Aquí quiero hablar de la importancia de la calidad de tu sangre para que tus células puedan alimentarse correctamente y entonces cumplir una de sus funciones esenciales, que es tu nutrición.
Una alimentación desequilibrada produce tóxicos y toxinas que envenenan tu sangre, ¿y cómo repercute eso en tu vida?, principalmente en tu respuesta ante las situaciones cotidianas de diferente manera. Tener una dieta rica en vitaminas para el cerebro es, pues, muy importante.
La amígdala, como sabes, es donde se encuentra tu respuesta emocional antes las circunstancias de la vida. En el neocórtex está tu cerebro pensante y la capacidad de una correcta gestión emocional. Es decir, que una mala alimentación cerebral te va a producir una falta de control emocional, incluso repercute directamente en tu carácter. A parte, de que estás toxinas te hacen sentir cansancio, vas tener menos claridad de pensamiento, menos ambición y menos entusiasmo.
Nutrientes más importantes para el cerebro
Cada una de las vitaminas del grupo B ayudan en la formación de las funciones cerebrales y la agudeza mental. Intervienen en la elaboración de compuestos como la dopamina y la serotonina. Quiero destacar, de este grupo B, dos de las vitaminas para el cerebro que son fundamentales para el sistema nervioso y para la memoria.
Vitamina B6: Metaboliza proteínas, interviene en la biosíntesis de neurotransmisores y en el metabolismo de proteínas. Niveles inadecuados, están relacionados con el Alzheimer.
Alimentos: salmón, trucha, atún, espinacas, patatas, brócoli, espárragos, pollo, pavo, ternera, cereales integrales y subproductos, germen de trigo, avellanas, nueces, semillas de girasol y legumbres.
Vitamina B12: Cumple un gran papel en la síntesis del ADN, funciones neurológicas y formación de los glóbulos rojos. Niveles bajos, también se relacionan con el Alzheimer.
Alimentos: huevos, carne de ternera, carne de pollo, pavo, almejas, salmón, trucha, cereales integrales, yogur y queso fresco.
Vitamina E Su poder antioxidante protege las células cerebrales. Previene los daños causados por los radicales libres.
Alimentos: espárragos, pimiento verde, acelgas, vegetales de hoja verde, aceite de oliva, aceite de girasol, aceite de soja, almendras, avellana, nueces y pistachos.
Ácido Fólico Ayuda a reproducir las células e interviene en la formación de nuevos tejidos.
Alimentos: melón, aguacate, naranjas, plátano, cereales integrales, espárragos, espinacas, coles, coles de Bruselas, endibias, lechugas, boniatos, ortiga, legumbres, cacahuetes, avena y arroz integral.
Betacaroteno Mejora la memoria, protege las células del cerebro a largo plazo y puede desacelerar la degeneración cognitiva.
Alimentos: zanahorias, calabazas, espinacas, melón, papaya, mango y brócoli, entre otros.
Otros alimentos: manzanas, salvado, harina de maíz, pasas, harina de arroz, queso parmesano, chocolate y plátanos.
Minerales beneficiosos: fósforo, silicio, magnesio, sodio, manganeso, calcio y azufre.
Cuando hablamos de vitaminas para el cerebro no podemos obviar otros nutrientes: ácidos grasos, fosfatidilserina, fosfatidilcolina, triptófano, selenio, etc.
Plantas y especias beneficiosas
Algunas plantas medicinales también son auténticas vitaminas para el cerebro. Unas los estimulan, otras lo calman, lo oxigenan o lo fortalecen. Consulta siempre a tu especialista, para que te asesore y haga la mejor sugerencia para ti.
Algunas de estas plantas son: Valeriana, ginkgo biloba, café, guaraná, mate, palo blanco, té, eleuterococo, Ginseng, té verde, pasiflora, romero, melisa, avena silvestre y azafrán.
Un cambio en tu alimentación, como comentamos, también va a ejercer un cambio sobre tu carácter.
Desayuna cada día, evitas así desequilibrio en la glucosa.
Evita comer demasiado en la noche, y alimentos grasos.
Aumenta el consumo de verduras.
Evita comer dulces, y realiza tentempiés saludables.
Consume alimentos libres de químicos y productos tóxicos.
Las bebidas edulcoradas y excitantes, hacen que pierdas la concentración.
Elimina de tu vida las dietas y el concepto dieta en tu alimentación.
Hidrátate con equilibrio. Recuerda que somos un 70% agua así que una de las mejores vitaminas para el cerebro (y el resto del cuerpo) es el agua.
Realiza cinco comidas al día, en cantidad adecuada.
Consume alimentos con buen aporte de proteínas.
Pautas para equilibrar tu sistema nervioso
Duerme el tiempo suficiente, al menos 7,5 h. Es, sin duda, unas de las mejores "vitaminas para el cerebro".
Realiza actividad física, que no significa un entrenamiento duro, sino que te muevas.
Aprende a dedicar tiempo para ti, sólo para ti. Inclúyelo en tu plan de horarios.
Prepara un collage con tus sueños y visualízalo cada día.
Ríe.
Medita.
Lee. Mantén activa la inteligencia y tu memoria.
Utiliza todo el potencial de tus ondas cerebrales.
Hay investigaciones que han demostrado que la vitamina C (cítricos, tomates, coliflor y pimientos) disminuye la posibilidad de sufrir cáncer cerebral, (sobre todo en la infancia).