Países con clima tropical, como México, cuentan con la enorme posibilidad de consumir jamaica, extraordinaria flor utilizada para dar sabor al agua para beber y cuyos aportes a la salud son asombrosos, aunque tal vez poco conocidos; le invitamos a que los conozca y los ponga a disposición de toda su familia.
La época de calor genera en los seres humanos pérdida de agua que puede tener considerables secuelas, pues prácticamente todos los órganos dependen del líquido para su óptimo funcionamiento; a manera de ejemplo piense usted que sin agua todas las articulaciones tendrían movimientos lentos y dolorosos, no podríamos parpadear por falta de humedad en los ojos y la piel se resecaría y agrietaría.
Tampoco el cerebro trabajaría adecuadamente, debido a que las aproximadamente 40 mil millones de células (neuronas) que lo conforman están constituidas por agua en 70%, de manera que al faltar se pierde la capacidad de pensar clara y funcionalmente. Por otra parte, el plasma sanguíneo está compuesto en 90% por el vital fluido y sin éste difícilmente se podría conservar en rangos normales la temperatura del cuerpo.
Ahora bien, durante un día en que la temperatura ambiental no rebasa los 20°C se pierden aproximadamente 400 mililitros del líquido a través del sudor, y al haber más calor la transpiración aumenta todavía más. Si a lo anterior se añade que mediante la orina se eliminan cerca de 1,400 mililitros de agua, imagine cuál será la cantidad que deberá ingerirse para que todo el cuerpo trabaje normalmente.
Al respecto los médicos indican beber por lo menos 2 litros de agua cada día, preferentemente en forma natural, sin compuestos químicos, pues aunque en las épocas de calor agobiante las bebidas carbonatadas son muy solicitadas, no son lo más recomendable para la salud, pues son causantes de que el vientre se inflame y haya afecciones en el estómago.
Bajó de la Nao y se quedó con nosotros
La tradición culinaria de países como México ha utilizado recursos de origen natural para enriquecer el sabor del agua y hacerla aun más atrayente a su población; es así que podemos hablar de incorporarle frutas de temporada y ofrecer gran gama de combinaciones a chicos y grandes. No obstante, la búsqueda de saborizantes no ha quedado ahí y desde nuestros ancestros se sabe de peculiar flor de extraordinario sabor y que a través de los años ha ido mostrando sus cualidades medicinales: la jamaica.
La flor de jamaica es originaria de la India, de donde llegó a América a través de la Nao de China (embarcación procedente de ese país que durante la época de la Colonia servía para el intercambio comercial entre la Nueva España y Asia) para quedarse como parte de la gastronomía mexicana; su nombre científico es Hibiscus sabdariffa, se cultiva en regiones cálidas y semicálidas, sobre todo en los estados de Guerrero, Oaxaca, Colima y Campeche.
Esta planta es un arbusto que alcanza aproximadamente 3 metros de altura, se cultiva en junio, junto a la planta del maíz. Florece en noviembre y se cosecha en diciembre y enero. De la flor se aprovecha para consumo el cáliz, es decir, el centro, al que se llega cortando los pétalos (suelen ser materia prima de perfumes) que lo rodean, mediante proceso manual.
Una vez obtenido el cáliz de la flor se procede a secarlo exponiéndolo a la intemperie durante 3 o 4 días, lapso tras el cual puede ser comercializado y consumido. La forma más común de ingestión es como saborizante del agua para beber, para lo cual basta con poner a hervir unas cuantas flores de jamaica en un poco de agua, o simplemente con dejarla en remojo para que libere todas sus propiedades, entre las que podemos destacar:
Antiparasitaria. Ha comprobado que su consumo colabora en la expulsión de microorganismos que se alojan en el estómago y son causantes de afecciones gastrointestinales.
Diurética. Incrementa la cantidad de orina excretada por el organismo; así, ayuda a la limpieza interna y a eliminar toxinas del cuerpo.
Laxante. Aunque en baja medida, facilita la excreción de heces del organismo.
Digestiva. Colabora en todo el proceso de aprovechamiento de alimentos y su eliminación del cuerpo.
Saneamiento renal. Mantiene a los riñones libres de compuestos dañinos, entre otros la sal; resultados más alentadores se logran con infusiones de jamaica, la cual se prepara al poner a calentar el equivalente a taza y media de agua, y cuando empieza a hervir se agregan 3 o 4 de sus flores, hasta que alcanza el punto de ebullición. Posteriormente, se deja reposar 5 minutos antes de beberla.
Normaliza la presión arterial. Ayuda a mantener estables los niveles de presión arterial, pues al subir (hipertensión) o bajar (hipotensión) causan problemas al corazón y riñones.
Limpia venas y arterias. Colesterol y triglicéridos son compuestos grasos que se alojan en las paredes de arterias y venas formando capas que dificultan el libre tránsito de la sangre. La jamaica ha demostrado que interviene de manera importante en la eliminación de estos elementos dañinos.
Lo anterior está respaldado por reciente estudio científico realizado por el Instituto Mexicano del Seguro Social en la ciudad de Oaxaca. La investigación contó con la participación de 40 pacientes de entre 30 y 60 años, quienes manifestaron niveles por arriba de lo normal en cuanto a colesterol y triglicéridos; al cabo de un año y tras haber tomado diariamente agua de jamaica, el grupo de estudio registró una mejoría hasta de 35% con respecto a lo manifestado al inicio del estudio.
Asimismo, los resultados también mostraron que los pacientes bajaron entre 1 y 2 kilos de peso, pese a no haberse establecido un programa especial de dieta y ejercicio. Así que además de quedar comprobada su función como alternativa útil y de bajo costo para reducir riesgos en problemas del corazón, el agua de jamaica también destaca como auxiliar en la reducción de peso.
Ahora ya sabe que puede disfrutar el agua de jamaica, fría o caliente, y tener la certeza de que le está haciendo un bien a la salud de su familia.