Contrario a lo que se cree, la neuropatía diabética no es una complicación tardía de la Diabetes, pues se han visto algunos síntomas leves en los primeros años de la enfermedad. Tampoco es poco frecuente, ya que se presenta en más del 50% de los pacientes. Aunque este trastorno es en su inicio silencioso y asintomático, el deterioro de los nervios se hará más evidente conforme avancen los años.
Si bien un dolor ardoroso o punzante, calambres, adormecimiento, disminución de la fuerza muscular, pérdida de la sensibilidad a la presión, temperatura o vibración son síntomas evidentes de la enfermedad, lo importante es que el diagnóstico sea establecido por un médico especialista.
Cuando hablamos del manejo de esta complicación se podrían definir diferentes tratamientos farmacológicos: uno enfocado a controlar los niveles de glucosa, otro específico para atender sus causas y por último cuando sólo tratan los síntomas de la neuropatía diabética.
La neuropatía diabética se da por una disminución del flujo sanguíneo en combinación con una constante elevación de los niveles de azúcar en la sangre, lo que dificulta la tarea de los nervios para enviar y recibir señales causando desde entumecimiento y sensación de dolor ardoroso, hasta pérdida gradual o total de la sensibilidad en diferentes partes del cuerpo, especialmente en manos, pies y piernas.
Los niveles elevados de azúcar en la sangre (hiperglucemia) aumentan la cantidad de radicales libres de oxígeno, moléculas que provocan el llamado estrés oxidativo, el cual deteriora y lesiona vasos sanguíneos propiamente, tejidos y órganos, favoreciendo con ello la aparición de éstas y otras complicaciones.
Por lo que, de acuerdo con la experiencia clínica y con lo que determine el médico tratante, se podría administrar a ciertos pacientes ácido tióctico (Thioctacid), un potente antioxidante que restaura el flujo sanguíneo de los nervios afectados y reduce el estrés oxidativo celular, optimizando con ello la velocidad de conducción nerviosa.
Por su seguridad y eficacia el ácido tióctico recién fue considerado por la Asociación Latinoamericana de Diabetes y la Worldwide Initiative for Diabetes Education como medicamento de primera línea para el manejo de la neuropatía diabética también en fases tempranas; es decir, cuando el paciente no ha experimentado síntomas importantes. Esta recomendación figura en la Guía Práctica en el Manejo de la Polineuropatía Diabética (NEURALAD, 2010), elaborada por ambos organismos para actualizar a los médicos y optimizar la atención del enfermo acorde a la realidad latinoamericana.
Para evitar un deterioro en los pies, se recomienda a las personas con Diabetes los siguientes puntos:
1. Mantenerlos siempre secos y limpios para prevenir la acumulación de bacterias y hongos.
2. Revisarlos a diario para detectar anormalidades o lesiones que pudieran complicarse.
3. Cortar siempre las uñas de forma recta para evitar que se encarnen.
4. No caminar descalzo; en su lugar, usar zapatos flexibles y cómodos.
5. No usar productos químicos o lociones antisépticas ante la presencia de callos, juanetes o heridas leves.
6. Usar medias o calcetines de algodón y sin elásticos para no dificultar la circulación.
7. Suavizar la piel aplicando una crema con ph 5.5 (ácido) o una loción a base de lanolina; particularmente en los talones.
8. Monitorear constantemente los niveles de azúcar en sangre mediante un glucómetro libre de calibración, tomar sus medicamentos y acudir al médico con regularidad.
El especialista destacó que la atención de la neuropatía diabética debe ser multidisciplinaria, oportuna y eficaz, enfocándose en mantener estables los niveles de azúcar en sangre (menos de 120 mg/dL en ayunas y de 140 mg/dL dos horas después del primer bocado), controlar otros males relacionados como cambios en las cantidades de las diferentes fracciones de colesterol, hipertensión arterial o tabaquismo, revisar los pies cada tres meses, tener una dieta balanceada y hacer regularmente ejercicio aeróbico.