El virus de la hepatitis C afecta alrededor del 3% de la población mundial y desencadena una enfermedad severa que puede desembocar en cirrosis o cáncer de hígado.
Actualmente, ante la presencia de hepatitis C se utilizan fármacos como interferón o ribavirinia que sólo resultan eficaces en el 50% de los casos y además, son causantes de muchos efectos adversos.
Un estudio de la facultad de medicina de Harvard, ha descubierto en la toronja, una sustancia denominada naringenina que constituye un flavonoide de la fruta que podría inhibir la secreción del virus de la hepatitis C en las células infectadas.
Los investigadores han demostrado que el virus es secretado activamente por las células infectadas mientras éste se encuentre unido a una lipoproteína de baja densidad. Entonces, bloquear la creación de la apolipoproteína reduciría un 70% la secreción del virus de la hepatitis C.
Por otro lado, la naringenina reducía la secreción del virus por parte de las células infectadas en un 80%. Sin embargo, el flavonoide de la toronja no es bien absorbido por el intestino humano, por eso, la alternativa terapéutica sería administrar la sustancia mediante inyecciones o combinada con otros compuestos que favorezcan y mejoren su absorción a nivel intestinal.
Éste podría ser un hallazgo muy valioso, ya que ofrece otros caminos terapéuticos a la enfermedad. Pero por el momento sólo se realizarán más estudios para comprobar la acción, no sólo de la naringenina, sino también de otros flavonoides cítricos sobre las células infectadas por el VHC (virus de la hepatitis C).