monique Vinay (health coach y raw pastry chef) nos explica en su libro “Antojos Saludables” cuáles son estas carencias:
- Carencia emocional:
La alimentación tiene mucha relación con las emociones, y es un tema que se remonta a la niñez. ¿Se acuerdan cuando de pequeños estábamos tristes o enojados y nos daban un dulce? ERROR. Desde ese momento empezamos a dejar de procesar nuestros sentimientos y distraerlos con algo más, en este caso con un dulce. Y así fuimos creciendo y “aprendimos” a no percibir o distinguir lo que sentimos y a premiarnos o castigarnos con alimentos.
2. Carencia física:
El cuerpo nos pide NUTRIENTES para poder llevar a cabo sus funciones diarias. Aquí es cuando debemos de prestar atención y escuchar a nuestro cuerpo para descubrir que es lo que realmente nos esta pidiendo y por que lo está haciendo.
Es muy normal que entre 4:30-5:00 pm tengamos un antojo de algo dulce, y como somos muy buenos en escuchar y entender nuestro cuerpo vamos a la cocina o incluso hasta la tienda a comprar un chocolate, unas donas o cualquier cosa que tenga azúcar para satisfacer ese “antojo” cuando en realidad nuestro cuerpo solo nos estaba pidiendo energía para poder terminar con sus actividades diarias. Bastaba con tomar un jugo natural o comer una fruta para brindarle esa energía con algo que nutra y no desnutra.
3. Adicción:
Algunas veces nuestro cuerpo pide ciertos alimentos o bebidas con desesperación, lo que no siempre significa que existe una carencia emocional o física, sino que hay una adicción. Una dependencia a cierta sustancia. Y en este caso las sustancias que provocan adicciones son la cafeína, caseína, el azúcar, nicotina, y el glutamato monosódico.
Haz la prueba, deja de comer o tomar ese antojo tan desesperado que tienes de alguna sustancia por 4 días, si te duele la cabeza, te sientes cansado o de mal humor esto significa que existe una adicción. Es el cuerpo mandando síntomas de que “necesitas” esa dosis, pero no te preocupes el cuerpo es sabio y si lo tomas con calma y tienes fuerza de voluntad tu cuerpo va a dejar de pedir eso que tanto creías necesitar.
Es por esto que los invitamos a comer de manera consciente y de empezar a procesar sus sentimientos, de pensar y cuestionarse por que se sienten de dicha manera y no querer distraer o tapar ese sentimiento con algún alimento o alguna otra cosa que los haga olvidar la verdadera razón de su manera de sentir.
Por último, cada que tengamos un antojo, primero hay que tomar agua ya que un alto porcentaje de los antojos es causado por la falta de hidratación.
