Entre más oportunamente se acuda con el urólogo, existirán más opciones terapéuticas disponibles, que van desde la cirugía, la radioterapia y medicamentos que detienen la formación de testosterona o previenen su efecto en la localización de la enfermedad, retardando el crecimiento del carcinoma de la próstata. El antígeno prostático específico, es una proteína que se genera en la próstata en condiciones normales. Sin embargo, cuando la glándula se enferma, ya sea por una hipertrofia benigna o maligna aumenta su producción y como el antígeno prostático especifico se libera en la sangre, puede ser detectado en un examen de rutina sanguíneo y posteriormente los valores serán evaluados por el médico.
En cuanto al tacto rectal, es el método más rápido para la detección del cáncer de próstata, el cual permite palpar la superficie de la próstata para detectar texturas o durezas anormales que presuman algún tumor y debe realizarse junto con el antígeno prostático específico. Si se detectan anomalías prostáticas se realiza una biopsia prostática que permite examinar la muestra para determinar si se trata de un tumor maligno.
Hay que acudir al médico anualmente, ya que muchos hombres, a pesar de tener molestias no acuden al urólogo, por lo que síntomas como la necesidad de orinar continuamente, sobre todo en la noche, la dificultad para comenzar una micción o detenerla, la incapacidad para orinar y para tener una erección se convierten en problemas que deterioran la calidad de vida del paciente, teniendo repercusiones en la esfera laboral, emocional y sexual.
Al hablar de los tratamientos para el cáncer de próstata, como la cirugía, los tratamientos hormonales y las terapias, son opciones que se pueden aplicar dependiendo del estadio de la enfermedad y la edad del paciente. Uno de los fármacos que han logrado buena respuesta de los pacientes es la bicalutamida, como tratamiento complementario de la radioterapia. Permite a los pacientes prolongar tanto su actividad física como la sexual, además de presentar otras ventajas, frente a las terapias basadas en la castración, como son mantener la densidad mineral ósea y la masa muscular.