La parte del anís que se utiliza con efectos terapéuticos son las semillas, las cuales se emplean en infusión. A cuatro tazas de agua, se agrega una cucharada sopera de estas semillas y se hierve. Esta cantidad se toma a lo largo del día.
Sus usos curativos son muy variados y se destaca el beneficio que tiene en la digestión. También aumenta la leche en las mujeres que se encuentran en período de lactancia, combate gases digestivos y cólicos.
Por otra parte, el aceite que es extraído de las semillas es parasiticida. Este aceite calma los cólicos cuando se frota en el vientre. En la terapia pediátrica o infantil, es maravillosa para combatir las diarreas.
El anís también se utiliza como esencias para licores y perfumes, así como para ciertos postres en la gastronomía más elegante.
En fin el anís es maravilloso. Puedes conseguirlo en cualquier parte o también puedes cultivarlo en tu propio jardín, para que no te prives de la deliciosa fragancia que muestra.