jueves, 19 de febrero de 2009

CLIMATERIO MASCULINO... ¡SÍ EXISTE!


Es bien sabido que la mujer, cuando llega a la menopausia (aproximadamente a los 48 años), experimenta en su organismo una serie de cambios que afectan incluso sus relaciones humanas. Tal parece que los hombres comparten algunos rasgos con su contraparte femenina, es decir, irritabilidad, agresividad, fastidio y flojera intelectual cuando llegan a la misma edad.

Tal como sucede en la mujer por causa del inevitable paso del tiempo, el varón ve igualmente disminuida la funcionalidad normal de su organismo, y la producción natural de hormonas no es la excepción. Una de las más importantes es la testosterona, que se genera en los testículos y es responsable de acciones fisiológicas que incluyen efectos en músculos, huesos, sistema nervioso central (cerebro), próstata, médula ósea, producción de espermatozoides y potencia eréctil.

Aunque haya quien se resiste a aceptarlo, el hombre empieza a experimentar después de los 45 años de edad cambios en su estado de ánimo (irritabilidad, mal humor), sensación de cansancio continuo, pérdida de energía, disminución del deseo sexual y, en algunos casos, también en la calidad de sus erecciones. Tampoco resulta raro que reduzca su capacidad para concentrarse y memorizar.

Cuando la pérdida de testosterona es notable, a largo plazo puede presentarse disminución del volumen y fuerza muscular, osteoporosis, depresión y mayor riesgo de problemas cardiacos, diabetes y obstrucción de arterias.

Los médicos especialistas (por lo regular urólogos o endocrinólogos) son los indicados para realizar una evaluación para conocer los niveles de testosterona y determinar el tratamiento a seguir. El más frecuente en casos de reducción considerable es prescribir complementos hormonales de testosterona, además de dieta balanceada y ejercicio.

Ahora bien, la aplicación de la testosterona como terapia de reemplazo hormonal cumple aproximadamente 20 años en el mercado farmacéutico, tiempo en que ha comprobado su eficacia en la recuperación del vigor sexual, masa muscular y ósea, como protectora del corazón y en la disminución de la fatiga. Estas razones han servido para que se comercialice entre hombres jóvenes con otro tipo de aspiraciones, como deportistas, fisicoculturistas y adictos al gimnasio, que aprovechan su poder anabolizante para el desarrollo de músculos y para contrarrestar efectos feminizantes de otras sustancias. En el año 2000 se consideró que tan sólo en Estados Unidos, el número de consumidores de testosterona (en forma de inyecciones, pastillas, geles e incluso parches) fue cuatro millones.

La hormona producida sintéticamente ha encontrado popularidad también entre personas de edad media o mayores con problemas de pérdida de energía sexual o capacidad eréctil, cuando no hay alguna causa orgánica que explique tales padecimientos. No obstante, la prescripción del especialista deberá estar precedida de estrictos análisis, entre los que destaca exhaustivo estudio de la próstata.

Plantas como el Saw Palmeto son excelentes para coadyuvar a los efectos de la andropausia en el hombre. Informate.....