Un reciente estudio parece colaborar al respecto, ya que señala por primer vez, una asociación entre las calorías ingeridas y el estado de memoria de los adultos mayores.
La investigación alemana, sugiere que sencillos cambios en el estilo de vida contribuirían a prevenir y tratar la demencia. Tal es así, que la restricción calórica sería beneficiosas para la memoria en las personas mayores.
Los investigadores dividieron a un grupo de 50 personas de un promedio de 60 años en tres, para luego administrar a uno de los grupos formados una dieta con un 30% de calorías menos que las consumidas habitualmente, mientras que otro grupo no tuvo limitaciones alimenticias y otro consumió más alimentos ricos en ácidos grasos insaturados, entre los que se encuentran el aceite de oliva y el pescado.
Si bien las grasas insaturadas parecían mejorar la memoria, ésto no ocurrio en el grupo de adultos mayores, aunque si se observaron mejoras de entre un 10% y un 20% en los adultos mayores que comieron menos, después de tres meses de dieta, cuando se realizaron pruebas de memoria.
Si bien se necesitan algunos pasos más del estudio para saber con exactitud el mecanismo por el cual la restricción calórica protege la memoria, se cree que la menor producción de insulina que ésta conlleva, reduce las respuestas inflamatorias y beneficia a las neuronas impulsando su mejora.
Se sabe que reducir las calorías a medida que avanza la edad, puede prevenir muchas enfermedades crónicas asociadas al estilo de vida, por lo tanto, a más edad, menos comida y ésta será la clave para cuidar la salud y vivir más.